Consultas  Médicas

Hiperquinesia

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Del solo enunciado del tema —Hiperquinesia— surge una primera pregunta: ¿En el universo de las Ciencias Médicas hiperquinesia es sinónimo de hiperactividad? La doctora Minervina Román Hernández, especialista de segundo grado en Psiquiatría Infanto-Juvenil, aclara que son términos sinónimos, aunque matiza la respuesta con la siguiente expresión: como sabemos, en Medicina dos y dos no son cuatro, por lo que precisaría que algunos autores catalogan la hiperquinesia como un movimiento exagerado, mientras que hiperactividad la definen como una marcada intranquilidad.

Ahora bien, hiperquinesia no es propiamente una entidad clínica, sino un síntoma que puede ser originado por diversos trastornos.

 Foto: ALDO MEDEROSProfesora Minervina Román Hernández.

Jefa de la Consulta Externa de la Clínica del Adolescente, en la barriada capitalina de Miramar, profesora de la Universidad Médica de La Habana y con una honrosa misión internacionalista en Angola como médica pediatra durante dos años (1977-78), mi entrevistada plantea que entre las causas más frecuentes de este síntoma se encuentra el llamado Déficit de Atención con Hiperquinesia (conocido por las siglas TDAH), trastorno caracterizado por niveles de atención, impulsividad y marcada intranquilidad no acordes con la etapa de desarrollo.

El TDAH es provocado, según una de las hipótesis, por una deficiencia en la regulación de ciertos neurotransmisores (sustancias químicas que intervienen en la producción de impulsos nerviosos) que se encargan de funciones como atender, procesar información, enfocar, controlar los impulsos, memorizar y, también, de las funciones motrices y síquicas (sicomotoras).

En obligada síntesis como otras causas principales de hiperquinesia menciona los ambientes escolares, familiares y sociales poco estimulantes y desorganizados.

¿Tendría vínculos igualmente con alteraciones orgánicas cerebrales o alguna enfermedad mental?

Sí, entre otros, por daños neurológicos o traumatismos craneales, en niños con retraso mental o con trastornos generalizados del desarrollo.

¿Es posible establecer con precisión una línea divisoria entre la hiperquinesia y, digamos, las energías e inquietudes propias de la infancia? En dos palabras: ¿cuándo podemos concluir que una niña o un niño son hiperquinéticos?

Es un hecho que los niños, unos más que otros, son inquietos por naturaleza. Ello no quiere decir que esa "inquietud" signifique necesariamente hiperquinesia, entendida como causa de un trastorno. Para establecer esa "línea divisoria" que tú planteas quizás debamos conocer que los hiperquinéticos disponen ciertamente de energías desbordantes: están en constante movimiento, haciendo ruidos, corren sin límites, no ven televisión, no tienen miedo del peligro y presentan, por tanto, dificultades en su conducta.

¿Se observa con frecuencia?

En la práctica clínica de nuestra institución te diría que es un síntoma que vemos con frecuencia y con predominio en el sexo masculino.

Como promedio, ¿a qué edades se diagnostica?

Generalmente entre los cuatro y los nueve años de edad.

¿Los que padecen este síntoma en la infancia continuarán manifestándolo en la edad adulta?

No siempre, porque en la medida que los niños crecen y se desarrollan van adquiriendo madurez y una mayor organización de su conducta.

¿Los hiperquinéticos presentan dificultades en su rendimiento escolar y su vida social?

Categóricamente sí. No hay que olvidar el viejo proverbio pedagógico que dice que el niño que no atiende, no entiende y no aprende. Hay quejas escolares de los maestros, también de familiares y amigos, por la conducta en el desempeño general que prevalece en los niños hiperquinéticos, por lo regular impredecible.

¿Este síntoma tiene tratamiento en sí mismo, o se trata solo el trastorno que le da origen?

Una vez establecido el diagnóstico, tanto los pediatras como sicólogos o siquiatras infantiles, encargados de ofrecerles atención, indican la terapéutica requerida de acuerdo con el trastorno que dé origen a la hiperquinesia. Los tratamientos son multifactoriales y las prescripciones abarcan a la familia, a su medio escolar y social.

¿A qué institución acudir?

A los Centros Comunitarios de Salud Mental existentes en nuestro país, donde estos niños y niñas reciben atención por un equipo multidisciplinario de especialistas.