El oro, si aderezado con marca personal, doblemente bueno. Lo confieso, antes de iniciarse estos Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, si alguien me hubiese preguntado por Sergio Mestre, apenas le hubiera dicho que es uno de los exponentes cubanos de salto de altura.
Hoy, a la vuelta de sus 2.26 metros dorados, Mestre se sacudió del anonimato y rescató la cima en un evento que tuvo en “El Príncipe de las alturas” Javier Sotomayor, el último referente dorado, con aquellos 2.37 de Maracaibo 1998, una altura a la que en 16 años siquiera se ha acercado ninguno de los otros monarcas de la región.

Mestre estuvo en una mañana iluminada, su secuencia así lo denota. Impecable sobre la varilla a 2.10-2.15 y 2.21 metros, un desliz a 2.18 y 2.224, antes de vencer in extremis los 2.26 que hasta ese instante eran una quimera.
Resignados entonces el venezolano Eure Yánez y el Bahamés Ryan Ingraham, plata y bronce respectivamente con idénticos 2.24.
Un impasse y el regreso a estas líneas para describir la épica victoria del capitalino Andy González en los 1 500 metros. Si una imagen competitiva le ha tomado el pulso a la medida a la rivalidad entre Cuba y México, fue la tirada de González (3:45.52 minutos en calidad de marca tope de la campaña) en la línea de sentencia, para rematar con el último aliento al anfitrión Pablo Solares (3:45.62), en tanto el también azteca Christopher Sandoval (3:47.55) ancló en la tercera plaza.
Andy vino a romper una hegemonía azteca patentada desde 1998, al tiempo que se convirtió en el primer representante de la Mayor de las Antillas en imponerse, luego de la sonrisa de Luis Medina en Medellín 1978.
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felierix dijo:
1
27 de noviembre de 2014
15:16:23
jorge dijo:
2
27 de noviembre de 2014
16:13:05
jfelipe dijo:
3
27 de noviembre de 2014
16:15:39
henry david squivel dijo:
4
27 de noviembre de 2014
17:04:25
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