(15 de diciembre de 2004)
Declaración conjunta
Durante la visita oficial del
Presidente Hugo Chávez Frías a Cuba al cumplirse el décimo
aniversario de su primer encuentro con el pueblo cubano, se produjo
un amplio y profundo intercambio entre el Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela y el Presidente del Consejo de Estado de la
República de Cuba, acompañados de sus respectivas delegaciones.
Ambos Jefes de Estado acordaron suscribir los siguientes puntos de
vista:
Subrayamos que el Área de Libre
Comercio para las Américas (ALCA) es la expresión más acabada de
los apetitos de dominación sobre la región y que, de entrar en
vigor, constituiría una profundización del neoliberalismo y crearía
niveles de dependencia y subordinación sin precedentes.
Analizamos históricamente el proceso
de integración de la América Latina y el Caribe, y constatamos que
este, lejos de responder a los objetivos de desarrollo independiente
y complementariedad económica regional, ha servido como un
mecanismo para profundizar la dependencia y la dominación externa.
Constatamos también que los
beneficios obtenidos durante las últimas cinco décadas por las
grandes empresas transnacionales, el agotamiento del modelo de
sustitución de importaciones, la crisis de la deuda externa y, más
recientemente, la difusión de las políticas neoliberales, con una
mayor transnacionalización de las economías latinoamericanas y
caribeñas y con la proliferación de negociaciones para la conclusión
de acuerdos de libre comercio de igual naturaleza que el ALCA, crean
las bases que distinguen el panorama de subordinación y retraso que
hoy sufre nuestra región.
Por tanto, rechazamos con firmeza el
contenido y los propósitos del ALCA, y compartimos la convicción
de que la llamada integración sobre bases neoliberales que esta
representa, consolidaría el panorama descrito, y no conduciría más
que a la desunión aún mayor de los países latinoamericanos, a
mayor pobreza y desesperación de los sectores mayoritarios de
nuestros países, a la desnacionalización de las economías de la
región y a una subordinación absoluta a los dictados desde el
exterior.
Dejamos claro que si bien la
integración es, para los países de la América Latina y el Caribe,
una condición imprescindible para aspirar al desarrollo en medio de
la creciente formación de grandes bloques regionales que ocupan
posiciones predominantes en la economía mundial, solo una integración
basada en la cooperación, la solidaridad y la voluntad común de
avanzar todos de consuno hacia niveles más altos de desarrollo,
puede satisfacer las necesidades y anhelos de los países
latinoamericanos y caribeños y, a la par, preservar su
independencia, soberanía e identidad.
Coincidimos en que la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA), propuesta por el Presidente
Hugo Chávez Frías en ocasión de la III Cumbre de Jefes de Estado
y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en
la isla de Margarita en diciembre del 2001, traza los principios
rectores de la verdadera integración latinoamericana y caribeña,
basada en la justicia, y nos comprometemos a luchar conjuntamente
para hacerla realidad.
Afirmamos que el principio cardinal
que debe guiar el ALBA es la solidaridad más amplia entre los
pueblos de la América Latina y el Caribe, que se sustenta en el
pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O'Higgins, San Martín,
Hidalgo, Petion, Morazán, Sandino y tantos otros próceres, sin
nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas que
nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América
Latina, según la soñaron los héroes de nuestras luchas
emancipadoras.
En tal sentido, coincidimos
plenamente en que el ALBA no se hará realidad con criterios
mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o
beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos. Solo una amplia
visión latinoamericanista, que reconozca la imposibilidad de que
nuestros países se desarrollen y sean verdaderamente independientes
de forma aislada, será capaz de lograr lo que Bolívar llamó
"Áver formar en América la más grande nación del mundo,
menos por su extensión y riqueza que por su libertad y
gloria", y que Martí concibiera como la "América
Nuestra", para diferenciarla de la otra América, expansionista
y de apetitos imperiales.
Expresamos asimismo que el ALBA tiene
por objetivo la transformación de las sociedades latinoamericanas,
haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias y que,
por ello, está concebida como un proceso integral que asegure la
eliminación de las desigualdades sociales y fomente la calidad de
vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación
de su propio destino.
Compartimos el criterio de que, para
alcanzar los objetivos apuntados, el ALBA debe guiarse por los
siguientes principios y bases cardinales:
1. El comercio y la inversión no
deben ser fines en sí mismos, sino instrumentos para alcanzar un
desarrollo justo y sustentable, pues la verdadera integración
latinoamericana y caribeña no puede ser hija ciega del mercado, ni
tampoco una simple estrategia para ampliar los mercados externos o
estimular el comercio. Para lograrlo, se requiere una efectiva
participación del Estado como regulador y coordinador de la
actividad económica.
2. Trato especial y diferenciado, que
tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países y la
dimensión de sus economías, y que garantice el acceso de todas las
naciones que participen en los beneficios que se deriven del proceso
de integración.
3. La complementariedad económica y
la cooperación entre los países participantes y no la competencia
entre países y producciones, de tal modo que se promueva una
especialización productiva eficiente y competitiva que sea
compatible con el desarrollo económico equilibrado en cada país,
con las estrategias de lucha contra la pobreza y con la preservación
de la identidad cultural de los pueblos.
4. Cooperación y solidaridad que se
exprese en planes especiales para los países menos desarrollados en
la región, que incluya un Plan Continental contra el Analfabetismo,
utilizando modernas tecnologías que ya fueron probadas en
Venezuela; un plan latinoamericano de tratamiento gratuito de salud
a ciudadanos que carecen de tales servicios y un plan de becas de
carácter regional en las áreas de mayor interés para el
desarrollo económico y social.
5. Creación del Fondo de Emergencia
Social, propuesto por el Presidente Hugo Chávez en la Cumbre de los
Países Sudamericanos, celebrada recientemente en Ayacucho.
6. Desarrollo integrador de las
comunicaciones y el transporte entre los países latinoamericanos y
caribeños, que incluya planes conjuntos de carreteras,
ferrocarriles, líneas marítimas y aéreas, telecomunicaciones y
otras.
7. Acciones para propiciar la
sostenibilidad del desarrollo mediante normas que protejan el medio
ambiente, estimulen un uso racional de los recursos e impidan la
proliferación de patrones de consumo derrochadores y ajenos a las
realidades de nuestros pueblos.
8. Integración energética entre los
países de la región, que asegure el suministro estable de
productos energéticos en beneficio de las sociedades
latinoamericanas y caribeñas, como promueve la República
Bolivariana de Venezuela con la creación de Petroamérica.
9. Fomento de las inversiones de
capitales latinoamericanos en la propia América Latina y el Caribe,
con el objetivo de reducir la dependencia de los países de la región
de los inversionistas foráneos. Para ello se crearían, entre
otros, un Fondo Latinoamericano de Inversiones, un Banco de
Desarrollo del Sur, y la Sociedad de Garantías Recíprocas
Latinoamericanas.
10. Defensa de la cultura
latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la
región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas
e indígenas. Creación de la Televisora del Sur (TELESUR) como
instrumento alternativo al servicio de la difusión de nuestras
realidades.
11. Medidas para que las normas de
propiedad intelectual, al tiempo que protejan el patrimonio de los
países latinoamericanos y caribeños frente a la voracidad de las
empresas transnacionales, no se conviertan en un freno a la
necesaria cooperación en todos los terrenos entre nuestros países.
12. Concertación de posiciones en la
esfera multilateral y en los procesos de negociación de todo tipo
con países y bloques de otras regiones, incluida la lucha por la
democratización y la transparencia en los organismos
internacionales, particularmente en las Naciones Unidas y sus órganos.
En el año en que se conmemora el 180
aniversario de la gloriosa victoria de Ayacucho y de la Convocatoria
al Congreso Anfictiónico de Panamá, que trató de abrir el camino
a un verdadero proceso de integración de nuestros países,
frustrado desde entonces, expresamos nuestra convicción de que
ahora, finalmente, con la consolidación de la Revolución
Bolivariana y el fracaso indiscutible de las políticas neoliberales
impuestas a nuestros países, los pueblos latinoamericanos y caribeños
se encuentran en el camino de su segunda y verdadera independencia.
El surgimiento de la Alternativa Bolivariana para las Américas
propuesta por el Presidente Hugo Chávez Frías es su mejor expresión.
Suscrita en La Habana, a los catorce
días del mes de diciembre de dos mil cuatro.
Fidel Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado de
la Repú blica de Cuba
Hugo Chávez Frías Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela
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