Intertrigo
Graduada del primer contingente "Piti Fijardo" en la década de los 80, la doctora Lilia de la Torre Navarro cursó el sexto año de su carrera (el internado) en Manatí, Las Tunas, y luego en áreas del central "Argelia LIbre" cumplió durante tres años su servicio de posgraduada.
Con honda convicción afirma que ese período fue "la gran escuela para mí" donde ganó en visión social y humana y en su seguridad definitiva en la práctica médica. En Manatí, por otra parte, no "dejó" pacientes, sino muchos grandes afectos, enraizados en ella para siempre. Y una muestra de ello es que, ineludiblemente, viaja con regularidad a Las Tunas para visitar "a mis amistades".
Especialista en Dermatología con un destacado desempeño en el Hospital Calixto García, la doctora De la Torre es la ponente en nuestra sección sabatina de intertrigo.
¿Intertrigo?... Al primer golpe de vista, le comento, parecería una consulta vinculada a la alimentación y no estrictamente un tema de orden médico.
—El intertrigo o eritema, como también se le denomina —aclara mi entrevistada— es una afección de la piel que aparece al nivel de los pliegues de flexión, entre ellos las axilas, debajo de las mamas, en la ingle, entre los glúteos, en la flexión de las rodillas y entre los dedos de manos y pies.
—¿Cuáles son sus signos y síntomas fundamentales?
—Las partes lesionadas se tornan de color rojizo, y se afectan ambas caras de los pliegues, como placas de bordes mal delimitados, superficie seca y brillante, pero puede ser más inflamatorio y entonces húmeda, y llegar incluso a la maceración y a la aparición de fisuras dolorosas. Este cuadro puede acompañarse de sensación de prurito, ardor y sensación de quemadura, de variable intensidad.
—¿Y sus manifestaciones iniciales, doctora?
—Pueden encontrarse enrojecimiento y prurito leves.
—¿Se conocen los factores predisponentes del intertrigo?
—El calor, la humedad y la fricción. Por ejemplo, los pacientes refieren con frecuencia que este cuadro les aparece después de largas caminatas, al montar muchas horas en bicicleta, después de ejercicios físicos intensos, y por usar ropas estrechas y calurosas que friccionan la piel.
—¿Podría decirse que es una afección en sí misma?
—Sí, porque presenta características propias típicas, los signos y síntomas de una afección. En ocasiones se añaden otros factores como la infección bacteriana, y entonces se le denomina intertrigo bacteriano.
—¿La infección bacteriana se produce siempre en estas excoriaciones de la piel?
—No siempre. Puede aparecer cuando la higiene no es adecuada, o cuando la persona tiene otras afecciones de base como la diabetes mellitus, en que las infecciones de cualquier tipo son frecuentes.
—¿Cómo distinguir un intertrigo propiamente dicho a cuando asume una complicación bacteriana?
—En estos casos se añaden otros signos como son secreción, costras...
—¿Puede confundirse el diagnóstico de esta entidad con enfermedades producidas por hongos?
—Sí. Por ejemplo, la candidiasis o moniliasis, pero entonces se observan algunas características distintivas, como son: placa enrojecida e inflamada de bordes bien definidos, con un macerado blanco en el fondo del pliegue. Este es el intertrigo moniliásico.
—¿Qué medidas de prevención sugiere para personas que, con frecuencia, padecen de intertrigo?
—Que eviten ropas calurosas y ajustadas, que mantengan una higiene adecuada. En personas que presenten sobrepeso, lo recomendable es adelgazar, lo que comportará otros beneficios para su salud.
—¿Cuál es el tratamiento de elección en estos pacientes?
—La terapéutica está encaminada a suprimir los factores predisponentes y el empleo de alguna crema antinflamatoria e inerte, o una crema esteroidea leve. Ahora bien, en el intertrigo bacteriano, a lo anterior se añade el uso de fomentos antisépticos y cremas antibióticas. Para el intertrigo moniliásico usamos el tratamiento específico.
—¿Existe algún remedio efectivo en el universo terapéutico de la Medicina Natural y Tradicional?
—La sábila que, entre otras indicaciones, se emplea en forma de crema para el tratamiento de quemaduras superficiales de la piel.
—¿Alguna precisión final, doctora?
—Subrayar que por la frecuencia del intertrigo en nuestro medio, por las condiciones climáticas de calor y humedad, cuando se presenten los primeros síntomas de esta afección, es esencial que se consulte al médico para que éste pueda definir la causa que la produce —en niños, jóvenes y adultos—, y la conducta que se debe seguir. En ningún caso el paciente debe automedicarse. (2001)