Un intenso programa de actividades
cumplió Su Toda Santidad Bartolomeo, Patriarca Ecuménico de la
Iglesia Ortodoxa Griega, durante la cuarta jornada de su visita
oficial a Cuba, en la que se destaca su presencia, en horas de la mañana,
en el hospital pediátrico docente William Soler.
La
más alta figura de la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa deseó a
los pequeños una rápida recuperación y que ya sanos, crezcan y
luchen por hacer su patria aun más brillante y gloriosa. A los médicos
les deseó mucha fuerza y fortaleza.
Su Toda Santidad Bartolomeo entregó
de forma simbólica una donación de sillas de ruedas ofrecida a
nuestro país por Ken Bering, director de la fundación
norteamericana de las sillas de ruedas, e instantes después obsequió
a los pequeños el libro El mágico secreto de Myrtó, una fábula
infantil en español de una escritora griega, con ilustraciones del
artista de ese país Dimitris Talaganis.
Con posterioridad visitó la sala de
cirugía cardiovascular del hospital, donde en la actualidad reciben
atención médica 11 niños.
Momentos antes, al dar la bienvenida
a Su Toda Santidad Bartolomeo, la directora del hospital de
referencia nacional, Diana Martínez Pití, miembro del Consejo de
Estado de la República de Cuba, explicó al distinguido visitante y
a su comitiva que la razón de ser de los profesionales de la salud
en Cuba es salvar vidas, luchar contra las enfermedades, lograr la
curación, aliviar el dolor para una mejor calidad de vida, sin
distinción de raza, religión ni posición social.
Puntualizó que los trabajadores de
la salud cubanos están educados bajo los principios de que lo más
importante es la vida de un ser humano y destacó que para ellos la
Medicina no es un medio de lucro sino un sentido de la vida.
Tras señalar que el Estado cubano
hace grandes esfuerzos para mantener estos servicios pues Cuba es un
país pequeño, bloqueado y constantemente amenazado, acotó que
estas dificultades no impiden que la Isla registre hoy indicadores
de salud a nivel de países desarrollados, ejemplos que, dijo,
expresan lo más noble de una nación en la atención a sus niños.
Estuvieron presentes el viceministro
primero de Salud Pública, Suiberto Hechavarría, Su Eminencia Atenágoras,
Arzobispo para Centroamérica y el Caribe, junto con otras
autoridades de la Iglesia Ortodoxa.
EN LA ESCUELA ESPECIAL SOLIDARIDAD
CON PANAMÁ
También
durante la mañana del sábado, la escuela especial Solidaridad con
Panamá recibió la visita del Patriarca Ecuménico de la Iglesia
Ortodoxa Griega.
Allí, una representación de los 142
niños con limitaciones físicas motoras que reciben educación
especial, ofreció al distinguido visitante una hermosa actuación
artística.
Al hablar a los pequeños y
trabajadores de la escuela, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo
expresó que estar allí con los niños ha sido el momento más
maravilloso de todos los vividos durante su estancia en Cuba, y
felicitó a todo el personal "por esa hermosa obra que
hacen".
Tras regalar a los pequeños el libro
El mágico secreto de Myrtó recorrió la escuela, una de las 418
que en toda Cuba se dedican a formar a niños con necesidades
educativas especiales, según explicó previamente su directora,
Esther María la O Ochoa.
ASISTIÓ
SU TODA SANTIDAD A APERTURA DE EXPOSICIÓN EN BELLAS ARTES
Su
Toda Santidad Bartolomeo asistió en horas de la tarde a la
inauguración en una parte del edificio de Arte Universal del Museo
Nacional de la exposición Eros-Athlos-Heros, del arquitecto y
artista griego Dimitris Talaganis, dedicada a los Juegos Olímpicos
y a la Tregua Olímpica, una institución establecida en la Antigua
Grecia para evitar guerras y conflictos entre las ciudades estados
durante los juegos.
Al
intervenir en la apertura destacó los extraordinarios valores de
este artista, quien dedicó su exposición al pueblo de Cuba por
mantener vivo
el espíritu helénico en un país tan lejano de Grecia.
El
Patriarca Ecuménico, Bartolomeo, se refirió a los combates que se
desarrollan en algunos lugares y al “desagradable fenómeno del
terrorismo”, y señaló que en estos momentos es necesario un
mensaje más amplio, sobre todo a lo que respecta al aislamiento de
Cuba por el bloqueo comercial, un país con una brillante
participación en los Juegos Olímpicos y que, dijo,
tiene el derecho de respirar libremente tanto en su interior
como en su exterior, en sus relaciones comerciales, culturales y demás
como el resto de los países de la comunidad internacional.
“Esperamos
que esta oportunidad no ha de pasar sin un resultado bueno”,
subrayó.
Por
su parte, Dimitris Talaganis agradeció al Comandante en Jefe Fidel
Castro la oportunidad de exponer en Cuba.
Afirmó
que a través de su voz, es posible escuchar la voz de Grecia, su país;
las voces del pueblo griego, de su historia y su filosofía.
El
arquitecto y artista llamó a hacer de este 2004 un año mundial de
la paz. El año, dijo, en que encerremos en la Caja de Pandora todos
los males vertidos sobre la humanidad, “dejando entre nosotros
solo aquel don que un día quedó atrapado dentro como un único
bien: la esperanza de paz”.
Asistieron
a la inauguración el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, el
Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal y autoridades de la Iglesia
Ortodoxa Griega, entre otros participantes.
Momentos
antes, Moraima Clavijo Colom, directora del Museo Nacional de Bellas
Artes, señaló que esta exposición del maestro Talaganis se
inscribe en la presencia de la tradición helénica en Cuba.
Pinturas
al óleo, dibujos sobre mármol, grabados en cristal, así como
objetos diseñados para ocasiones solemnes, medallas, discos, joyas,
broches, conforman esta muestra en la que, apuntó Colom, el artista
evoca lo helénico desde un trato personal con la tradición.