Hasta la historia se suma

Diego Rodríguez Molina

NUEVA GERONA.— La ínsula que la oprobiosa Enmienda Platt impuesta por EE.UU. dejó indefinida pertenencia como parte de sus planes expansionistas, da muestras por estos días, de definición patriótica sin precedente con la firma del pueblo a favor del Proyecto de Modificación Constitucional.

Los jóvenes, que tuvieron un papel protagónico en el proceso, reafirmaron su compromiso patriótico.

Los pineros lo hicieron suyo con el masivo respaldo desde el inicio del proceso el sábado, en los más de 1 100 puntos habilitados mayoritariamente en las propias casas, y engalanados por los vecinos con Bandera y Escudo cubanos, y el busto de Martí.

A unos 30 km al sur, en la comunidad Julio A. Mella, que rememora al líder juvenil que encabezara 80 años atrás las luchas por el reconocimiento de la soberanía cubana sobre la entonces Isla de Pinos frente a las apetencias yankis, los pobladores escenificaron otra jornada de la patriótica batalla.

"Estas firmas son nuestras balas contra el enemigo imperialista que nos amenaza y calumnia", asegura Justo Pantoja Rives, con 62 años a cuestas, pero con el entusiasmo de combatiente joven orgulloso de los logros donde antes señoreaba el latifundio.

"Los imperialistas ni su sistema imperialista jamás volverán a Cuba", afirma tras suscribir el Proyecto en su CDR 2, de la zona 42, en el reparto Nazareno, de Gerona, Matilde Quintana Pérez, a punto de cumplir 90 años y quien dice sentir en esta "una oportunidad para demostrar mi apego incondicional a Fidel... y responderle a Bush que esta tierra y su independencia son intocables".

Desde los más pequeños sumados con sus iniciativas en apoyo al proceso y evocando la humillante y aleccionadora historia de la intromisión yanki en el terruño, como la escuchada en voz de la pionera de 13 años, Esmeralda Cardoso Villasuso: "Si ahora podemos seguir modificando la Constitución a favor del pueblo, es porque tenemos una Revolución que no permitirá jamás enmiendas imperiales como la de Platt ni como la que pretende el señor W".

Así, hasta la historia se suma a la voluntad de los pineros por continuar haciendo trizas el engendro imperialista.