Acompañantes seguros

Fotorreportaje: JUVENAL BALÁN NEYRA Enviado Especial
internacionales@granma.cip.cu

A tres meses de ocurrido el terremoto de 7,6 grados en la escala de Ritcher, los cooperantes cubanos, integrantes del Contingente Internacional Henry Reeve que se encuentran en Paquistán, siguen llevando atención médica hasta los lugares más inhóspitos de la geografía montañosa, en el norte del país, lugar más afectado por el devastador sismo.

Un adolescente solicita la ayuda para su hermano menor. Cualquier lugar es propicio para brindar salud.

Desde el último día del año viejo, la lluvia anunció el reforzamiento de una oleada de frío y en algunos lugares de la montaña comenzó a nevar.

La mano amiga.

Los termómetros marcaban menos 5 grados (- 5) en Chattar Plaim, en la provincia de NWFP, pero esto no fue impedimenta para que mujeres y hombres del verde caimán, continuaran con su labor humanitaria de estar junto al pueblo paquistaní en esta hora de imperiosa necesidad, primero por la tragedia más grande que han sufrido y ahora por acrecentarse las necesidades debido al crudo invierno.

 

Después de brindar servicios de salud a una familia, continúa el trayecto.

Las mujeres y hombres de bata blanca, desafiando la nieve, mochila verde olivo al hombro, hacen camino al andar, como dice el poeta.

Los niños paquistaníes reciben los beneficios de la asistencia médica en lo que queda de su casa. 

Cualquier lugar es oportuno para atender al necesitado y más aún si es un niño. En la región conocen a los médicos cubanos. Son los que no han abandonado la montaña. Desde que llegaron consultando, operado y brindando la medicina gratis. Saben que no son de los que están dos o tres días, hacen un poco de publicidad por las grandes cadenas de televisión y después se marchan pensando que han cumplido su deber con el prójimo.

Concluyó la jornada. Antes del regreso al campamento, un alto para disfrutar lo nuevo.

Allí firmes; a pesar de las condiciones adversas, la vida en campaña, la lejanía de la familia; junto a ese agradecido pueblo paquistaní, porque en los momentos duros, cuando más se necesita una mano, están los hermanos cubanos para escoltarlos en el invierno, garantizándole los servicios de salud a toda costa. Los hijos de la Patria de Martí y Fidel, son acompañantes seguros.

9-1-2006

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