Softbol (m): bronce como consuelo

Después de caer ante Venezuela el viernes sin alcanzar ninguna almohadilla, el elenco masculino cubano de softbol tampoco pudo descifrar los envíos del serpentinero mexicano Samuel Villalvazo, y perdió la oportunidad de avanzar a la discusión del cetro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

Solo un inatrapable despachó la tanda antillana contra el lanzador azteca, que caminó ocho entradas sin permitir libertades, con siete ponches en su cuenta y ningún boleto, prueba de su tremendo control.

Por los cubanos, también inmenso desde la lomita se comportó Guber Plutín, quien estrucó a ocho a lo largo de seis entradas y un tercio, en las que enfrentó varias complicaciones por seis jits de los locales y cuatro boletos suyos, aunque siempre salió airoso y limitó a sus rivales a la hora buena, al punto de que estos dejaron diez hombres en circulación.

Sin embargo, el relevista Alain Román no pudo contener el ímpetu de los mexicanos en el octavo episodio, cuando fabricaron las dos anotaciones decisivas y dejaron a Cuba en bronce, la séptima medalla de nuestro país en este deporte tras conseguir tres de oro (México 1990, Ponce 1993 y Maracaibo 1998) e igual cantidad de platas (La Habana 1982, Santiago de los Caballeros 1986 y Cartagena 2006).

A segunda hora, en la disputa del oro, a los aztecas les pasó factura el desgaste contra Cuba, aunque dieron batalla antes de caer 0-1 frente a Venezuela, otra vez con Villalvazo en plan estelar, aceptando solo una anotación en seis capítulos.

Pero en la lomita rival se encaramó el estelar Ramón Jones, quien se apuntó su quinto éxito de la justa, con ocho ponches y tres sencillos en su cuenta, desempeño espectacular, casi calcado al de toda la justa.

De forma general, el veloz diestro lanzó 26 entradas en las que no permitió carreras y solo le conectaron cuatro inatrapables, con 35 ponches, rendimiento que le valió para propinar un no jit no run a República Dominicana y un juego perfecto a Cuba.