La batalla de Santa Clara no fue un hecho casual ni aislado. Fue un plan minuciosamente elaborado por Fidel en la Comandancia del Ejército Rebelde en La Plata, en la Sierra Maestra. Precisamente, la partida en el mes de agosto de las Columnas Invasoras No. 2, Antonio Maceo, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, y la No. 8, Ciro Redondo, bajo el mando del Comandante Ernesto Che Guevara, así como la toma –en el mes de diciembre–, de los principales cuarteles militares en Las Villas, por ambas columnas, así lo atestiguan.
Antes de que bajaran al llano las columnas, Fidel les informó a Camilo y al Che, la estrategia a seguir: Camilo avanzaría hasta la provincia de Pinar del Río, y el Che operaría en la provincia de Las Villas, para cortar y paralizar el tránsito de tropas y pertrechos militares hacia la región oriental. Cortar la isla en dos por su región central.

Estas acciones combativas apoyarían la “Operación Santiago”: el cerco, y posterior ataque a la ciudad de Santiago de Cuba, de las fuerzas rebeldes del Primer Frente, José Martí, al mando del Comandante en Jefe Fidel Castro; de las del II Frente Oriental Frank País, dirigidas por el Comandante Raúl Castro; y de las del III Frente Mario Muñoz, a cargo del Comandante Juan Almeida.
Y así ocurrió. El 15 de diciembre vuela en pedazos el puente de Falcón, sobre el río Sagua la Chica, en la Carretera Central entre Placetas y Santa Clara, y la ciudad de Fomento cae en manos rebeldes el día 18, con lo que queda incomunicado y cortado el país en la región central. Con esta operación militar se cumplía una parte del plan estratégico diseñado por el Comandante en Jefe, de dividir la isla por la mitad.
Fue fundamental para el cumplimiento del plan estratégico la acertada dirección de las fuerzas rebeldes por parte del Camilo y el Che. El prestigio y la experiencia militar alcanzada por ambos jefes, lograron en no pocas ocasiones, que los rebeldes bajo su mando cumplieran exitosamente heroicas misiones, casi imposibles de realizar, como fue, entre otras, la invasión a Occidente.

Para finales del mes diciembre, en Las Villas, los principales cuarteles de los militares batistianos habían sido rendidos por las fuerzas rebeldes de las Columnas Invasoras de Camilo y el Che, y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo.
Prácticamente la ciudad de Santa Clara se encontraba cercada. La carretera Central estaba cortada por la voladura del puente de Falcón, a éstas alturas casi imposible de reparar y de vadear su río. Mientras que la línea Central del ferrocarril estaba fuera de servicio por el derribo del puente de Calabazas, lo que impedía el tránsito ferroviario.
Por el Circuito Sur tampoco podían recibir refuerzos las tropas batistianas. Con la toma de las ciudades de Sancti Spíritus y de Trinidad, en cuanto intentaran salir por la vía de Cienfuegos, quedarían expuestas a las emboscadas de las fuerzas rebeldes.

El Circuito Norte no se quedaba atrás, pues era territorio de la Columna Invasora No. 2, Antonio Maceo, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, y por allí también era imposible que los soldados batistianos transitaran.
En un desesperado esfuerzo por reforzar a los soldados que se encontraban atrincherados e inmovilizados en la ciudad de Santa Clara y, principalmente a los del Regimiento No. 3 de la Guardia Rural (GR) Leoncio Vidal, – cerca de 3 000 hombres–, por orden del Estado Mayor Conjunto, se envió el famoso Tren blindado, última esperanza de Batista para evitar que Santa Clara cayera en manos de los rebeldes.
En Tren blindado se construyó en los talleres ferroviarios de Ciénaga, en La Habana, bajo la supervisión del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Aunque fue concebido para la reparación de puentes que habían sido destruidos, así como tramos de la carretera Central que estuvieran levantados, se preparó con carros y coches blindados con planchas de acero y, además, artillado.

Cerca de 300 soldados, de ellos más de 20 oficiales, integraron la tripulación del tren que fue equipada con las últimas armas modernas que tenía de reserva el mando batistiano. El 23 de diciembre partió el Tren blindado desde La Habana con rumbo a Las Villas, pero mucho antes de que eso ocurriera, una célula del Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), mantenía informado al Che de todos sus movimientos.
Ya para esa fecha habían desertado el coronel Florentino Rosell, jefe del Cuerpo de Ingenieros, quien había sido designado como jefe del tren, así como un grupo de soldados en la Estación de Güines, mientras le realizaban al tren su primera inspección técnica.
El 29 de diciembre el tren se encontraba apoyando a los soldados que defendían la Loma de Capiro, pero ante el avance de las fuerzas rebeldes, los militares batistianos tienen que retirarse y se refugian dentro de los vagones de la nave de acero que comienza a moverse. La mole de hierro en su huída se desliza velozmente por la vía férrea rumbo a la ciudad para protegerse, sin que sus tripulantes se dieran cuenta de que ese sería el último viaje que realizaría el Tren blindado.

Como el Che conocía que el tren solo podía moverse en dirección Oeste, rumbo al interior de la ciudad, le dio órdenes precisas al Capitán Ramón Pardo Guerra, para que con su pelotón, integrado por unos 40 hombres descarrilara y tomara el tren.
Para cumplir la misión, los combatientes del pelotón se las ingeniaron y encontraron un buldócer que operado por el Capitán Roberto Ruíz, levantó unos 20 metros de raíles de la vía férrea, en el crucero de la línea del ferrocarril y la Avenida Rafael Trejo, lo que ocasionó que allí se descarrilara la locomotora y varios vagones del Tren blindado.
Posteriormente, una vez paralizado el tren, los rebeldes comenzaron a lanzarle cocteles molotov y a dispararles hasta lograr su rendición en horas de la tarde.
Entonces el pelotón del Capitán Alfonso Zayas entró a la ciudad con el objetivo de atacar el Gobierno Provincial y cerrar las calles para impedir que les llegaran refuerzos del Regimiento Leoncio Vidal, a los soldados enemigos que se encontraban atrincherados en la Estación de Policía, el Gran Hotel (hoy Santa Clara Libre), y el Cuartel No. 31 GR.

El día 30 se rinden el Cuartel de Servicio de Vigilancia a Carreteras (Caballitos) y el Gobierno Provincial. El día 31 cae el Escuadrón 31 GR, la Cárcel y la Estación de Policía donde se encontraban cerca de 1 300 hombres atrincherados, con 2 tanques y 2 tanquetas. En el asalto a esta última posición enemiga, muere el Capitán invasor Roberto Rodríguez (El Vaquerito), jefe del Pelotón suicida.
Mientras tanto, fuerzas de la Columna Invasora No. 2, Antonio Maceo, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, luego de 10 días de intensos combates, logran la rendición del Cuartel de Yaguajay, a las 4:30 pm de ese 31 de diciembre, el último enclave militar al norte de Las Villas que faltaba por vencer.
Las fuerzas batistianas que continuaban combatiendo en la Audiencia y en el Gran Hotel, se rinden en la mañana del día 1ro de enero. También las que estaban acantonadas en el aeropuerto, aunque no habían sido atacadas.
Sólo faltaba por caer en manos rebeldes, el Regimiento No. 3 GR, Leoncio Vidal, con cerca de 1 300 soldados, tanques y tanquetas en plena disposición combativa. Entonces, los combatientes del Che, comienzan a cercar la instalación militar enemiga.
Ya el Che conoce de la huída de Batista y del pretendido gobierno provisional. Envía emisarios a parlamentar con el jefe de la unidad castrense, el coronel Hernández, para convencerlo de que se rinda, con plenas garantías para la vida de todos los oficiales y los soldados enemigos.
Los parlamentarios regresan con el mencionado coronel, que se entrevista con el Che. Insiste en una tregua. Pero el Comandante rebelde es tajante. ¡No hay tregua!, ¡Rendición incondicional o fuego!
Antes de las 12:30 pm, hora en que expira el plazo dado por el Che, el Regimiento No. 3 GR, Leoncio Vidal, se rinde.
Entretanto Fidel, que se encontraba en Palma Soriano, donde habían sido instalados los equipos de Radio Rebelde, con voz emocionada ofrecía al pueblo de Cuba su trascendental alocución: ¡REVOLUCIÓN, SI; GOLPE MILITAR, NO!











Fuentes:
- Cuando esta guerra se acabe. De las montañas al llano, por Andrés Castillo Bernal.
- La batalla de Santa Clara, por Bernal Mora, periódico Hoy, 27 de diciembre de 1974.
- Un hecho poco conocido: http://www.rguama.icrt.cu/un-hecho-poco-conocido/
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Jose dijo:
1
31 de diciembre de 2018
13:44:38
Hector Correa Jasso dijo:
2
31 de diciembre de 2018
16:37:10
Manuel Rdguez. Paneque dijo:
3
31 de diciembre de 2018
19:57:37
Carla dijo:
4
1 de enero de 2019
00:29:33
Ramón dijo:
5
1 de enero de 2019
03:40:39
Manuel Rdguez.Paneque dijo:
6
1 de enero de 2019
18:31:08
rafael ruiz dijo:
7
2 de enero de 2019
17:15:17
Gerardo dijo:
8
16 de abril de 2019
23:09:30
JAVIER dijo:
9
11 de enero de 2021
19:50:42
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