ATAQUES CEREBRALES
Recientemente grupos de investigadores de varios países coincidieron en subrayar la necesidad de que pacientes y familiares supieran distinguir los síntomas y, sobre todo, los factores de riesgo de los ataques cerebrales, una de las primeras causas de muerte en los países desarrollados y también en nuestro país. Y ponían énfasis al precisar los síntomas más frecuentes: 1) dificultad para hablar, 2) problemas para caminar, 3) debilidad de un lado del cuerpo, 4) ceguera de un ojo o visión doble.
¿Faltaría entre los citados alguno que considere debemos tenerlo en cuenta también?, pregunté al doctor Otman Fernández Concepción, neurólogo jefe de la Sala de Enfermedades Cerebrovasculares del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Ministerio de Salud Pública, investigador agregado y profesor adjunto de Anatomía en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas.
--Aunque has mencionado los síntomas más frecuentes, podría añadir el mareo, la pérdida del equilibrio y el dolor de cabeza intenso. Es importante destacar que en los ataques cerebrales estos síntomas aparecen de forma repentina.
--¿Qué pasos se deben seguir ante la aparición de alguno de esos síntomas anunciadores?
--Buscar atención médica inmediata, preferentemente en hospitales o policlínicos de urgencia de las áreas de salud. Cada minuto que pasa puede significar mayor destrucción del tejido cerebral.
--¿Convendría tomar alguna medida en casa que pudiera favorecer la evolución de estos pacientes? Y estoy pensando, por ejemplo, en administrarles una o dos aspirinas...
--No. Las primeras medidas deben ser tomadas por personal médico que pueda identificar el tipo de ataque cerebral. Por ejemplo, la aspirina puede ser perjudicial si se tratase de una hemorragia o derrame cerebral; por otra parte, la utilización de medicamentos para bajar la presión pudiera empeorar el daño del cerebro en un infarto cerebral.
--¿Qué ocurre realmente en el cerebro de las personas aquejadas de un ataque cerebral?
--Sufre daño o destrucción de algunas de sus áreas por obstrucción o ruptura de una de las arterias que le llevan la sangre con oxígeno y nutrientes.
--Quizás a los no especializados en el tema, doctor, nos asalte la misma inquietud: ¿es a esa ruptura u obstrucción de una arteria cerebral a la que se llama indistintamente ataque cerebral, accidente vascular encefálico, apoplejía, hemorragia, derrame cerebral, trombosis...?
--Los términos trombosis, embolia o isquemia se utilizan cuando el ataque se debe a la obstrucción de una arteria, mientras que derrame o hemorragia cerebral se refiere a la irrupción de sangre por la ruptura de una arteria. Apoplejía, accidente cerebrovascular, ictus o ataque cerebral se utilizan indistintamente para referirse a uno u otro.
--En general, las enfermedades de las arterias del cerebro se desarrollan en forma progresiva a lo largo de meses y de años. ¿Es posible prevenirlas? ¿Cómo?
--Definitivamente sí. La prevención constituye el arma fundamental en la lucha contra estas enfermedades. Los principales factores que aumentan el riesgo de ataque cerebral incluyen la presión alta, la diabetes, el hábito de fumar y el consumo exagerado de alcohol. Controlando adecuadamente estas enfermedades y evitando esos hábitos y modos de vida dañinos, podemos cuidar nuestras arterias y evitar el ataque cerebral y sus consecuencias.
--No sería ocioso precisar cómo establecer un verdadero y seguro control de la hipertensión arterial y de la diabetes...
--Creo que no. Es importante insistir en la importancia de un grupo de medidas que incluye: evitar la obesidad, practicar ejercicios físicos no agotadores como caminar, reducir el consumo de sal y grasas, aumentar el consumo de vegetales, verduras y frutas, y eliminar el hábito de fumar. Además de estas medidas, igualmente útiles para hipertensos y diabéticos, debe llevarse estrictamente el cumplimiento de los medicamentos y la asistencia a las consultas de control. La presión arterial elevada muchas veces no da síntomas, por lo que el paciente puede confiarse sin conocer los daños tan serios que se están produciendo en sus arterias cerebrales.
--¿Con qué alternativas cuenta la ciencia hoy para el tratamiento, e incluso la reversión de daños producidos por un ataque cerebral?
--Las posibilidades de tratamiento se han ampliado en los últimos diez años. La prevención, la utilización de medicamentos que reducen el riesgo de trombosis, el manejo adecuado en el momento de mayor gravedad y los avances en la rehabilitación ofrecen nuevas alternativas.
--¿Estos accidentes se producen a cualquier edad y en proporción similar tanto en el sexo masculino como femenino?
--No. Son más frecuentes a medida que avanza la edad, sobre todo después de los 60, aunque en los últimos años tiene una tendencia a desplazarse hacia edades más jóvenes. Aunque es más frecuente en hombres, a partir de 1992 en nuestro país la mortalidad es más alta en las mujeres. Se investiga el porqué.
--En Cuba, ¿cuál es su frecuencia y la causa más frecuente de desencadenamiento?
--En nuestro país es la tercera causa de muerte, y se ha incrementado progresivamente desde los años 70. Se calcula que anualmente mueren 7 900 personas por esta causa. Al igual que en otros países son más frecuentes los infartos cerebrales que las hemorragias. La causa principal para ambas es el daño que se produce en las arterias como consecuencia de la presión elevada.
--A fin de evitar la aparición de nuevos episodios, ¿qué medidas en especial de prevención sugeriría a aquellas personas que ya han sufrido un ataque cerebral y se han recuperado?
--Como ya han tenido un aviso de que sus arterias cerebrales están enfermas, deben por ello redoblar sus esfuerzos en evitar que el daño progrese con las medidas de prevención mencionadas y el uso de medicamentos como la aspirina que disminuyen el riesgo de trombosis. (2001)