No hubo tanto suspenso en la final masculina del hockey sobre césped de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México, en la cual Cuba desbancó sin mayores contratiempos (5-1) a Trinidad y Tobago.
Sin el dramatismo que matizó la discusión del cetro femenina, en la que las cubanas vencieron en tanda de penales a República Dominicana, los hombres marcaron diferencias con los trinitarios, quienes durante poco más de 25 minutos mantuvieron imbatible su portería, pero después sufrieron los estragos de un huracán goleador llamado Yoandy Blanco.

El capitalino, natural de Santiago de las Vegas, anotó dos dianas en cuestión de 40 segundos y completó su hat-trick en el complementario, demostrando una vez más que es el líder natural del conjunto tras casi dos décadas como miembro destacado, algo que no es de extrañar, pues ha pasado toda su vida en las canchas Antonio Maceo, al sur de La Habana.
Las dos anotaciones restantes de Cuba las certificaron un miembro de la nueva generación, Adrián Molina (23 años), y otro de la vieja guardia, Yoel Veitía (35), contemporáneo con Blanco, a quien ha acompañado en la mayoría de las batallas del hockey cubano en los últimos años.
Cuba ganó sus cinco partidos de la lid contra Guatemala, República Dominicana, Barbados y Trinidad y Tobago, en par de ocasiones, y sumó 37 goles con solo cuatro permitidos.
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