LAS TUNAS.—Sesenta años se cumplieron de aquel día memorable en que desembarcó la luz de la libertad que portaba el Yate Granma. Un hombre de preclaro pensamiento tocaba tierra cubana dispuesto a hacer una Revolución, y la historia gustosa le abría los brazos para acogerlo ya para siempre en su seno.
Fue en este día que el Comandante en Jefe pisó una vez más tierra tunera, y lo hizo con la misma gloria e hidalguía que lo acompañaron aquel 3 de enero de 1959, en que cruzó por Las Tunas la Caravana de la Victoria. En aquel entonces, los barbudos surcaron la madrugada, hoy, el eterno sol de esta Isla iluminó nuevamente al hombre eterno, al que ni la misma muerte cree haberse llevado.

Cerca de las once la mañana, el cortejo fúnebre tocó tierra tunera en el poblado de El Yunque, zona limítrofe con la provincia de Camagüey. Una hora y media después, pasaba frente a la Plaza Martiana del municipio cabecera, desde donde el Apóstol pareció mirar orgulloso, una vez más, a quien desafiando a la injusticia hizo realidad sus sueños.
Noventa banderas cubanas, portadas por jóvenes, ondearon desde la plaza, para demostrar la continuidad de su legado en las nuevas generaciones. Fotografías, banderas del 26 de Julio, palabras escritas en los rostros, fueron algunos de los modos que encontraron los tuneros para decirle al héroe de la Sierra, cuánto lo aman y amarán por siempre.
Miles de hijos e hijas de esta gloriosa tierra que prefirió ser quemada antes que esclava, acompañaron, desde ambos lados de la carretera a Fidel, que esta vez no caminaba en su forma física, sino multiplicado entre la multitud que lo aclamó como tantas otras veces. ¡Yo soy Fidel!, ¡Hasta Siempre Comandante! o ¡Hasta la Victoria Siempre!, fueron algunas de las consignas que enarbolaron niños, jóvenes, mujeres y ancianos, todos agradecidos eternamente a su Líder.

Los testimonios de quienes vivieron este inolvidable momento son la prueba fehaciente de que el dolor hoy se troca en compromiso.
Para el combatiente Alejo Paz Pérez, hoy Fidel se ha vuelto 11 millones. Él aseguró que hoy despidió a su jefe, al hombre cuyas órdenes, por el bien de la patria, seguirá hasta el día de su muerte.
Brayan Alexis Moreno Fuentes apenas tiene seis años, pero quiso estar en este momento junto a su abuela. Aunque aún es muy pequeño, dice sin titubeos, «yo quiero mucho Fidel, y sus ideas seguirán vivas en mi corazón».
Yurina Labrada Caballero, asegura que lo que el Comandante nos enseñó perdurará a través del tiempo. «Yo me siento como su hija, y he venido a rendirle homenaje, porque eso hacen los hijos que aman a sus padres».
Los trabajadores de la salud, quienes han llevado las banderas de la solidaridad y el internacionalismo a todas partes del mundo, acudieron también para decir un hasta siempre al líder de la Revolución. Xiomara Mercantete, a nombre de sus compañeros, dijo a Granma que «Fidel para nosotros es todo y no hablamos de él en pasado, lo nombramos en presente porque sencillamente no ha muerto, él camina entre su pueblo, inunda las calles con su grandeza».

No podían los pioneros, mayor tesoro de la patria, faltar a esta cita con el Comandante en Jefe. La pionera de sexto grado, Claudia María Vázquez Bermúdez, asegura que siente un gran dolor y orgullo al mismo tiempo, porque para ella, este fue un encuentro con Fidel. «Donde quiera que esté, debe tener la confianza de que nosotros los vamos a seguir».
Las muestras de respeto y cariño hacia el eterno joven rebelde, se dejaron escuchar hasta la comunidad de Cañada Honda, en el municipio de Majibacoa, donde el pueblo de Vicente García lo despidió, para que fuera recibido por los patriotas holguineros. Sin embargo, flotando en el aire quedará por mucho tiempo esa máxima que asegura, Comandante en Jefe, ¡Ordene!
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Esteban Pena Pena dijo:
1
2 de diciembre de 2016
21:16:36
Prudencio dijo:
2
3 de diciembre de 2016
13:02:53
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