Antibióticos
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Un reciente mensaje de la OMS, dado a conocer por su directora general Margaret Chan, ha sido considerado como "fuerte y claro". Dijo textualmente: "El mundo se está dirigiendo hacia una era posantibiótico, en la cual muchas infecciones comunes ya no podrán curarse y, una vez más, comenzarán a matar con toda su fuerza".
¿Podría esclarecer cuáles son las razones que sustentan esa voz de alarma?, pregunté a un experto en el tema, el doctor Julián Pérez Peña, director de Medicamentos y Tecnologías del Ministerio de Salud Pública, conocido conductor del programa televisivo La dosis exacta.
Doctor
Julián Pérez Peña.
"Los microorganismos capaces de producir enfermedades infecciosas, dijo, son cada vez más resistentes a los antibióticos habituales y, por tanto, más difíciles de destruir, con el consecuente incremento de la gravedad y la muerte de los pacientes por esas afecciones.
—Precisemos, ¿qué son los antibióticos?
—Son sustancias producidas por diversas especies de microorganismos (bacterias, hongos) que destruyen o suprimen el crecimiento de otros microorganismos. Hoy se agrupan bajo el nombre de antimicrobianos todos los medicamentos utilizados en el tratamiento de las infecciones, incluidos los antibióticos
—¿Está contabilizado su número en el amplio arsenal terapéutico?
—Se han identificado cientos de antibióticos y muchos se han llevado a la práctica clínica para el tratamiento de enfermedades infecciosas.
—¿Cuáles son las especies microbianas contra las que son activos?
—Las bacterias, hongos, ricketsias, espiroquetas, entre otros.
—¿Se conocen las causas fundamentales de la resistencia que se viene originando?
—Son variadas, pero una de las más importantes es la exposición del microorganismo a los diferentes medicamentos, ya que el antibiótico inhibe el crecimiento de unos microorganismos, pero no de toda la población microbiana; y estos, los no destruidos o inhibidos, se pueden multiplicar y hacerse cada vez más resistentes.
—¿En el tratamiento de qué afecciones se presenta esa resistencia con mayor rigor?
—En general, en todas las enfermedades infecciosas se puede manifestar la resistencia, pero en los últimos años las grandes epidemias que azotan al mundo como la tuberculosis, que se había controlado con cierta eficiencia, ha resurgido con mucha agresividad y resistencia a los antibióticos clásicos.
—Se habla de que son muchos aún los errores y falsas creencias en torno a la utilización de los antibióticos. ¿Podría señalar algunos prevalecientes en nuestro medio?
—Algunas creencias erróneas se relacionan con la supuesta efectividad de los antibióticos, como una panacea, que sirve para cualquier tipo de infección. En el caso de los catarros comunes, por ejemplo, una de las causas más frecuentes de infecciones respiratorias, muchas personas creen que deben tomar antibióticos. Sin embargo, se sabe que más del 80 % de las infecciones respiratorias altas son virales e inmunes a los antibióticos.
—¿Es posible señalar "culpables" en la multirresistencia creada?
—Hay varios "culpables". El uso indiscriminado e innecesario de antibióticos en el tratamiento de supuestas enfermedades infecciosas en el hombre es uno de ellos, pero también el uso de antibióticos en los animales por la Medicina Veterinaria es otro elemento que se está teniendo en cuenta.
—Se impone la pregunta: ¿Qué hacer ahora?
—A mi juicio, ahora se trata de identificar los microorganismos circulantes en las instituciones de salud y en los territorios, identificar su sensibilidad y resistencias y utilizar los antibióticos racional y científicamente.
—¿Y particularmente cada ciudadano?
—En el caso particular de cada ciudadano aconsejo no tomar ningún antibiótico si no es prescrito por un médico e informar al prescriptor cualquier utilización anterior de este fármaco.
—No obstante lo planteado, ¿valora que en nuestro botiquín casero no debe faltar la "presencia" de un antibiótico?
—Al contrario, considero que no debe haber ningún antibiótico en nuestro "botiquín", porque no se sabe qué antibiótico va a necesitar cuando se enferme y, además, el medicamento se puede "vencer" y ocasionar problemas adicionales.
—Antes de finalizar, un dato histórico: ¿Cuándo comenzó la era de los antibióticos?
—En 1936 con la introducción de la Sulfanilamida en la práctica clínica, pero su auge surge a principios de la segunda guerra mundial con el uso masivo de la Penicilina.