ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Los intentos del gobierno de Estados Unidos por  impedir la llegada de combustibles  a Cuba para paralizar totalmente el país comenzaron en junio de 1960, cuando el monopolio de refinerías Esso, Texaco y Shell (las tres hermanas, como se les llamaba), se negaron a refinar el petróleo que la isla con todo su derecho había adquirido en la URSS.

Hoy en día ese objetivo de agresión económica continúa presente en la política yanqui con la persecución y sanciones a las empresas armadoras de los buques tanqueros que transportan  hidrocarburos principalmente desde Venezuela a Cuba.

La dependencia en las importaciones de combustibles, la especulación y el ahorro de divisas, entre otros aspectos, propiciaron la constitución del Instituto Cubano de Petróleo (ICP) que, como dice su artículo Quinto: “será el organismo a través del cual el Gobierno Revolucionario podrá manejar la política de combustibles,  derivados del petróleo, de acuerdo con los planes que se tienen para la mecanización agraria, transporte e industrialización”

Una de las primeras medidas que tomó el ICP fue la de ampliar la planta de la Refinería de Cabaiguán, que tenía una producción diaria de dos mil barriles, llevándola a seis mil barriles diarios conjuntamente con la capacidad de almacenamiento y distribución de la terminal adjunta.

También comenzó a construirse  una planta de gas en la zona de Puentes Grandes, en Marianao, que sería una de las mayores hasta ese momento en el país. 

Teniendo en cuenta que las necesidades de combustibles aumentarían por el amplio plan de desarrollo e industrialización que emprendería el Gobierno Revolucionario, el ICP contactó en el mercado mundial  directamente a una  empresa de Venezuela para adquirir petróleo a un precio muy inferior al que se le pagaba a las radicadas en Cuba.

Las empresas matrices de la Esso Standard Oil, la Shell y la Texaco Inc., especulaban  hacia años  con el  petróleo pues vendían a sus subsidiarias en Cuba entre  $2.80 y $3.02 CIF el barril, mientras que la empresa  independiente,  Superior Oil Company, el mismo petróleo lo ofertaba al ICP a $2.10 CIF el barril.

Pero por presiones de las “tres hermanas” y de otras compañías que tenían el control total de la industria petrolera en Venezuela, incluyendo su transportación, la Superior Oil Company, no pudo cumplir el contrato al negársele arrendar  buques tanques para transportar el crudo a la refinería cubana.

Cerrado el mercado por las transnacionales yanquis, el ICP le compra entonces a una empresa de la URSS el petróleo mucho más barato, como lo explicaría Fidel en su comparecencia por la TV Nacional:

“¿Qué precio obtiene el ICP? Obtiene un precio todavía más barato del que le había dado la Superior Oil de Venezuela, esa que le vendió a $2.10 y logra comprar un petróleo de más grado, es decir un petróleo de 33°, porque el petróleo tiene distintos grados de gasolina, hay uno que es muy espeso, tiene menos gasolina. Hay otro que es más ligero, tiene más gasolina. Se compra un petróleo de 33° a un precio que era equivalente. Es decir, ¿cuánto equivalía el petróleo a 33° a $2.14? ;Ah! ese mismo petróleo adquirido a $2.14 de 33°, adquirido por la compañía refinadora a la casa matriz vale $3.02, es decir, que se hace un ahorro por barril de petróleo que se le compraba a la Unión Soviética de $0.88 centavos de dólares por barril; es decir, que al no poder comprar el petróleo para su refinería a esa compañía, porque se lo impiden los monopolios, se le compra a la Unión Soviética una cantidad de petróleo”.

Al adquirir el Gobierno Revolucionario el petróleo en la URSS el ahorro por este concepto alcanzaba una cifra aproximada a los 20 millones de dólares anuales. Cesaban  de esta forma, los beneficios que obtenían las compañías suministradoras al imponer precios abusivos al hidrocarburo en contubernio con las autoridades cubanas antes del triunfo de la Revolución.

La estrategia de estas empresas petroleras estaba encaminada a mantener a Cuba como importadora perenne de combustibles. 

LA REACCION DE LAS TRES HERMANAS

Las tres refinerías reciben el 17 de mayo una notificación del Banco Nacional de Cuba donde se les informaba sobre la forma del pago de la deuda  y a su vez, le daban a conocer la decisión del Gobierno Revolucionario de conseguir en otro mercado parte de los 4 millones de toneladas de petróleo que se les compraban a ellos para que sus refinerías las procesaran.

En carta dirigida al presidente del Banco Nacional de Cuba con fecha 6 de junio del corriente año, la respuesta de la Esso, de la Shell y de la Texaco fue negativa, es decir que se negaban  a refinar el petróleo proveniente de la URSS, que Cuba adquiría más barato y, además,  pagándolo con azúcar.

Era evidente que detrás de la negativa estaba el Departamento de Estado del gobierno estadounidense que apostaba por paralizar al país por falta de combustibles. Esas compañías tenían el control mundial de los hidrocarburos.

La Shell fue la primera que comenzó a retirar a los jefes, a sus ingenieros, a sus técnicos. A los cubanos les hicieron ofertas para que abandonaran el país. También retiró los fondos que tenía para la adquisición de los crudos que se necesitaban para refinar.

LAS INTERVENCIONES   

Estábamos en el mes de junio y aproximadamente desde el mes de mayo la refinería Texaco de Santiago de Cuba había reducido su producción. Estaba a punto de quedarse sin gasolina, kerosene y otros derivados del petróleo.

Podía procesar 25 mil barriles diarios de crudo, pero en los últimos días operaba sólo a 3 mil quinientos barriles diarios. Además, disminuyó sus embarques y ya apenas tenía existencias para refinar.

En los depósitos de la Shell en La Habana había unos 72 mil barriles. Teniendo en cuenta que ahora trabajaba  a la mitad de su capacidad de producción, 12 mil barriles diarios, alcanzarían solo para menos de una semana. Normalmente esta empresa recibía de Venezuela cuatro buques tanques al mes, pero desde la última quincena del pasado mes no atracaba ninguno.

La Esso, en aquel entonces podía refinar diariamente unos 36,500 barriles de petróleo, que representaba el 42 por ciento de la capacidad total de refinación en Cuba.

Directivos de dicha empresa declararon que la falta de combustible se debía a que los proveedores en Venezuela no le suministraban el crudo porque no habían liquidado la deuda por importaciones anteriores. Un pretexto que a nadie podía engañar. Realmente estaban presionando para dejarnos  sin una gota de combustible.

Para los representantes de las poderosas empresas yanquis, la paralización del país era inminente. Calculaban que el  petróleo comprado a la URSS llegaría en el mes de julio. Pero se equivocaban. Una parte de ese cargamento  estaba en aguas cubanas. Además, igualmente estaba sobre la mesa, la firme y soberana respuesta del Gobierno Revolucionario a la provocación.

En la mañana del 29 de junio funcionarios del ICP luego de poner en conocimiento la Resolución 188  al señor Robert  T. Carter, superintendente asistente de la refinería Texaco en Santiago de Cuba, y ante su negativa de refinar el petróleo del Estado cubano, se procedió a su intervención oficial por desacato.

De igual forma se actuó el 1 de julio con las refinerías Shell, y Esso  en La Habana, al notificárseles las Resoluciones 189 y 190 respectivamente. Y ante la negativa de refinar el petróleo del Estado cubano, también fueron intervenidas por desacato.

La Esso, la Texaco y Shell (las tres hermanas, como se les llamaba), se negaron a refinar el petróleo que la isla con todo su derecho había adquirido en la URSS. Foto: Revista Bohemia
Una de las primeras medidas que tomó el ICP fue la de ampliar la Refinería de Cabaiguán, que tenía una producción diaria de dos mil barriles, llevándola a seis mil barriles diarios Foto: Archivo de Granma
Fidel firma la Resolución 188 mediante la cual se dispone la intervención de la Texaco si se niega a refinar el petróleo del Estado cubano. Foto: Revista Bohemia
Primera plana del periódico Revolución, 29 de junio de 1960. Foto: Archivo Granma
El señor Robert T. Carter, superintendente asistente de la refinería Texaco en Santiago de Cuba, firma los documentos de la intervención. Foto: Archivo de Granma
Momento en que se arría la bandera estadounidense en la refinería Texaco de Santiago de Cuba, luego de ser intervenida. Foto: Archivo de Granma
Carta del representante de la Shell al Gerente de la refinería instruyéndolo a actuar en caso de que representantes del ICP se comunicaran con él. Foto: Archivo de Granma
Primera plana del periódico Revolución, 1 de julio de 1960. Foto: Archivo de Granma
Momentos en que el Comandante Onelio Pino Izquierdo, interventor de la Esso, y otros funcionarios del ICP, navegaban junto a una patana con petróleo rumbo a los muelles de esa refinería. Foto: Archivo de Granma
La comitiva del ICP encabezada por el Comandante Onelio Pino, avanza hacia las oficinas de la refinería Esso. Foto: Archivo de Granma
El Comandante Onelio Pino Izquierdo, interventor de la refinería Esso, firma el histórico documento. Foto: Nuñez, Carlos
Winfred C. Barnes, administrador general de la Esso firma el acta de intervención de la refinería, luego de negarse a refinar el petróleo del Gobierno Revolucionario. Foto: Carlos Nuñez
El presidente de la de la Shell en Cuba, Baird Smith, firma el acta de la intervención de la refinería. Foto: Carlos Nuñez
Vista panorámica de las refinerías Esso y de la Shell en la bahía de La Habana. Foto: Revista Bohemia
Anuncio en la revista Bohemia del 24 de julio de 1960, que da a conocer la perforación del primer pozo cerca del poblado de Barreras, en La Habana. Foto: Revista Bohemia

RESPONDE EL PRESIDENTEDEL ICP AL DE LA TEXACO

Ante las manifestaciones hechas a la prensa por el presidente de la Texaco,  August  C. Long en New York, el Director General del Instituto Cubano del Petróleo (ICP), formuló las siguientes declaraciones:

"1ro.---Que no existe en la legislación petrolera de Cuba, ninguna disposición legal que otorgue a la mencionada empresa, “seguridades del gobierno cubano  de que se les continuaría permitiendo refinar su propio petróleo”. Es más: en la resolución del Ministro de Hacienda de fecha 16 de septiembre de 1955, por la cual se le acuerda a la "The Texas Company (WestIndies) Ltd”, el disfrute de los "beneficios excepcionales fiscales y económicos establecidos en la Ley- Decreto No.1758 del 2 de noviembre de 1954", no se refiere para nada al petróleo de la empresa".

“2o...Que la única oportunidad en que esa empresa manifestó que se negaba a refinar el petróleo del Estado, fue en su comunicación del 6 de junio de este año dirigida al presidente del Banco Nacional, comandante Guevara--no puede entonces afirmar que lo hizo en repetidas  ocasiones,  dando a suponer que era cosa ya sabida.

"3o.----Que, de ninguna manera, el Gobierno Revolucionario  se negó a conceder dólares, "salvo a condición de que se adquiriera petróleo crudo de Rusia". El arreglo de la deuda en dólares propuesta por el Banco Nacional, fue aceptada  por esa empresa con fecha junio 6 pasado; pero en la misma comunicación no acató la orden del Gobierno de refinar el petróleo que el Estado Cubano habla adquirido”.

"4º —La Ley sobre la cual el Gobierno Revolucionario afirma su derecho a exigir de la Texaco la refinación del petróleo del  Estado, no es "una Ley de 1938", tal como peyorativamente parece afirmar el Presidente de esa empresa –es !aLey de Minerales Combustibles del 9 demayo de 1938, ley básica de la legislación petrolera, actual y del pasado, que ha sido confirmada, en su vigencia  por la Ley No, 635 del 20 de noviembre de 1959".

"5o.----Que la Ley 1758 del 2 de noviembre de 1954, a que hace referencia el señor August T. Long', presidente de la Texaco, no ha eximido a esta empresa en Cuba, del cumplimiento de !as obligaciones que en materia de refinación impone la Ley de Minerales Combustibles en su capítulo X, Artículo XLIV, Apartados I, II, y III”.

Fdo. Ing.  AIfonso  Gutiérrez López,
Director del ICP
lng. M. Hurtado de Mendoza.
Asesor de la Dirección del ICP

Revolución, 1 de julio de 1960

Fuentes:

Revista Bohemia, 10 de julio de 1960

Periódico Revolución, junio y julio de 1960

Comparecencia de Fidel en la T.V, Nacional, 11 de junio de 1960

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imilsis carrion dijo:

1

23 de junio de 2020

00:21:03


Gracias a Dios que se fueron.Del imperio NADA.

Francisco Rivero dijo:

2

25 de junio de 2020

08:57:34


Es de agradecer la publicación de esta materia para bien comprender, como de interesarse sobre el mismo, pienso en aquellas que desconocen este evento de importancia para la nación cubana y el de hacer valer su derecho a la soberania e independencia. Saludos fraternos

Rosa Angélica dijo:

3

25 de junio de 2020

12:30:09


Qué bueno este trabajo. Refresca la historia de los años primeros de la Revolución.

Manuela Durán dijo:

4

29 de junio de 2020

11:58:58


Felicidades petroleros ... el próximo 1 de julio estaremos celebrado el Día del Trabajador Petrolero

lalo dijo:

5

29 de junio de 2020

15:07:49


Esso no pue Shell porque Texaco de aqui!!

Luis Riveron dijo:

6

30 de junio de 2020

08:10:38


El imperialismo nunca nos va a perdonar haber nacionalizado, en nuestro legítimo derecho, todas las propiedades que tenían en Cuba. Ese es el motivo real de la guerra que nos han impuesto por más de medio siglo. El bloqueo genocida no es un castigo al gobierno revolucionario por oprimir al pueblo, es un castigo al pueblo por apoyar al gobierno.