En imágenes, a una semana de la noche en la que se encendió el cielo matancero

Una semana después de la descarga eléctrica que encendió el cielo matancero, el paisaje de la bahía ya no está opacado por una cortina de humo.

En la Zona Industrial de la Ciudad de los Puentes, fuerzas conjuntas de Cuba y México trabajan en la recuperación de los medios fundamentales utilizados en la extinción del fuego.

«Ha sido una experiencia inolvidable», mencionó a Granma uno de los integrantes de las fuerzas mexicanas de apoyo, quien mostró admiración por la proeza de los bomberos cubanos.

A unos 60 metros del primer tanque siniestrado se encuentra el Taller de Automática de la Unión Cuba Petróleo (Cupet). Víctor Polanco, trabajador del lugar, indicó a este periódico que no se pudo rescatar pieza alguna y aseguró que «gracias a la Revolución y a los países amigos pudimos aguantar esto».

Según publica el Ministerio de Salud Pública en su sitio web, hasta las 10:00 a. m. del 12 de agosto resultaron lesionadas por el siniestro 132 personas, de ellas 23 se encuentran hospitalizadas, dos personas fallecieron y 107 pacientes recibieron el alta médica.

De las 132 personas atendidas, 125 fueron hombres y 7 mujeres.

Todos los hospitalizados son adultos, 22 hombres y una mujer, y están reportados de críticos 4, graves 3 y 16 de cuidado.

Continúa la asistencia médica por los profesionales de la Salud a todas las personas lesionadas, con los recursos necesarios para su atención. Las seis instituciones del país que están brindando atención a los heridos son:

Hospital Clínico Quirúrgico Faustino Pérez de Matanzas: 5 pacientes

Hospital Militar Clínico Quirúrgico Mario Muñoz Monroy de Matanzas: 4 pacientes

Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras: 2 pacientes

Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García: 4 pacientes

Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez: 1 pacientes

Hospital Militar Clínico Quirúrgico Luis Díaz Soto: 7 pacientes

Compartimos imágenes de este 12 de agosto, a una semana de iniciado el siniestro, enviadas por nuestro corresponsal en el terreno, Ventura de Jesús.

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