Comandante en Jefe:
Compañeras y compañeros:
"Si he mandado a la
guerra a lo mejor de la juventud alemana sin sentir la menor compasión,
¿no tendré derecho a eliminar a millones de seres de una raza
infrahumana que se multiplica como los parásitos?
"Necesitamos la
violencia para imponer nuestra lucha."
"Haremos pedazos a
quienes se atrevan a intentar detenernos en nuestro propósito".
Adolfo Hitler
"En el mundo en el que
hemos entrado, la única vía para la seguridad es la vía de la
acción. Y esta nación actuará.
Rogelio
Polanco, Director
de Juventud Rebelde
"Nuestra seguridad
requerirá que transformemos a la fuerza militar que ustedes dirigirán
—una fuerza militar que debe estar lista para atacar inmediatamente en
cualquier oscuro rincón del mundo.
"Enviaremos
diplomáticos adonde sean necesarios, y los enviaremos a ustedes, a
nuestros soldados, donde ustedes sean necesarios".
George W. Bush 1ro de junio del 2002
Cada vez más
asombrosamente, ante los ojos incrédulos y atemorizados de la
Humanidad, un imperio se parece a otro. Y no solo en las palabras sino
en los hechos. La nueva doctrina militar de la Casa Blanca, inaugurada a
bombo y platillo 200 años después de fundada la academia de West
Point, marca el derrotero del vaquero de turno: disparar primero y dar
el alto después.
El debate se ha destapado en
EE.UU. Ahora lo que discuten es si usarán primero armas nucleares o
convencionales. ¡Vaya disyuntiva!
¿Qué otra evidencia
necesitamos para comprender que el mundo está nuevamente ante una
hecatombe? Embriagados por una supuesta campaña global contra el terror
de otros y no contra el engendrado históricamente por ellos mismos, los
amos de este imperio certifican, amenazan a medio mundo, perdonan vidas,
anuncian impúdicamente los blancos a batir.
Y Cuba es uno de ellos.
"No habrá arreglo hasta que Cuba tenga un gobierno democrático,
hasta que haga reformas, hasta que se rinda", dicen. "Cuba
está en el eje del mal, Cuba auspicia el terrorismo, Cuba fabrica armas
biológicas, Cuba es una amenaza", vociferan.
No importa que no haya
pruebas, no importa que ni aliados ni funcionarios de su propio gobierno
crean la calumnia. Hay que mentir, hay que confundir, hay que impedir
que la opinión pública norteamericana sepa la verdad.
Ese mismo pueblo, incapaz de
apoyar una injusticia a menos que sea engañado, es el mismo que se
opone en un 54 por ciento a esos ataques preventivos, según encuestas
recientes de la CNN y de la revista Time.
Es ese pueblo el mejor
valladar contra el fascismo que hoy tratan de imponerle, cercenando
impunemente sus libertades y derechos, y azuzando el pánico.
"Empiezo a creer que el
pueblo alemán no merece mi genio", alegaba Hitler en su testamento
con el Ejército Rojo a las puertas del Reichstag. Si el pueblo
norteamericano llega a conocer la verdad de toda esta patraña,
escucharíamos algo similar en algún discurso del soberbio émulo del
Führer en la Casa Blanca.
Compatriotas:
Nos han declarado la guerra
una vez más. Otra guerra. Una guerra de bombas, una guerra económica,
una guerra del hambre, de las enfermedades, del terror, de la mentira;
guerra que nos han impuesto durante 43 años.
Haciendo volar en pedazos a
la ONU y al derecho internacional propugnan ataques preventivos y
sorpresivos. Pero para los cubanos sí hubo aviso y no hay sorpresas:
los ataques del 20 de mayo desde Washington y Miami no son otra cosa que
el augurio de que Bush y la mafia terrorista optarían por bombardearnos
hasta arrasar con la obra construida y con cada ser humano dignificado
desde el 1ro de enero de 1959.
Por eso se reúne este
Parlamento al que le han nacido hoy tantos constituyentistas, como esos
ocho millones que con sus firmas sagradas nos convocan a construir un
escudo. Ese es el único escudo que puede protegernos de la lluvia de
bombas con que pretende amedrentarnos infructuosamente el Señor de la
Doble Swástica: el escudo de la unidad, el coraje, la inteligencia y
las convicciones del pueblo junto a su Patria socialista.
Ante los ataques preventivos
y sorpresivos del aprendiz de métodos nazis, debemos contraponer el
torrente de ideas preventivas y sorpresivas del pueblo de Cuba.
No hay marcha atrás, nada
ni nadie, ni hoy ni mañana, ni con el garrote ni con la zanahoria
envenenada podrán rendirnos, ni hacernos abjurar del sistema político,
económico y social que es la esencia misma de nuestras vidas.
Que nuestros hijos, los
hijos de nuestros hijos, y las generaciones que nos sucedan admiren y
preserven por siempre, en el altar supremo de la nación, esta hora y
esta letra con filo con que hoy fraguamos la reforma de nuestra
irreversible Constitución Socialista.
Muchas gracias.
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