Con la presencia de nuestro Comandante en Jefe, a las diez de la mañana, como estaba previsto, se reiniciaron, las labores de la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular que examina la propuesta de Reforma Constitucional, auspiciada por las organizaciones de masas y avalada por la firma y la decisión de más de ocho millones de cubanos, en edad de votar para que el socialismo en Cuba sea siempre lo que es hoy, intocable..

Nuestro pueblo sigue a través de la radio y la televisión las incidencias de esta tercera jornada en la que la voz de una nación toda se deja escuchar en las palabras de sus diputados y un sinnúmero de invitados, representativos de los más diversos sectores de la vida nacional.

Desde el lunes, los cubanos asistimos a una gran escuela. La historia pasada y presente de esta Isla la hemos escuchado contada por sus protagonistas, por los que realmente vivieron en carne propia lo que fue el pasado y por los que, de haberlo conocido por las heridas dejadas en sus abuelos y padres, saben de lo que se habla y del por qué la renuencia a que aquellos dolores y aquellas discriminaciones regresen.

También hemos escuchado lo que la Revolución Cubana en apenas 43 años en el poder ha transformado un país que encontró en condición de neocolonia y que hoy gracias a su obra tiene indices en salud, educación, cultura y desarrollo científico comparables a los de cualquier nación desarrollada.

Tanta sabiduría acumulada, tanta conciencia enraizada, tanta voluntad a prueba, son razones suficientes para que a nadie en el mundo le queden dudas de que el socialismo en Cuba, es y será intangible por decisión mayoritaria de un pueblo que sabe lo que quiere y, además, sabe como defenderlo.