AFTAS
Una pionera del plan del Médico de la Familia (inaugurado en la barriada capitalina de Lawton el 4 de enero de 1984), la doctora Estela Reyes González, afirma que con su trabajo en la comunidad "me siento realizada como médica", y dice, con mal disimulado orgullo, que "curo y preveo, y mis pacientes me llenan de confianza y de cariño".
En su acogedora casa-consultorio de dos plantas transcurre esta conversación con Estela –especialista en Medicina General Integral-- sobre una afección bastante común en nuestro medio conocida como aftas: pequeñas ulceritas de la mucosa oral.
--Doctora, ¿cuáles son las manifestaciones fundamentales de las aftas?
--La lesión comienza con una sensación quemante; después aparece una mácula rojiza, pequeña, seguida de una vesícula, la cual se rompe y se forma la úlcera que consiste en un punto amarillo claro, generalmente ovalado, de un milímetro a un centímetro de diámetro.
--Y en la mucosa oral, ¿dónde se localizan habitualmente?
--Se presentan en la mucosa del labio, repliegues de la mucosa, en el suelo de la boca o en las encías, y pueden ser solitarias o múltiples. La lesión es muy dolorosa y cuando son múltiples pueden dar lugar a inflamación de los ganglios cervicales, malestar general y fiebre. En general son muy sensibles a los alimentos y el dolor puede extenderse a toda la cara, provocando también dificultades para comer.
--¿Se conocen las causas que las producen?
--En la mayor parte de los casos la causa se desconoce. Se habla de factores alérgicos e irritantes como medicamentos, alimentos. También pueden guardar relación con formas bacterianas y virales, e incluso pueden participar algunos elementos de carácter autoinmunitario.
--¿Por qué son tan dolorosas?
--La úlcera rompe las capas de la mucosa y afecta las terminaciones nerviosas, lo que provoca el dolor.
--¿Se trasmiten de persona a persona?
--La trasmisión de persona a persona no es frecuente, en dependencia de la causa.
--¿Su aparición se relaciona, en la mujer, con los días previos o posteriores a la menstruación?
--En algunas pacientes la frecuencia de las aftas se relaciona claramente con la menstruación.
--¿Se conoce el porqué?
--Sí. Debido a la disminución de los estrógenos durante el ciclo.
--¿Y con la ingestión de algún tipo de alimento?
--Las aftas pueden aparecer con la ingestión de algunos alimentos, según la predisposición de cada individuo.
--¿Pudiera citar algún ejemplo?
--El chocolate, los frijoles, los alimentos ácidos, entre los más frecuentes.
--¿Y con otros trastornos?
--La presencia de sepsis bucal y caries dentales están en relación con la enfermedad en muchos casos.
--¿La padecen por igual hombres y mujeres?
--No existen diferencias.
--¿A cualquier edad?
--Se presentan tanto en los niños como en los adultos, y disminuyen su incidencia en los ancianos.
--¿Y en cuanto a las etnias?
--No existen diferencias étnicas para las aftas.
--Curan espontáneamente o demandan tratamiento médico?
--Cuando son aisladas pueden curar espontáneamente, pero siempre el paciente debe recibir la orientación del médico o estomatólogo.
--¿Qué medicamentos se emplean para su tratamiento?
--En la actualidad el bálsamo de Shostakoski, el uso de corticoides (triancinolona, hidrocortisona), también antihistamínicos (benadrilina) y en ocasiones antibióticos (tetraciclina).
--¿Es recomendable tomar antibióticos y vitaminas?
--Sin la orientación médica no es recomendable tomar ningún medicamento.
--¿Pueden afectar la faringe o la laringe y causar, digamos,
ronquera?--Por lo general afecta la mucosa oral y la faringe.
--¿Existen medios para prevenirlas?
--Mantener la higiene bucal, asistir al estomatólogo con periodicidad y evitar los posibles factores causales como medicamentos y alimentos que, se conozcan, puedan desencadenar la enfermedad.
--¿Las afecciones bucales por monilias suelen confundirse con las aftas?
--Pueden confundirse clínicamente, pero el estudio micológico de la lesión daría el diagnóstico.
--¿Son recurrentes?
--Sí, en la generalidad de los casos.
--¿Existe la posibilidad de que se conviertan en algunas personas en un padecimiento crónico?
--Sí, con mucha frecuencia, y sobre todo cuando no se siguen las orientaciones médicas. (2000)