ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Fidel entrando en la Bahía de La Habana con el yate Granma, junto a Raúl y otros expedicionarios en 1974, durante su última travesía, antes de ser preparado para exponerlo permanentemente en el Museo de la Revolución. Foto: Archivo

Es 2 de diciembre de 1956 y el expedicionario más joven del yate Granma, Arsenio García Dávila, co­mienza a desandar en una punta de mangle llamada Los Cayuelos, a dos kilómetros de la playa Las Coloradas.

La travesía que emprendió el 25 de noviembre ha sido difícil, mas no en vano. Quizá en el fondo lo sabe y por eso no pierde las esperanzas. Veinte primaveras tenía entonces y una sed de libertad que le encogía el corazón con cada injusticia; como aquella vez en que, por falta de dinero para comprar medicamentos, casi ve morir a un hermano en su natal Güines.

Para Arsenio el contingente del Granma estaba impregnado de poesía, de cariño, de amor. Foto: Jose M. Correa

El Granma venía más cargado de sueños que de armas —afirma contundente a la altura de sus 80 años, en una habitación repleta de fotos que reproducen fragmentos de la historia—, y fue lo más grande que me pudo ocurrir como joven y ser humano que quería cambiar la realidad desesperante que estaba viviendo.

Hijo de campesinos, pobre, obligado desde pequeño a abandonar la es­cuela para ayudar en el sostén de su familia, dependiente de co­mercio, men­sajero, cobrador, rebelde revolucionario… De Arse­nio pue­­den decirse muchas cosas; así como de aquel muchacho en el que cuajó el deseo de la lucha, la necesidad    de la lucha en su espíritu rebelde. Pero una palabra lo define todo: conciencia.

Sufríamos la explotación, la discriminación de aquella época y eso me fue formando la idea de que había que hacer algo, apunta.

Adrián Deynes siente que hoy está relevando el camino que ellos trazaron. Foto: Jorge Luis González

LIBRES O MÁRTIRES, JUNTO A FIDEL

El 15 de mayo de 1955 salen Fidel y sus compañeros de lucha de la cárcel  de Isla de Pinos y, pocos días después, el ingeniero, amigo y revolucionario Francisco Val­dés Ginebra lleva a Ar­senio a conocer al líder de la Re­volución.

«Me entrevisté con él en un apartamento en la calle 23 y 18. Re­cuerdo que fue muy impresionante cuando estuve frente a él, cuando me estrechó la mano. Estaban Raúl, Almeida, Melba, Montané. Me hizo muchas preguntas sobre mi familia y mi trabajo».

Desde ese momento, el Movi­miento 26 de Julio contó con otro imprescindible que pronto tuvo la misión de llevar a México un mensaje y dinero al Comandante, para el aseguramiento de la expedición. «Qué­date, que dentro de poco nos vamos», fueron las palabras que taladraron la mente del joven Ar­senio, como un disparo de compromiso, un regalo de la vida, un halago.

Oribelis afirma que velará por la Patria, como lo hicieron los expedicionarios. Foto: Jorge Luis González

Luego, vinieron los rigores de la preparación, las vicisitudes, las tensiones de los últimos días antes de par­tir… Hasta que por fin, una em­bar­cación pequeña en busca de la libertad se lanzó desde la ensenada de Tuxpan, en el puerto de Veracruz, «sin botes auxiliares por si naufragábamos, ni armamento para luchar contra una nave aérea o de superficie de la tiranía». Pero con ganas indomables de vencer.

Tensiones que subían con cada rayo de sol caracterizaron la travesía. De esos días de zozobra, Ar­senio escoge relatar aquel en que interceptaron una frecuencia de la marina y se conocen las acciones del alzamiento en Santiago de Cu­ba.

«Recuerdo a Fidel pegado a aquel aparatico de radio y diciendo que querría tener alas para poder estar junto a ese pueblo y los líderes de la operación».

En aquel espacio reducido, diseñado para 14 personas donde había 82, la dedicación era completa. Jun­to a ellos, además, uniformes, me­dicinas, el alimento necesario. Pa­samos situaciones críticas, pero no había espacio a la protesta, a la in­disciplina —comenta— entre per­sonas que, como promedio, teníamos 25 años.

Recorrido del yate Granma desde Tuxpan, México, hasta las Coloradas. Foto: Granma

Otro momento dramático resultó la caída al agua de Roberto Roque Núñez, cuando asediaba el mal tiem­po y salió en la búsqueda de los destellos del Faro de Cabo Cruz. En el silencio de la noche se escuchó ¡hombre al agua! —reseña Ar­se­nio—. Fidel da la orden de encontrarlo. Cuando por fin lo logramos, el Comandante improvisó un discurso y se entonaron las notas del Himno Nacional.

«Como ves, este contingente es­taba impregnado de poesía, de cariño, de amor. Fidel nos dio una lección de sentido humano: no podíamos dejar a su suerte a ningún compañero, aun a sabiendas de que en esas circunstancias, con solo un fa­llo, podíamos perder mucho.

«El día del desembarco, cuando identificamos la vegetación de nuestra patria, encallamos a unos 40 me­tros del mangle en un terreno fangoso. Venían 12 o 13 compañeros en un estado físico muy deteriorado y tuvimos que cargar su armamento. Lue­go vimos al primer campesino, Án­gel Pérez Rosabal, la caricatura de la miseria, quien nos confirmó que es­tábamos en territorio nacional».

LOS FUSILES SON LAS IDEAS

Cuba es —al decir de Arsenio— un «Granma multiplicado» y sus tripulantes los jóvenes que llevan en la sangre el proceso revolucionario. En­tre ellos se encuentran la oficial Orisbelis Hurtado y el camilito Adrián Deynes, quienes participarán en el desfile por el aniversario 60 del de­sembarco del yate Granma y Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que ha tenido que posponerse para el 2 de enero del 2017, porque la hora es de honrar a quien gestó esa epopeya.

Ella de un batallón de infantería en Ciego de Ávila y él, de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Ma­ya­be­que; ambos consideran que defender el futuro de esa nave triunfante es el principal derrotero de esta generación.

Si le preguntan qué significará desfilar al lado de aquellos rebeldes barbudos, el próximo 2 de enero, Adrián ratifica que «un gran orgullo». «Siento que estoy relevando el camino que ellos trazaron».

Por su parte, ella sostiene que «velará por la Patria como lo hicieron los expedicionarios para que fuera soberana».

«Representar a Cuba co­mo lo hicieron las FAR, Fidel y Raúl, salir adelante a pesar del bloqueo, estudiar y el trabajo político-ideológico: esas son las misiones de los jóvenes de hoy», expresa Adrián.

Y esas son certezas que Arsenio comparte, porque «cuando una idea es justa, la llevamos adelante y la impregnamos en la gente, es imposible destruirla». A propósito, en el compromiso y las raíces que había echado la idea de Fidel resume los factores que llevaron a la victoria definitiva de enero de 1959, y el motor impulsor que significó el desembarco del yate Granma.

«La Revolución fue la realización de un sueño que creía imposible, que veía a muy largo plazo. La alegría nos sorprendió a todos. Recordé a mi familia, que llegaba el momento de verlos, y contarle lo mucho que aprendió este hijo de campesinos».

Sesenta años después, Arsenio confirma que la trayectoria fue difícil, pero no en vano. La defensa de la Patria es el principal reto. Y los fusiles de hoy son las ideas, dijeron todos los entrevistados de alguna manera; dos generaciones que ha­blan en códigos similares sobre el futuro de Cuba, como si fueran na­vegando un nuevo yate Granma.

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Osmay dijo:

1

2 de diciembre de 2016

09:25:06


Hola: ¿Dónde puedo encontrar qué sucedió con el yate gramna después del desembarco? Gracias

ALEPH Respondió:


2 de diciembre de 2016

10:53:05

Tengo entendido que quedó tirado y olvidado por suerte para las nuevas generaciones . hasta despues del triunfo revolucionario que el propio timonel que lo condujo hasta las coloradas le dieron la mision de recuperarlo

Alejandro TT dijo:

2

2 de diciembre de 2016

10:13:29


Fidel, desembarcaste el 2 de Diciembre de 1956 por los cayuelo. Las colorada en la provincia de Granma. A 60 años de la llegada del Granma, hoy tu pueblo te espera para rememorar tu hazaña de grandeza, heroísmo con aquel yate cargado con el futuro de nuestra revolución. Por eso hoy todos los Granmenses te esperamos en la cuna de la nacionalidad cubana. La tierra de todos aquellos próceres de la patria, donde se cantó el himno por primera vez. Fue usted el seguidor y cultivador de todas las ideas de aquellos hombres de la talla de José Martí, Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Maceo. Fidel seguirás en la memoria de todos los cubanos. GLORIA ETERNA. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE COMANDANTE. PATRIA O MUERTE.

Miguel Nápoles dijo:

3

2 de diciembre de 2016

11:55:31


Fidel, el Granma y los cubano surcamos hacia el futuro VIVA FIDEL Y LA REVOLUCIÖN

javier dijo:

4

2 de diciembre de 2016

12:37:29


Hola, ¿donde puedo investigar mas sobre lo previo a embarcar el granma, el durante la embarcacion con documentos y relatos de cómo lo vivio Fidel, particularmente cerca de las 10:29, y sobre el desembarco y los primeros dias,?

Juan Emilio Vaillant Caballero dijo:

5

2 de diciembre de 2016

13:18:10


El título debe ser Cuba es un Granma, tripulado por 11 millones, eso es lo que somos todos los cubanos, Fidel.

Sigifredo Catasús dijo:

6

2 de diciembre de 2016

13:23:11


Nuevamente hay rumores de que has muerto, en la madrugada solo se oyen los tonos de teléfonos de los que brota una frase “MURIO FIDEL”. Yo no lo creo, pero la mustia voz de Raúl lo confirma. Miro a mi esposa que estalla en llanto, abraza a nuestra pequeña y me pregunta ¿y ahora?, solo podía comenzar a entender. Recuerdo a mi padre que siempre me dijo “FIDEL es tu tío” y así siempre fue. Crecí viéndote así, queriendo conocerte en persona, pidiéndolo a diario. No perdía un momento para escuchar con mi padre cada uno de tus discursos. Siempre he dicho tu nombre con orgullo y el destino te puso en mi camino, ahí te conocí. Apareciste como caído del cielo y todos gritaban mira a FIDEL, caminabas entre nosotros sin tu escolta que luego apareció desconcertada y tú ya reías con nosotros, despeinando con tu mano alguna que otra cabeza más pequeña que tu mano bendiciéndonos el futuro. No fueron más de cinco minutos, pero fue suficiente mi primera vez frente a ti. Era 7 de diciembre del 1988 y para mí fue un regalo de la vida. Luego en un campamento de la agricultura, llegaste y también te tuve al alcance de mi mano como siempre lo soñé. Tan cerca y siempre riendo, rodeado de los que más te emociono en la vida, los niños por los que hiciste revolución, a los que les diste escuela y futuro, los que siempre tuvieron la razón para ti y que aunque han crecido nunca dejaran de serte fiel. Por eso no te creo MUERTO, solo cerraste los ojos para seguir soñando y elevaste tu alma para reencarnar de nuevo en cada uno de los que te debemos algo, es decir EN TODOS. No puedes morir pues nunca te mataron. No cabías en la eternidad del pasado siglo pues era el siglo de recrear tus logros, de engrandecer tus hazañas, de cosechar tu obra y por eso como el profeta que siempre fuiste decidiste terminar como terminan los grandes, partiendo el mismo día que llegaste a cambiar la suerte no de CUBA sino del MUNDO, a conquistar la eternidad de este siglo que es TU SIGLO y donde nadie tomaría ni tan siquiera tu altura. Ahora estas como siempre quisiste, a la diestra de MARTI pues como el, no tienes igual y como un día el fuera el autor intelectual de cada uno de tus días, hoy lo eres para todo un pueblo que sigue cada uno de tus pasos sin mirar donde pisas, pues siempre fuiste el ser más seguro del mundo, por eso llegamos aquí. Ya no pudo despedirme pues vives en mi para siempre, ahora yo también soy FIDEL.

Tamara Peña Fonseca dijo:

7

3 de diciembre de 2016

12:20:47


Todos los jóvenes que no tuvimos la oportunidad de embarcar el Yate Granma hoy tenemos la oportunidad de embarcar el Yate de la Dignidad y el sentir revolucionario que él nos lego, y de esta forma decirle a nuestro querido Comandante los Jóvenes no te defraudaremos, HASTA SIEMPRE COMANDANTE; creo además que podriamos tener un sitio digital para conocer más sobre las particularidades de aquella gesta tan importante de nuestra historia