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![]() Al imperialismo ni un tantito así FÉLIX LÓPEZ Y ALBERTO NÚÑEZ
Fidel nos había convocado a respaldar la petición de reforma constitucional realizada por las direcciones nacionales de las organizaciones de masas. Ese era el reto, pero cuando los primeros rayos del sol descubrieron ayer el horizonte de la Isla, colapsaron los satélites espías del imperio: de un extremo a otro, en ciudades, bateyes, poblados y montañas, millones de cubanos estaban en las calles, fieles a su líder histórico y al sistema que nos condujo al reino de la Justicia.
A LAS OCHO de la mañana creció el río humano —más de 1 200 000 hombres y mujeres de las dos Habana—, rumbo a la Oficina de Intereses del imperio, desde donde deben haber transmitido a la Casa Blanca, unos tras otros, los mensajes que llegaban de la multitud: "¡Socialismo!", "¡A Cuba no se le gobierna en inglés!"... LA MARCHA tomó altura en Oriente. Santiago de Cuba volvió a mostrar su estirpe de guerrera. Desde Caimanera, la primera trinchera de la Patria, llegaba a los imperialistas el mensaje de un pueblo que nunca ha sentido miedo. Y en el insurrecto Bayamo, el luchador Holguín y las lejanas Baracoa y Moa se juntaron campesinos y pueblo, advirtiendo que no quedará una sola montaña, o remoto sitio, que no se convierta en un avispero para los enemigos.
IMÁGENES impresionantes salieron de lugares que apenas existen en los mapas: en Las Parras, asentamiento de Majibacoa, Las Tunas, los pobladores prendían fuego a una figura que simboliza toda la maldad del imperialismo. Por los llanos del Camagüey, tras las huellas de Agramonte, la palabra socialismo también quedaba sobre una palma escrita. Y la marcha no se detuvo en la tierra avileña, donde esta vez fue preciso atravesar la trocha a golpe de ideas. En la ciudad de Ciego de Ávila, como primer mensaje del amanecer, se escogió la calle exacta para iniciar la marcha: Independencia...
LA NATURALEZA, sabia, alejó las lluvias de la madrugada y sorprendió a los villaclareños con una paloma posada sobre la boina del Che Guevara, que señorea la Plaza de su ciudad... Yaguajay, hermanado a esa tierra, desfiló por las calles un día liberadas por el legendario Camilo; mientras Cienfuegos, siempre presta para alzarse ante las injusticias, anduvo bajo un sol radiante. EL FIEL ejército de la Revolución, con Raúl al frente, no necesitó mostrar ni una sola bala. Sobra con la dignidad de sus Comandantes históricos: Almeida, Ramiro y Guillermo, seguidos por los hombres de la Sierra y por nuevas generaciones de camilitos, cadetes, oficiales y generales. Esa Unidad, la ética de un ejército leal a su pueblo y a los intereses de su Patria, que nunca ha cometido un solo abuso o uso excesivo de su fuerza, constituyen ejemplo de la nación cubana y crisol de sus valores, admirados por muchos hombres y mujeres del mundo. No, señor Bush, ellos no son ni serán nunca agresores del noble pueblo norteamericano. MATANZAS SABE luchar en grande. Al Sur, en Girón y la Ciénaga de Zapata, marcharon los que un día tuvieron el privilegio de asistir a la derrota del ejército mercenario; ahora, acompañados de los hijos y nietos que crecieron allí, pero más cultos y libres. Y en Triunvirato, una comunidad creada por la Revolución, se juraba defender las conquistas sociales, con la misma garra que 160 años atrás se alzaron contra la explotación sus antecesores esclavos. EL PUEBLO CUBANO, que nunca ha temido a la prepotencia yanki, volvió a desenmascarar al verdadero representante del mal: ¿quién aprieta las tuercas del bloqueo, mantiene prisioneros a cinco luchadores contra el terrorismo e intenta imponernos un sistema social que no elegimos?... Respuestas se escucharon millones, pero preferimos recordar aquel folclórico coro, pletórico de cubanía, salido de una conga guanabacoense: "Desmaya la talla Bush, que aquí sí no mandas tú". O el cartel que afirmaba: "Bush, te buscaste un 20 de mayo". NI UNA LLUVIA de bombas nos asusta, había advertido Fidel la víspera, ante la posibilidad de fuertes aguaceros... Ese desafío, siempre imprevisible, le tocó a los patriotas pineros y pinareños, estos últimos afectados por significativos volúmenes de agua. Un campesino de San Juan respondía a la televisión: ¿Qué importa la lluvia cuando mi tierra, nuestra tierra, está en peligro? MÁS DE cuatro horas de imágenes alcanzan para dar una vuelta de dignidad al mundo. Millones de cubanos hicimos honor a la sentencia guevariana: "Al imperialismo ni un tantito así...". Un mensaje fuerte para los anexionistas de afuera y los empeñados en querer desconocer la voluntad política de nuestro pueblo. La jornada de ayer fue, a todas luces, un referéndum en plena calle. (Con la colaboración del
equipo de Corresponsales de Granma)
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