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![]() Desde mi escaño Los pueblos, como los
volcanes, se labran en la sombra, donde sólo ciertos ojos los ven; y en
un día brotan hechos, coronados de fuego y con los flancos jadeantes, y
arrastran a la cumbre a los disertos y apacibles de este mundo, que
niegan todo lo que no desean, y no saben del volcán hasta que no lo
tienen encima. ¡Lo mejor es estar en las entrañas, y subir con él! SUSANA LEE Desde mi escaño he sido privilegiada testigo y protagonista de una trascendental sesión de la Asamblea Nacional, extraordinaria no por el procedimiento para convocarla, sino por sus quiénes, sus por qué y sus para qué. No nos reunimos este lunes, martes y miércoles solo los diputados, ni nos acompañaron solo los dirigentes de nuestras aguerridas organizaciones de masas, promotores de la Iniciativa de Modificación Constitucional que examinamos. Con nosotros estuvieron allí 8 198 237 compatriotas, mayores de 16 años, y no en calidad de representados, como siempre están presentes en nuestras labores, sino por derecho propio, como copatrocinadores de esa propuesta, cuyos nombres y firmas debidamente certificados, se encontraban a la entrada del salón plenario donde sesionamos, respaldando el acto constituyente que realizamos como cierre de esta jornada parlamentaria sin precedentes. Estuvo el pueblo, en el cual, constitucionalmente, reside la soberanía y del cual dimana todo el poder del Estado. Y ejerció este poder directamente, como recordó y reiteró Fidel en su intervención previa al unánime SÍ con el que, como establece nuestra Carta Magna, aprobamos de manera nominal los 559 diputados presentes, el 96,71% de los miembros del Parlamento. Hace más de un mes, desde el propio 20 de mayo, nuestro pueblo comenzó a responderle al señor W. Bush sus groseras e injerencistas pretensiones; a él y a los neo-plattistas mafiosos y a los vendepatria externos e internos. Sus ilusas consideraciones han sido diseccionadas una a una en las Mesas Redondas, las Tribunas Abiertas... y en estas jornadas por diputados, y trabajadores, estudiantes, cederistas, campesinos, federadas, combatientes, pioneros y por nuestros cinco Héroes desde su injusta prisión. Todos, como anunciara el Comandante en Jefe en Sancti Spíritus, le hemos ido contestando al señor Bush. El pueblo cubano, verdadero heredero y fiel intérprete del legado independentista de Martí, Maceo, Gómez, Varela y todos nuestros fundadores, no necesita que nadie lo ponga "en el camino de la libertad", mucho menos el presidente del gobierno que hace algo más de un siglo frustró la que ganó el Ejército Mambí al filo del machete. No lo necesitamos porque disfrutamos de ella desde el Primero de Enero del 59. El pueblo cubano no necesita "lecciones" de democracia "made in USA", ni de cómo nominar sus candidatos, ni observadores externos, ni certificación de sus elecciones, porque es el protagonista del proceso electoral cubano y lo hace con la mayor transparencia del mundo. Cada uno de los ciudadanos con capacidad legal para ello, postula directamente a su candidato, y cada uno vota libremente. Los nominados no necesitamos un centavo para hacer campaña electoral, y ya elegidos no recibimos un centavo por el ejercicio de nuestras funciones. Ningún diputado ni ningún delegado provincial o municipal ha salido millonario al término de su mandato. Necesitan mejor información el señor Bush y sus asesores. Necesitan que sus asalariados justifiquen mejor el dinero del contribuyente norteamericano que se les destina, para que su presidente no tenga que hacer afirmaciones inexactas y ridículas sobre la voluntad del pueblo cubano. Si quisieran, les sería más que suficiente la recopilación de las 165 intervenciones de estos tres días que resumen en vivencias y sentimientos, patriotismo y espíritu revolucionario, la decisión de todo un pueblo, que, aunque había aprobado el Socialismo masivamente en dos momentos anteriores, ahora, se sumaron las nuevas a las generaciones que lo hicieron entonces en el 61 y en el 76, y todos unidos, como un haz de acero, lo hemos decretado constitucionalmente IRREVOCABLE. Gracias, señor Bush, porque a usted debemos en parte esta oportunidad histórica. Está claro que al presidente de los Estados Unidos no le informarán la verdad de este proceso ni de su inconmensurable colofón, y que seguro, aunque algún osado asesor intente trasladarle una super minimizada duda, la reacción será inventar una nueva patraña. Como también, lo más seguro, es que la "cacareada" libertad de prensa del mundo capitalista obviará, manipulará o tergiversará el aplastante respaldo del pueblo cubano al Socialismo, a la Revolución y a Fidel. He tenido la suerte de que la vida me haya concedido algunos privilegios, todos asociados a la Revolución. Los dos más importantes son: haber coincidido en esta época brillante de la Patria en que las luchas y el destino de nuestro extraordinario pueblo han sido dirigidos por el compañero Fidel, y haber integrado nuestra Asamblea Nacional en sus dos últimas legislaturas, en las que nos ha correspondido el altísimo honor de adoptar esenciales decisiones para el presente y futuro del país, particularmente la que acabamos de aprobar. Imposible narrar o resumir lo vivido... Baste entonces cerrar estas líneas con algunas de las que coronaron de fuego esta jornada inolvidable del Parlamento del Pueblo Cubano: "Al combate corred, bayameses, que la Patria os contempla orgullosa. No temáis una muerte gloriosa, que morir por la Patria es vivir../ Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan... El hombre del hombre es hermano, cese la desigualdad, la Tierra será el paraíso bello de la Humanidad..." Publicado 28-06-2002 |
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