Que los venideros XXII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 estén pactados para noviembre (viernes 14 al domingo 30), no es una excepción, pues mayoritariamente han sido fuera de los meses veraniegos.
Siempre existe un motivo. En el caso actual, los organizadores explicaban en noviembre último, al visitarlos con motivo del evento promocional a un año de los Juegos, que las estadísticas del comportamiento climático aconsejaron esa fecha, por enclavarse Veracruz en una costa atlántica mexicana tradicionalmente asolada por huracanes.
Un total de 16 ediciones —de 22 al incluir la próxima—, se han concretado en meses diferentes a los de julio y agosto, considerados en nuestro entorno caribeño como los veraniegos por antonomasia. Se trata del 73 %.
De hecho los ocho primeros encuentros —desde 1926 hasta 1959—, transcurrieron entre octubre y marzo. Fueron los IX Juegos de 1962, con asiento en Kingston, Jamaica, los primeros encerrados en agosto y no por ser una isla caribeña, pues Puerto Rico plantó en junio los siguientes de 1966, mientras que en 1930 La Habana los había patrocinado en marzo.
La capital cubana en su segunda oportunidad de 1982 sí los promovió en agosto, para dar lugar a dos seguidos con temperaturas calientes, pues cuatro años antes la colombiana Medellín los desarrrolló en julio.
Después hubo que esperar hasta Maracaibo 1998 para un nuevo agosto deportivo, en tanto Cartagena 2006 y Mayagüez 2010 devinieron inusual pareja al obsequiar dos julios consecutivos. Lo más alentador para los “calurosos” es que tres de las últimas cinco citas se han fechado en verano.
44 AÑOS DE HEGEMONíA DEPORTIVA
El mes de marzo para nada es ajeno a quehaceres competitivos en el entorno deportivo regional, pues seis citas han arrancado o finalizado en marzo, aunque es una tendencia en desuso tras los Juegos de 1974 en Santo Domingo.
La primera gran victoria del deporte revolucionario en lides multideportivas fue precisamente en unos Centroamericanos, los de 1970, en Panamá. Al Cerro Pelado de 1966 lo sucedió otro barco, el Victoria de Girón, para conducir a la delegación hasta la costa atlántica istmeña, con posterior traslado terrestre hasta la ciudad capital en el lado del Pacífico.
Cuba estaba empeñada en lograr la zafra de los diez millones; surgió Los Van Van al influjo del cumplimiento de la consigna, mas otra agrupación musical ya consagrada, la del inolvidable Pacho Alonso y sus Pachucos, elevó los ánimos con su contagioso ritmo pilón desde la travesía marítima inicial hasta el regreso al puerto de La Habana recibidos por Fidel, presente para testimoniar el valor del éxito deportivo y el entusiasmo impregnado en el pueblo.
Por primera vez un país mostró superioridad neta sobre el resto. Cuba conquistó más de la mitad de los oros, 98 de 182 posibles; empequeñecieron los 38 de México, segundo lugar. Hubo sectores donde arrasó con todos los premios, como en atletismo para damas. Al equipo de polo acuático solo le anotaron un gol frente a 139 propios y su autor puertorriqueño pasó a la historia debatiéndose entre la alegría de ser el único y la pena de haber arruinado una labor perfecta.
El 14 de marzo de 1970 fueron clausurados dichos Juegos, por lo que ya se cumplieron 44 años de predominio deportivo regional permanente, todo un hito. Disfrutémoslo con orgullo y esforcémonos también por continuarlo.

COMENTAR
Yorlan dijo:
1
4 de abril de 2014
09:51:18
Arturo Juan Espíndola Aguilar dijo:
2
7 de agosto de 2018
23:07:00
Responder comentario