Con estas manos de un Héroe

Texto y foto: Pastor Batista Valdés

LAS TUNAS.—Hoy no anda como en esas fechas especiales del calendario, con la gloria que labraron sus propias manos resplandeciendo a flor de pecho en guayabera. Lo sorprendo como cada día: azadón en mano, con el rostro sudado, laborando en ese "conuquito" de tierra suya, en la periferia sur de la ciudad.

Domingo Urrutia Estrada, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, con ese verbo no menos tajante que su golpe de mocha sobre el plantón, asegura: "Convocar a esta firma es una de las mejores cosas que se han hecho, para que los yankis entiendan de una vez que este pueblo apoya a su Revolución".

¿Y la suya, por qué la dio?

"Porque es lo menos que puede hacer un hombre como yo: tengo salud, nueve hijos; entre ellos un médico y una enfermera; a mi hijo Ermidelio (el pelotero) toda Cuba lo conoce. Tengo 21 nietos, cuatro biznietos, millones de amigos, fui ocho veces Héroe Nacional del Trabajo y luego Héroe del Trabajo de la República de Cuba."

Le miro el vigoroso brazo y pienso que con esa misma mano mandó hacia la industria más de cuatro millones de arrobas de caña, con ella hizo 45 zafras, con ella acarició y aún arrulla a los más pequeños de su prole... y con ella estampó la segunda firma de su CDR.