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![]() Tres motivos para firmar Ronal Suárez Ramos PINAR DEL RÍO.— Alejandro, Esther y Josefa tienen tres motivaciones diferentes para firmar el documento que por estos días está a la rúbrica de los cubanos, pero todas se traducen en una sola: reafirmar que no quieren otro régimen económico, político y social que el consagrado en la Constitución de la República de Cuba. El primero es el único cubano que en vida le da nombre a una marca de tabacos y cigarrillos: Vegas Robaina, la cual se abre paso en el mundo, llevando hasta el último confín la efigie del famoso productor de capas.
Con 83 años de edad, Alejandro Robaina fue el primero en estampar su nombre y apellidos en el local del CDR No. 5, en la zona de Barrigonas, municipio de San Luis. ¿Por qué firma?, le pregunté. "Para respaldar la Constitución de la República. Yo viví el capitalismo y conocí el tiempo muerto, la miseria, el hambre que se pasaba en esta zona. "Yo no puedo pensar, ni por un momento, que la marca Vegas Robaina pueda privatizarse y caer en manos de un capitalista explotador, al que solo le interese obtener ganancias."
Esther Montes de Oca, la nonagenaria maestra, abnegada madre y destacada revolucionaria, es además la integrante de mayor edad del CDR de su cuadra, el No.1 de la zona 61 de San Juan y Martínez. Más conocida por ser la progenitora de los hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, asesinados por la tiranía batistiana el 13 de agosto de 1957, no vacila en argumentar por qué suscribe el documento contentivo de la solicitud de las organizaciones de masas para modificar la Constitución. "Mis hijos dejaron explícito en su testamento político, escrito por Luisito en mayo de 1957, que luchaban por una Revolución martiana y socialista. Ellos decían que la libertad tenía un precio alto y había que pagarlo aunque fuera con la propia vida.
"Cuando ahora firmo el documento propuesto por las organizaciones de masas, no hago más que ratificar las aspiraciones de los muchachos. ¿Adónde iría a parar su sacrificio y el de los miles de jóvenes que cayeron en la lucha, si se instaura aquí la república neoliberal que ha propuesto el señor Bush?" En el taller de despalillo de tabaco Niñita Valdés, de la ciudad pinareña, labora una Heroína del Trabajo. Cuando en 1992 el país comenzó a enfrentar un período especial motivado por la desintegración del campo socialista y el arreciamiento del bloqueo yanki, su respuesta no se hizo esperar. "Firmo para demostrarle al imperialismo que los cubanos apoyamos a Fidel y para que sepa de una vez, que un pueblo como el nuestro jamás podrá ser vencido. "Que no piensen que vamos a volver a los tiempos en que yo caminaba cinco kilómetros a pie diariamente, cuando era prácticamente una niña, para ganar 60 centavos y soportar los abusos a que éramos sometidos los trabajadores por el dueño del despalillo."
Publicado 17-06-2002 |
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