BARRANQUILLA.–La imagen de Baqui, la mascota oficial de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, se repite cada tres pasos. En cualquier lugar encuentras atletas sudando la gota gorda, estudiando estrategias o simplemente confrontando, sin importar nacionalidades ni idiomas…
Ese es el mosaico de la Villa de los deportistas en la cita multideportiva regional más antigua del planeta, enclavada en una zona en pleno crecimiento urbanístico al extremo norte de Barranquilla, la cual no parece ser el corazón de los Centrocaribe, justo por esas construcciones infinitas.
A la par de los atletas, se mueven por la Villa voluntarios y obreros, algunos encaramados en andamios y buldozers, otros con palas y carretillas de cemento, o con mangueras regando el césped recién plantado. Todos aprietan el paso, a fin de terminar cuanto antes las distintas construcciones que todavía, a horas de comenzar los Juegos, están a medias.
Sin embargo, el poder mental de los deportistas, adaptados a competir en los escenarios más hostiles, les permite bloquear cualquier ruido y pensar solo en sus rutinas: alimentarse, correr, mantener el enfoque, evaluar rivales y concentrarse en el momento de la verdad, aislados de todo contraste.




COMENTAR
Pugliese dijo:
1
18 de julio de 2018
23:10:47
Agustin Navarro Rivera dijo:
2
19 de julio de 2018
10:15:00
jorge dijo:
3
20 de julio de 2018
09:06:43
Responder comentario