ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Getty Images

Cuando se hable de la arquitectura urbana de Barcelona, España, sin lugar a dudas habrá que mencionar al arquitecto catalán Antoni Gaudi i Cornet, uno de los máximos exponentes del modernismo, quién desarrolló un diseño arquitectónico único y personal  y es, además, el autor de la mítica e inacabada catedral de La Sagrada Familia, símbolo de la ciudad condal, entre otras hermosas obras.

En el pequeño poblado de Reus, Tarragona, cerca de Barcelona, nació Gaudí el 25 de junio de 1852, aunque también se dice que fue en Riudoms. Allí su abuelo junto con su padre tenía un taller donde fabricaban calderos. Durante su adolescencia en ese lugar aprendió los oficios de forja de hierro, cerámica, vidriería, y carpintería, que les serían muy útiles en su futura carrera.

En el Convento del Carmen de Barcelona, terminó el bachillerato en 1868, donde continuó destacándose  en la asignatura de dibujo. Comenzó en 1874 sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, al tiempo que realizaba otros trabajos que le permitieran poder cubrir los gastos de sus estudios universitarios.

Como estudiante sobresalió por sus avanzadas ideas a tal punto que algunos de sus profesores y destacados arquitectos lo acogieron para que trabajara con ellos, como los famosos y respetables Josep Fontseré, Francisco de Paula del Villar y, sobre todo, Joan Martorell, quien fue su primer mentor.    

Gaudí culminó su carrera en 1878 en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y su notoriedad como alumno con capacidad para generar nuevas ideas o conceptos  fue reconocida por su Director  EliesRegen, quien el día de su graduación declaró: «No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá». Y fue un genio.

Gaudí colocó en la entrada principal un conjunto escultórico que representa a San Jorge en plena lucha con el dragón. Foto: Getty Images

El ya arquitecto Gaudí se estableció en un modesto despacho en la carrer del Call, en Barcelona, desde donde inició su gran obra urbanística. Sólo contaba con su talento y muchas ideas en su cabeza, pero no eran suficientes para llevarlas a cabo.

A mediados de 1878 el arquitecto conoció a una figura que marcaría definitivamente su destino como artista: Eusebi Guell, quien era un promotor de la industria nacional y un apasionado por las artes.

Se inició así una gran amistad entre los dos hombres que le propició a Gaudí poder desarrollar y ampliar todas sus cualidades artísticas. Con el tiempo el acaudalado Guell se convirtió en su principal patrocinador.

El genio creativo de Gaudí le permitía concebir mentalmente sus obras antes de pasarlas a planos detallados. Prefería proyectar sus trabajos en maquetas tridimensionales moldeando todos sus detalles según los iba ideando mentalmente. También improvisaba sobre la marcha.

En sus inicios el arquitecto  resultó influido por el arte neogótico y tendencias orientales, para más tarde llegar hasta el modernismo en su época de mayor esplendor, entre finales del siglo IX y principios del XX. Gaudí fue más allá del modernismo legítimo y creó un estilo personal único basado en la observación de la naturaleza, lo que le permitió utilizar formas geométricas regladas, como el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.

Su primer encargo fue una casa modernista que erigió entre 1883 a 1888, casa Vicens, que estaba situada en Gracia, un barrio urbano de Barcelona. La residencia de colorida mampostería con azulejos, muestra un estilo árabe y musulmán, con cuatro plantas y un subterráneo.

Esta construcción señaló la armoniosa fusión entre arquitectura, artes plásticas y decorativas, que acompañó a la obra de Gaudí por el resto de vida.

Sus edificaciones se caracterizan por el riguroso estudio y la aplicación de nuevas y novedosas soluciones estructurales que culminan con un estilo orgánico inspirado en la naturaleza, sin perder la experiencia de otros estilos anteriores, creando una obra arquitectónica que es una relación perfecta entre la innovación y la tradición.

La obra de Gaudí está marcada por las que fueron sus cuatro grandes pasiones en su vida: la arquitectura, la naturaleza, la religión y el amor a Cataluña.

En muchas de sus edificaciones está presente el sistema inédito hasta ese momento, de colocar pedazos de baldosas de cerámica, a lo que se le llamó «trencadís» , troceado o picadillo en idioma catalán.

Cuentan que en una ocasión Gaudí fue al taller de LluisBrú y al ver cómo colocaban las piezas, agarró una baldosa y con una maceta la rompió,  y exclamó: «A puñados se tienen que poner, si no, no acabamos nunca». Desde la fábrica de Pujol i Bausis, situada en Esplugas de Llobregat, traían los materiales desechables, además de fragmentos de platos y tazas de café de loza blanca.

Esta técnica del “trencadís” se utilizó por vez primera en el llamador de la entrada de la finca Guell, en la avenida de Pedralbes, Barcelona. La arquitectura sinuosa obligó al arquitecto a romper las baldosas donde no se podían utilizar enteras.

Luego de su primer encargo el prestigio del arquitecto Gaudí se acrecentó y comenzó a recibir solicitudes para una serie de edificaciones.

Villa Quijano (El Capricho)

Villa Quijano (El Capricho) Construida en Cantabria en 1884, la finca de El Capricho continuó con el estilo de la Casa Vicens y combinó elementos de la arquitectura medieval española con las influencias orientales del catalán. Foto: Getty Images

Construida en Cantabria en 1884, la finca de El Capricho continuó con el estilo de la Casa Vicens y combinó elementos de la arquitectura medieval española con las influencias orientales del catalán

Palacio Güell

Palacio Guell. Iniciada en 1886, la construcción del Palacio Güell significó punto de inflexión y fama para el genio catalán. Foto: Getty Images

Iniciada en 1886, la construcción del Palacio Güell significó punto de inflexión y fama para el genio catalán. Con un presupuesto casi ilimitado gracias a Eusebi Güell (su principal mecenas) , un Gaudí en camino a la maduración diseñó con total libertad creativa el edificio que lo catapultó a la fama y habría de servir como inspiración para sus proyectos posteriores.

Casa Batlló

En la Casa Batlló, Gaudí persiguió el diseño de formas de la naturaleza como animales, restos óseos y vegetación. Foto: Getty Images

El proyecto para remodelar completamente un edificio construido en 1875 llegó a las manos de Gaudí en 1904 y dos años más tarde, el edificio de ocho plantas se convirtió en la fachada más orgánica de Gaudí y su paso decisivo al naturalismo que practicó hasta el final de su vida.

Casa Milá

Casa Milá. Con 8 plantas y 33 balcones cuya herrería emula vegetación terrestre y marina, la Casa Milá es muestra de la maduración del lenguaje arquitectónico de Gaudí y uno de los monumentos más visitados en toda España. Foto: Getty Images

Con 8 plantas y 33 balcones cuya herrería emula vegetación terrestre y marina, la Casa Milá es muestra de la maduración del lenguaje arquitectónico de Gaudí y uno de los monumentos más visitados en toda España.

Park Güell

Park Guell, En 1900, Gaudí volvió a trabajar bajo encargo de Eusebi Güell, esta vez en la construcción de un proyecto residencial pensado para acoger a familias acomodadas lejos del bullicio del centro de la ciudad. Foto: Getty Images

En 1900, Gaudí volvió a trabajar bajo encargo de Eusebi Güell, esta vez en la construcción de un proyecto residencial pensado para acoger a familias acomodadas lejos del bullicio del centro de la ciudad.

Con el paso del tiempo, el proyecto urbanístico del catalán se convirtió en el parque público más famoso y visitado de Barcelona. El Park Güell cuenta con viaductos y un templo dórico sobre el que se levanta la plaza, además de una zona que en los planos originales concibieron una capilla.

La Sagrada Familia

La Sagrada Familia Obra cumbre de Gaudí cuyo proyecto le otorgó fama internacional es visible casi desde cualquier punto de la Ciudad Condal. Con apenas 31 años, Gaudí tomó este proyecto sin rumbo y trabajó en el los siguientes 43 años hasta el día de su muerte. Foto: Getty Images

La obra cumbre de Gaudí cuyo proyecto le otorgó fama internacional es visible casi desde cualquier punto de la Ciudad Condal. Con apenas 31 años, Gaudí tomó este proyecto sin rumbo y trabajó en el los siguientes 43 hasta el día de su muerte, dedicándole sus últimos 15 años de vida exclusivamente al templo y que por la pandemia no se podrá terminar de construirse en 2026.

CURIOSIDADES GAUDIANAS

--Mientras Gaudí trabajaba intensamente en Barcelona en la obra del hermoso Park Guell, en La Habana, su coterráneo catalán, el maestro de obras Ramón Magriñá, lo hacía en los Jardines de la Tropical, con elementos constructivos muy parecidos, utilizando la naturaleza también como uno de sus principales elementos.

Gaudi en la presentación del Corpus Chistri. Foto: Getty Images

De acuerdo con la Licenciada Yaneli Leal del Ojo de la Cruz, en su libro, Los Jardines de La Tropical, hay similitudes entre los dos parques .

«La sala hipóstila del Park Güell es tal vez la estructura que establece un nexo más evidente con los Jardines de La Tropical, en particular con el salón Ensueño…», ambas obras se construyeron simultáneamente, Gaudí nunca visitó Cuba.

--En 1891 Gaudí se hizo cargo de la construcción de la Casa Botines, en León, y colocó en la entrada principal  un conjunto escultórico que representa a San Jorge en plena lucha con un dragón.

Años después, en 1952 cuando los técnicos trabajaban en la restauración de la escultura, descubrieron en su interior un cilindro de plomo que contenía los planos originales del edificio firmados por el propio Gaudí y ejemplares del diario local El Campeón, de fecha 1892.

--Un proyecto comunitario en la localidad costera de Jaimanitas, cercana a La Habana, el ceramista y artista plástico José Antonio Rodríguez (Fuster) lo transformó  en un homenaje a Gaudí.

En ese pintoresco lugar las paredes de las casa, los bancos en las aceras, la casa del médico de la familia, la parada de ómnibus, las fachadas en general, están cubiertas por trozos de coloridas cerámicas al estilo de la técnica del «trencadis».

En la tarde del 10 de junio de 1926 cuando el genial Gaudí  caminaba por la Gran Vía de les Corts Catalanes rumbo a la Sagrada Familia, como habitualmente hacía, falleció atropellado por un tranvía. De momento no fue identificado  y confundido con un mendigo. En el Hospital de la Santa Creu, más tarde fue reconocido por un capellán de La Sagrada Familia.

Fuentes:

Las obras más impresionantes de Gaudí, el hombre que dominó la arquitectura orgánica

Antonio Gaudí, el genial arquitecto que murió atropellado por un tranvía

Encuentran un autógrafo de Gaudí en la panza de un dragón

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Susana dijo:

1

25 de junio de 2021

17:03:18


Asombrosamente, me he encontrado este articulo en Granma. Lo he disfrutado mucho. Que Granma siga publicando articulos de este tipo enriquece el periodico.

Julia Mary Tarqui Cano Respondió:


24 de septiembre de 2021

10:28:11

Buena redacción e interesante contenido. Felicitaciones a los que hacen posible conocer a Antonio Gaudí