Consultas  Médicas

Iritis

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

El sufijo "itis" significa inflamación. Así tenemos: hepatitis, del hígado; otitis, del oído; iritis, de los tejidos que sostienen el iris que, como sabemos, conforman el anillo coloreado ubicado alrededor de la pupila del ojo. El iris es un músculo responsable de abrir y cerrar la pupila en dependencia de la cantidad de luz existente, un mecanismo que reviste similitud con los diafragmas de las cámaras fotográficas convencionales.

Foto: CAODoctor Frank Eguía Martínez.

Este cuadro inflamatorio de la porción delantera del ojo también se conoce como uveítis anterior, indica el oftalmólogo Frank Eguía Martínez, Profesor Asistente y especialista de segundo grado, quien es presidente del Consejo Científico del Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, radicado en Ciudad de La Habana.

—¿Es común este trastorno de la visión? ¿Afecta por igual a uno y otro sexo y a cualquier edad?

—Te diría que no es de las afecciones oculares más frecuentes. Sin embargo, entre un 5 y un 20% de los pacientes con esta enfermedad pueden presentar un trastorno visual con severas limitaciones. En general aqueja a personas entre los 20 y 60 años y se comporta de manera similar en hombres y mujeres.

—¿Conoce la ciencia las causas que la motivan?

—En un alto porcentaje son idiopáticas (de origen desconocido). También pueden estar asociadas a enfermedades sistémicas, particularmente las inflamatorias que afectan las articulaciones —espondilitis anquilosante, artritis reumatoide juvenil—, o del sistema digestivo como la colitis ulcerativa. Asimismo, por el consumo de algunos fármacos, como consecuencia de un trauma ocular o de causa infecciosa, fundamentalmente.

—¿Ante qué primeros signos y síntomas debemos solicitar asistencia?

—El síntoma cardinal es el dolor ocular, que empeora cuando el ojo es presionado, aunque es importante conocer que una de las iritis más frecuentes, la asociada con la artritis reumatoide juvenil, cursa con frecuencia de forma indolora. Ahora bien, el dolor se caracteriza por su particular exacerbación durante la exposición a la luz. Otros signos importantes son el lagrimeo, el enrojecimiento ocular, visión borrosa, dolor frontal y alrededor de los ojos.

—¿Una enfermedad como la conjuntivitis ofrece manifestaciones similares a los de la iritis?

—Dado que comparten signos comunes, la conjuntivitis, junto con el glaucoma agudo (la famosa "punzada de clavo"), son los cuadros que más frecuentemente dificultan la determinación de la naturaleza de esta enfermedad. De ahí que solo los especialistas en Oftalmología están en capacidad de establecer un diagnóstico de certeza.

—¿Se establece mediante la clínica o se requieren exámenes complementarios de laboratorio u otros?

—Es eminentemente clínico, resultado de la relación de los síntomas referidos por el paciente y los signos hallados al examen físico oftalmológico. Ahora, dada su frecuente asociación con enfermedades sistémicas, cuando se manifiesta en ambos ojos, se realizan otras investigaciones.

—¿Tiene tratamiento específico? ¿En qué consiste? ¿Cuánto dura como promedio?

—Las iritis requieren la prescripción de medicamentos tópicos (gotas antinflamatorias y dilatadoras de la pupila), y también orales (tabletas), empleados solos o de manera combinada, bajo estricta indicación médica, porque resulta particularmente riesgosa en esta afección la automedicación de colirios. La duración del tratamiento estará en dependencia de la mayor o menor severidad de la afección. En las formas leves o moderadas, cuando no son de naturaleza crónica, pocas veces se extiende más allá del mes o mes y medio.

—¿Qué complicaciones pueden acarrear si no solicitamos atención oportunamente?

—Entre las más frecuentes la aparición de cataratas, glaucoma, cambios anatómicos degenerativos irreversibles en las estructuras anteriores del ojo, opacidades de la córnea, principalmente.

—¿Podemos hablar de prevención en el tema que nos ocupa?

—La prevención solo es posible en las iritis de causa traumática o en las de origen infeccioso con medidas profilácticas específicas, pero en la mayoría de los casos su aparición es impredecible.

—¿Algún mensaje final?

—Subrayar que la prevención de las complicaciones y, por tanto, de las limitaciones visuales que pueden originar, estarán en dependencia, sobre todo, de que los enfermos cumplan o no al pie de la letra el tratamiento indicado por el especialista. En cuanto a los pacientes portadores de iritis crónica, deben estar alertas ante la aparición de cualquier síntoma afín a su padecimiento, por leve que pueda ser, y acudir al oftalmólogo, pues el tratamiento adecuado e inmediato de las recurrencias facilita la recuperación y aplaza o disminuye el riesgo de aparición de complicaciones.