XALAPA, Veracruz.—Al ritmo de cuatro dobletes, unos esperados, otros no, y menos en ese orden, comenzó a distanciarse la nave cubana en la cúspide del medallero del atletismo de los XXII Juegos.
La tercera jornada del atletismo la abrieron este miércoles los martillistas Roberto Janet y Reinier Mejías en el uno-dos y destaque para el primero, pues su disparo ganador de 74.11 es el segundo mejor de todos los Juegos, solo 14 cm detrás del récord fijado por su compatriota Alberto Sánchez, en Maracaibo 1998.
En comparación con sus rivales, Denia Caballero y Yaime Pérez parecían de otra galaxia en el círculo de lanzamientos y apenas les costó rubricar el segundo doblón cubano de la mañana. Es que andaban tras buenas marcas y fue la primera a quien sonrió la fortuna, tanta que despedazó con 64.47 metros una marca vigente por 32 años, de la también cubana María Cristina Betancourt (63.76), impuesta en La Habana 1982.
De los doblones en esta disciplina, ninguna novedad, pues es la décima vez que Cuba los hace ininterrumpidamente desde 1970 (excepto las ausencias en 2002 y 2010), lo que de no ser récord, resulta un magnífico legado.
“A MI MAMÁ, LUCÍA, EN LA VIGÍA”
Para la villaclareña Denia, la eterna rivalidad con la santiaguera Yaimé volvió a desentrañarse a su favor internacionalmente, con récord para los Juegos, por lo que “estoy súper, súper contenta y quiero recordar a mi mamá Lucía, allá en mi barrio de La Vigía. La quiero mucho. Gracias por darme la vida.”
Yaimé, santiaguera del municipio La Maya, debutante en los Juegos, gana asiduamente los campeonatos nacionales, los Barrientos y tiene marca superior, pero Denia es octava en el último Mundial, novena en el anterior, cuarta en Guadalajara 2011.
Ambas querían batir sus topes personales y Denia se inquietó algo al principio por la humedad, hasta que el círculo se secó, mientras Yaimé confesó haber estado ansiosa todo el tiempo, aunque también contenta con su resultado.
Después se produjeron las finales de 400 metros, en las que Cuba cifraba nuevos campeones, pero sin seguridad de más podios. Y no solo hubo sorpresivos doblones, sino también inesperados monarcas.
Ni la misma Lisneidys Inés Veitía, joven promesa villaclareña de veinte abriles, podía creerse que había llegado primera y rompió a llorar en la misma meta. Logró tope personal de 51.72 que la separó de la favorita Daysiurami Bonne, este año 51.73, pero nos parece libró una batalla anticipada con una eléctrica de San Vicente y no le alcanzó para un mejor remate que su coequipera.
Tampoco nadie imaginaba a Raydel Acea rematando mejor la vuelta al óvalo que el tunero Yoandys A. Lescay. “No esperaba esto, ni mucho menos mi marca tope de 45.36”, dijo todavía sofocado el cienfueguero Acea, a quien posiblemente le haya beneficiado en estas condiciones de altura su anterior preparación como ochocentista. Lescay alegó que tenía muchos de quien cuidarse en la estrategia.
Cuba no hacía oro y plata en el femenino desde 1978 (Pentón-Castillo) y nunca lo había logrado en el masculino.
Colombia no quiso quedarse atrás y en 100 con vallas protagonizó un doblete inédito con Lina M. Florez y Brigitte M. Merlano, ambas unidas por un 13.19.
En los 400 con obstáculos para damas se coronó la experimentada favorita mexicana Zudikey Rodríguez, en tanto la juvenil cubana Zurian Hechavarría combatió como siempre para subir al podio con bronce.
Al parecer el clima “enfrió” a nuestras saltadoras de altura, Dutil y Mayor, ligadas en el quinto puesto con solo 1.75, mientras los bólidos Reynier Mena (20.50) y Roberto Skyers (20.66) líderes parciales en el doble hectómetro, junto a Yorgelis Rodríguez y Yusleidys Mendieta, punteras del primer día en heptatlón, incitaban a soñar con nuevos dobletes.
Por último, Yunior Díaz lideró con 7.66 una extensa clasificación de longitud con 18 atletas, pero pasó a bronceado cuando en los tres saltos finales Muhammad T. Abdul (ISV-7.75) lo adelantó primero y luego David Registe (DMA) los dejó atrás en el último con 7.79
OTRO TIPO DE ESFORZADO DOBLÓN
Impresionó un doblón individual, de bronce, por el empeño de la santiaguera Yudileyvis Castillo, quien corrió 15 000 metros para conquistarlos en difíciles condiciones de altura. Escoltó a dos mexicanas el lunes en los 10 000 y a otras dos este miércoles en los 5 000.
“Corrieron duro, en su ambiente, pero me enganché detrás y me siento muy satisfecha por esta segunda medalla, con mi mejor marca del año y en la prueba que más me gusta”, comentó la atleta de 30 años nacida en La Maya.
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