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![]() Razones para ratificar el camino socialista OSCAR SÁNCHEZ En la Casa Blanca dirige un nuevo Machado (dictador cubano de fines de la segunda década del siglo XX y primeros años de la tercera), pero todavía más asno que aquel. Es una burla, una deshonra a la humanidad que guié los destinos de la nación más poderosa de la tierra, así se expresó el joven Yankié Hecheverría, de la Federación de Estudiante de la Enseñanza Media (FEEM). Y agregó Yankié que el gobernante estadounidense es la interpretación más exacta de la filosofía guerrerista. Por eso a esa trasnochada idea de que Cuba vuelva al pasado, le respondimos con los gloriosos 15, 16, 17 y 18 de junio, en que las manos cubanas con su firmas por el socialismo volvieron a derrotar la arrogancia y la mentira imperial. Para la pionera Solange Sanz, la ocasión de expresarse en el Parlamento es una maravillosa oportunidad de poder reafirmar el Socialismo. "Y sabe por qué W. Bush, pues porque mi abuelito no tuvo dinero para ir a la única escuelita que había en su pueblo, en Palma Soriano. En 1961, dos años después de triunfar esta Revolución, aprendió a leer y escribir. Solange dio suficiente datos para avalar su apoyo al sistema, y uno de ellos, ejemplifica la diferencia: "Palma Soriano no conocía lo que era el deporte y hoy, gracias al Socialismo tenemos 13 campeones olímpicos. Aquí está una campeona de la dignidad, Ana Fidelia Quirot, palmera igual que yo, que sabe lo que estoy diciendo", enfatizó. Un pasaje de la costa Sur oriental le sirvió a Oscar Torres, de los Comité de Defensa de la Revolución, para recordar las páginas del pasado de Cuba con el que sueña Bush para este glorioso presente. "Familias enteras se apostaban a la orilla del mar, por ejemplo en Pilón, con su ser querido gravemente enfermo a la espera, desesperada, de que un barco o un botecito, le llevarán a Santiago de Cuba para salvar la vida de un hijo, un padre, una madre, o un abuelo. La gran mayoría terminaba aquella largas horas, a veces días o semanas, llorando ante una improvisada cruz, sobre otra improvisada sepultura. Allí hoy tenemos hospitales, carreteras, médicos, enfermeras, alimentos, luz eléctrica, y usted quiere apagar ese sol con sus ofensas y sus ofrecimientos. Se equivoca W. Bush, el pueblo sabe lo que quiere, y sabe también cómo defenderlo". Olga Martínez, diputada campesina también ilustró aquella época. Ella, de Playita de Cajobabo, escenario de heroicas páginas de la guerra de independencia, dijo: "esos bellos paisajes eran en cuanto a nivel cultural de la población de los más atrasados del país, hoy el Socialismo nos ha hecho sino de los más avanzados, de los más dignos". Y agregó: "en la Cooperativa de Créditos y Servicios que dirijo, hay ocho graduados universitarios y 42 técnicos medios. Esa es la democracia que defiendo junto al pueblo, esos son los derechos humanos que defiendo junto al pueblo, y en nombre de él levanto mi brazo por las reformas constitucionales a favor del Socialismo. También la guantanamera, Norka Latamblet, integrante de la selección campeona olímpica de voleibol en Barcelona-1992 y Atlanta-1996, expresó su apoyo a la propuesta de modificación constitucional por considerarla consecuente con la historia que la Revolución ha escrito a favor de la mujer. La hoy cuadro de dirección de la Federación de Mujeres Cubanas, explicó que antes del triunfo de la Revolución las mujeres en Juegos Centroamericanos y del Caribe y en Juegos Panamericanos solo habían ganado 58 medallas, y hoy, tras el triunfo de 1959 las féminas han aportado en esos eventos más de 900 lauros. Han sido muchas las emociones vividas en estos días, emociones patrióticas, convertidas en privilegio para mi generación. La Asamblea de las Organizaciones de Masas el pasado 10 de junio con la propuesta de reforma constitucional que nos convoca hoy, luego la marcha gigante, la más gigante de la que hemos celebrado y después los días del 15 al 18 de junio, el más fehaciente gesto de democracia, y ahora esta sesión del Parlamento, el pecho se ensancha y el corazón se agiganta de tanto fervor revolucionario, expresó Gonzalo González, teniente de navío, y miembro de la dirección de los Comité de Defensa de la Revolución. Así como el Granma se vistió de heroísmo, igual que los días de la Sierra Maestra, así como en Girón los milicianos vistieron al socialismo de victoria, los más de 8 millones de firmas en apoyo al carácter intangible de nuestro sistema económico, político y social, ha convertido al socialismo en invencible. Y no tema W. Bush, que mi glorioso uniforme no quiere decir que le declaré la guerra, pero debe saber que defenderemos esta sociedad socialista con las ideas y hasta con nuestras propias vidas si fuere necesario. "Sólo ante una jauría de vil odio, de mafiosos que aúpan el terrorismo como la reunida el pasado 20 de mayo en Miami pudo el señor W. Bush escapar ileso al decir tanta mentira. Solo aquellos oídos pueden hacerse eco de las palabras de un hombre sin moral que ha ultrajado el ideario de Félix Varela, José Martí y Antonio Maceo", así fustigó el pionero Pedro P. Cruz al inquilino de turno en la Casa Blanca. Y le dijo que de los tres debía aprender antes de invocarlos. Conocer que ninguno como ellos amaron a este suelo, a esta Patria. "Entendieron, y lucharon por el más legitimo sentimiento de libertad de los cubanos, avizoraron y combatieron con preclara luz los sentimientos anexionistas de los vecinos del norte. Fueron escuela para los que hicieron que el primero de enero de 1959 brotará del vientre de la Patria una Revolución, que por su esencia humanista no tardó en hacerse socialista y que trajo la definitiva independencia a nuestro país", sentenció. Conminó al Presidente de los Estados Unidos a leer la historia antes de invocar los sagrados nombres de los próceres cubanos, "entre otras cosas porque por ellos y por sus gloriosas páginas a favor de la Patria, patentizamos nuestro sí por el socialismo". Otro estudiante, pero universitario, Norge Jiménez, continuó diciendo que tuvo la dicha de no vivir el capitalismo en Cuba, "y se que no me perdí nada bueno. El advirtió a la prepotencia yanqui, que no solo nos hostiga, sino que nos propone modelos bien conocidos y repudiados por este pueblo, que el cubano sabe resistir, pero más que todo vencer. Manuel Cordero, diputado y secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores Azucareros, dio una lección de por qué el Sindicato va en un país libre junto al gobierno. "En estos momentos enfrentamos un reestructuración del sector azucarero en el país, dado los bajos precios del azúcar, lo cual nos enfrenta a un replanteamiento de nuestra industria en aras de una mayor eficiencia. Esa reestructuración ha contado con el respaldo de más de 400 000 trabajadores en más de 3 000 asambleas, y lo han hecho porque van ahora a capacitarse unos, a la creación de bosques de arboles maderables otros, a una reubicación segura. Ninguno —como pasa en cualquiera de los modelos que W. Bush pretende imponernos—, irá para la calle. Solo el socialismo es capaz de hacer algo así, solo en un sistema humano es posible que el trabajador se sienta confiado de su futuro. Para Eddy Leandro, un pionero de la Federación de Estudiante de la Enseñanza Media, no es casual el hecho de que se hayan reunido en la Asamblea Nacional una representación de los más de ocho millones de cubanos que apoyaron la intangibilidad del socialismo. Y es que nos enfrentamos a las ansias de poder del más peligroso de los presidentes de Estados Unidos, no por su valentía, no, sino por su cinismo, por su poca inteligencia, por su ceguera, por no ver que somos un pueblo distinto, porque somos un pueblo culto al que no se le puede engañar. Somos el mismo pueblo que aquel repleto de alfabetizadores que al culminar su temprano magisterio en 1961, ya con la Revolución Socialista como bandera dijo: Díganos Comandante qué otra cosa tenemos que hacer. Leanet González, una pequeñita pionerita de la enseñanza primaria, sintetizó en una frase el respaldo del pueblo al socialismo. "El socialismo está cimentado en nuestras sonrisas y ese derecho a sonreír no nos lo quita nadie" "Hace solo unos días mi provincia, Sancti Spíritus, pudo comprobar nuevamente la grandeza del socialismo, de la Revolución, de sus dirigentes, del invencible Comandante en Jefe. Las lluvias desbordaron la capacidad de los embalses espirituanos, fue necesario evacuar a toda la ciudad de Jatibonico, más de 35 000 cubanos fueron puesto a salvo de la furia de las aguas. Era la madrugada del histórico 15 de junio, la mañana esperaba las primeras de las más de 8 millones de convicciones socialistas". Así comenzó su relato Jorge Lazo, de la dirección de los Comités de Defensa de la Revolución(CDR), en esa central provincia cubana, para continuar diciendo que el propio Fidel, sin apenas dormir siguió paso a paso cada decisión en torno a la situación de los embalses, "convertida en victoria, pues ni un solo muerto, ni un desaparecido hubo que lamentar", precisó. Y saben cuál era la preocupación de los jatiboniquenses. No eran sus casas, sus animales también a buen resguardo, la pregunta era dónde y cómo podemos firmar por ratificar el socialismo. Eso dice mucho de la confianza del pueblo. Y le pregunto señor W. Bush, cree que hay amenazas, bloqueo u hostilidad que pueda hacer flaquear esa voluntad de vencer. Mire, al que no quiere caldo le dan más de ocho millones de firmas a favor del socialismo que odia". puntualizó. Justamente esa vocación de unidad fue la tesis que defendió la diputada Asela de los Santos, al decir que hoy este pueblo está más cohesionado que nunca, con una juventud mejor formada, mejor preparada, porque ha sido heredera de esa unidad que fue fortaleciendo una nacionalidad revolucionaria en el cubano, que llega hoy a ser inconfundible e invencible. "Un pueblo culto como este y unido, no necesita de recetas, mucho menos si ya las conoce, las firmas son la mejor y más irrefutable prueba". Especial fue la intervención de una mujer especial. Isidora Benjamín , es la menor de siete hermanos hijos de un matrimonio jamaiquino que emigró a Cuba buscando algo mejor, y al decir de ella misma encontró algo peor. Su madre halló la muerte tras el parto de su benjamina y su padre la ceguera pese a la ayuda entonces de la familia de Lina Ruz y Angel Castro, los padres del Comandante en Jefe, quienes hicieron lo posible por devolverle la visión enviándolo a La Habana. Hoy esta mujer es licenciada, combatiente internacionalista, secretaria del Sindicato Provincial de los Trabajadores de la Salud, en Holguín. Cuando llego a Birán me enorgullezco de que aquello ya no es un Batey, tiene su policlínicos, sus escuelas, sus ingenieros, sus carreteras. "Gracias, Comandante en Jefe por todo esto, gracias Revolución, gracias socialismo, por haber convertido a esta pichona de jamaiquinos en una mujer de bien, aquella que calzó sus primeros zapaticos colegiales en 1961 cuando llegó con Celia Sánchez a La Habana". Publicado 24-06-2002 |
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