La Patria sí tiene potestad

Ortelio González Martínez

La cara de Daniel Cañizares Fiss es la viva estampa de la alegría. Le comunicaron que estaba en trámite el proceso legal para una vivienda, facilidad que brinda el Estado cubano a estos casos.

Lo sorprendí en la casa para niños sin amparo filial de Ciego de Ávila, junto a Nancy Rafael Rodríguez, la directora del Hogar o, mejor dicho, "mami Nancy", como él la llama con palabras salidas del lado izquierdo del pecho.

Desde hace tres años comparte la vida con otros 11 compañeritos y da gracias a la Revolución y a Fidel por "posibilitarme ser alguien en la vida y por darme la oportunidad negada por mis seres más allegados".

Junto a Nancy, en el momento de la firma.

"Mi mamá me abandonó hace mucho tiempo y a mi papá no lo conozco. Cumplí 17 años el pasado 17 de junio y pronto abandonaré el Hogar porque ya puedo trabajar. Antes yo no tenía quien se ocupara de mí y ya ves, la Revolución sí que no me abandonó. ¿Habrá razones más poderosas para amarla?

"Yo sé que de la firma que estamos dando dependen muchas cosas: la dignidad, la perdurabilidad del proceso que impulsamos desde hace más de 40 años y la firmeza de todos." Convencido de lo que dice y con la nobleza reflejada en el rostro, habla del orgullo de ser cubano, y de la seguridad que tiene en que millones de compatriotas dignos firmarán el Proyecto, "los cubanos agradecidos" como él los llama.

Por eso el pasado sábado, cuando abrió su colegio, leyó a los vecinos un comunicado de reafirmación revolucionaria, de su puño y letra, "con mis ideas, las que he aprendido en las escuelas. El año que viene terminaré el grado doce, y después quisiera ingresar en la Escuela Formadora de Maestros Emergentes para responder al llamado de Fidel. Me gusta enseñar. Además, sería lo mejor que podría regalar a quienes tanto se han preocupado por mí".

Las palabras del joven agradecido resumen el sentido de toda una vida: "La potestad sobre mí, siempre la tendrá la Patria".