Hipertensión infantil
JOSÉ A. DE LA OSA
¿Es acaso recomendable que los pediatras, además de pesar, medir, velar en general por la salud de niños y niñas, controlen desde la más temprana infancia las cifras de presión arterial? ¿Pudiera ello evitar en alguna medida que muchos de ellos integren el alto porcentaje (alrededor de un 25%) de nuestra población adulta que padece de hipertensión?
La hipertensión infantil no es una situación exclusiva del niño o del adolescente, es un problema de la familia.—
Doctor René Llapur Milián.
El tema abre no pocas interrogantes para padres y familiares. Por ello, contamos hoy con la presencia del doctor René Llapur Milián, Profesor Auxiliar de Pediatría y miembro de la Comisión Nacional Asesora de Hipertensión Arterial, quien subraya que la hipertensión muchas veces se presenta sin síntomas, puede pasar inadvertida por años en personas supuestamente sanas y manifestarse tardíamente con complicaciones como el infarto cardiaco, la trombosis o hemorragia cerebral e insuficiencia renal.
Por ello, dice, se hace necesario conocer los valores de tensión arterial de cada persona como parte del examen físico en la consulta, aunque acuda por otro motivo.
— ¿Cuál es la edad idónea para comenzar su control?
— Debe realizarse como parte del examen físico pediátrico a partir de los 3 años de vida, y en los menores de 3 años en circunstancias especiales que puedan producir hipertensión.
— ¿Presenta alguna dificultad esta toma de la tensión?
— En los niños menores de 3 años, por su pobre cooperación, se recomienda utilizar equipos electrónicos; por encima de esta edad es sencillo, se utiliza el mismo esfigmomanómetro o esfigmómetro (instrumento que se utiliza para la medición de la presión arterial) del adulto con el requisito de que el brazalete cubra las 2/3 partes de la longitud del brazo.
— ¿Cuáles serían los límites normales en la infancia?
— No existe un valor único como límite de normalidad en el niño, porque los valores de presión arterial aumentan de acuerdo con la edad y la talla. Niños más altos y corpulentos tienen tensión arterial mayor que otros de la misma edad, motivo por el cual se utilizan tablas de referencia de tensión arterial.
— ¿Qué factores pudieran incidir durante la infancia en una alteración de las cifras tensionales?
— Son de gran importancia los antecedentes familiares de hipertensión arterial, en igual medida el sobrepeso corporal y los estilos de vida inadecuados como el sedentarismo, exceso de sal en la dieta, grasas y azúcares, hábito de fumar del adolescente o sus familiares (fumador pasivo) y el estrés, que constituyen factores de riesgo de esta enfermedad, así como el bajo peso al nacer.
— ¿Podría ser también "aviso" de alguna enfermedad oculta a la visión familiar?
— Puede ser expresión de una enfermedad de base cardiovascular, renal endocrina o de otro tipo, y una señal temprana de enfermedad aterosclerótica en el niño.
— ¿Algún signo y síntomas podrían hacer sospechar la presencia de algún trastorno de la presión arterial?
— Los dolores de cabeza, el enrojecimiento de la cara y las orejas, sensación de fogaje a esos niveles, los mareos, la fatiga y el sangramiento nasal, son síntomas que presentan con frecuencia los hipertensos. Es importante señalar la estrecha relación que existe entre la obesidad y la hipertensión, por lo que se presenta con más frecuencia en los obesos que en los niños con un estado nutricional normal.
— ¿Cuál es la frecuencia de este trastorno en la infancia?
— La prevalencia (proporción total de la población), de acuerdo con estudios internacionales, es de aproximadamente un 3%. Investigaciones en secundarias básicas cubanas muestran cifras similares.
— ¿Cómo debe ser tomada la presión arterial?
— Deben existir condiciones óptimas de relajación, libre de cualquier estímulo físico o psíquico, en un local con temperatura agradable, sin ruidos, evitando en los 30 minutos que precedan a la toma de tensión arterial hacer ejercicios, comer, fumar. El paciente debe estar sentado con el brazo extendido y apoyado a la altura del corazón. Puede tomarse también acostado con la espalda y cabeza ligeramente elevadas a 30 grados, aunque se prefiere la posición de sentado. Para considerarlo hipertenso debe tener por lo menos 3 tomas de tensión arterial elevadas registradas en diferentes ocasiones.
— ¿El diagnóstico de una hipertensión precoz infantil tendería a normalizarse espontáneamente en la adolescencia o requiere de tratamiento?
— No hay normalización espontánea. Todo lo contrario: evolucionaría al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, por lo que de manera obligada hay que establecer una conducta terapéutica.