Después de informar que en los tres días hubo un total de 165 intervenciones, 81 de ellas de diputados y las restantes de representantes de organizaciones sociales, y considerar que se ha tratado de una verdadera respuesta colectiva a las amenazas proferidas por el señor Bush, Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, leyó la proposición de acuerdo para la Ley de Reforma Constitucional.

Seguidamente, José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea, leyó el dictamen de ese órgano sobre el proyecto presentado.

Fidel se refirió entonces a las cifras de personas que suscribieron el documento de aval de la población a la enmienda constitucional, expresando el cuidado que se tuvo para que no hubiese más firmas que electores, y citó casos incluso de personas a las que se les negó la posibilidad de firmar por la falta del carné de identidad.

Luego, el Comandante en Jefe se refirió a que ya las agencias comenzaron a ofrecer versiones de su discurso en horas de la tarde y que daban la impresión de que Cuba había lanzado una amenaza al gobierno de Estados Unidos de revisar los acuerdos migratorios si se mantenían las agresiones.

El dirigente de la Revolución expresó que se trataba de una interpretación particular. Calificó la ley de ajuste cubano como un disparate, porque ya hay personas entre las que devuelven que lo han hecho varias veces y se sienten con impunidad por eso.

Las devoluciones traen también el llamado monitoreo, dijo, por el cual los funcionarios norteamericanos viajan y se dedican a actividades de carácter subversivo, llevan materiales y cosas a sus empleados y ya se les ha advertido que no pueden hacer eso.

Añadió Fidel que los norteamericanos han llegado incluso a expulsar diplomáticos cubanos y que esa era una práctica que existía entre Estados Unidos y la antigua URSS, pero Cuba nunca ha tomado represalias por eso, porque no tiene el hábito de estar lanzando amenazas y lo que hace es explicar y advertir.

Aclaró que el mantenimiento de relaciones con la oficina de intereses ha costado mucho trabajo. Ellos, a pesar de todo, no han logrado armar una oposición en Cuba, aunque han asignado para eso mucho dinero y anuncian que van a dar más.