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Los cenagueros no olvidan

Ventura de Jesús

CIÉNAGA DE ZAPATA.— Gumersinda Mirana no olvida sus antiguos resquemores. Le cuesta mucho trabajo disimular su repugnancia por el pasado capitalista.

Miseria es la palabra que repite más a menudo cuando recuerda su período de infancia y juventud.

A los 91 años de edad, Chicha (así la conocen los cenagueros) confiesa no estar dispuesta a permitir que descuarticen la Revolución que trajo bienestar a las personas de este rincón cubano, apenas un sitio de humedad y pesadumbre para sus pocos moradores antes del triunfo de 1959.

Foto: HUGO GARCÍAToda una vida de privaciones. Como en el recuerdo de un sueño se ve a sí misma, muy niña, con solo 12 años, iniciando su oficio de partera. "Crié nueve hijos, pero traje al mundo varias decenas. Llegué a ser la única y más famosa comadrona de toda la Ciénaga. Aquí no había médicos ni nada que se les pareciera".

Con frecuencia, muchos jóvenes cenagueros van a su casa situada en la localidad de Mario López para saber qué pasó en estos confines de la Ciénaga. Su vieja voz relata con detalles minuciosos los pesares que padecieron los cenagueros, muchos de los cuales llegaron a la adultez sin superar siquiera los hábitos de la infancia.

"Siempre anduve descalza y ayudando a mi padre en los trajines del monte y ordeñando vacas. Ni hablar de estudios. La primera vez que le vi la cara a un médico ya era casi abuela."

Chicha no tolera la idea de volver al pasado. Cuando le comentan las aspiraciones del presidente Bush, un sentimiento de rabia le sube de pronto. "Eso no tiene camino", comenta con una frase propia de la localidad para expresar que no hay cabida. "Los cenagueros no han perdido el juicio. Padecimos mucho y sabemos que la Patria y la Revolución son sagradas".

Tampoco el viejo Idelfonso Bonachea, de 79 años de edad y de estirpe mambisa, quiere revivir los tiempos del capitalismo en estos parajes. Es algo que le satura la memoria. Hijo de un veterano de la Guerra de Independencia (capitán Jesús Bonachea), tiene muy definida su vocación patriótica. "Soy revolucionario hasta que muera. ¿Volver al pasado? Primero muerto".

Por esas razones y otras muchas, Chicha y Bonachea fueron de los primeros en firmar este sábado en el CDR Camilo Cienfuegos, de la zona 15, en el Consejo Popular Mario López. Están marcados por la desdicha del capitalismo. "Nadie como la gente de esta zona comprende las ventajas del socialismo", comenta Bonachea. Y agrega:

"Nuestra firmeza está inspirada en fundamentos muy sólidos. Ahí está Girón para refrescarnos la memoria."

Tal vez por ello los cenagueros, siempre empeñados en demostrar su apego a la causa revolucionaria, fueron de los primeros en firmar el Proyecto de Modificación Constitucional en todo el territorio nacional, y en especial Chicha, quien se levantó mucho antes del amanecer.

"Póngalo ahí periodista, los cenagueros no olvidan."

Publicado 18-06-2002

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