(29 de enero de 2004)
III Encuentro
Hemisférico de Lucha contra el ALCA
Denuncias y lucha no
van a faltar
Aseguran más de mil
representantes de los movimientos sociales de la región que desde
el lunes discuten en La Habana cómo enfrentar los planes de
dominación del Gobierno de Estados Unidos
María
Julia Mayoral y Joaquín Rivery
No
solo el ALCA, también los actuales acuerdos bilaterales y
multilaterales de libre comercio que el Gobierno de Estados Unidos
impulsa aceleradamente en la región, profundizarán y expandirán
el modelo neoliberal con sus programas de ajuste estructural, las
privatizaciones y el agravamiento de la deuda externa. De ello no
hay dudas como tampoco de su marcado efecto negativo en las mujeres.
Denunciar cómo se
expresan tales hechos en la vida cotidiana del sector femenino y
acrecentar la capacidad de concertación para la lucha, resultan
imperativos de primer orden, así se evaluó ayer en el taller que
reunió a las participantes en el III Encuentro Hemisférico de
Lucha contra el ALCA, cuyas sesiones comenzaron el lunes y culminarán
hoy jueves.
Para ellas las
realidades son cada vez más adversas: pérdida de los derechos
laborales, crisis de sobrecarga de trabajo, despidos masivos,
ubicación en zonas francas y maquiladoras con bajos salarios y en
condiciones semejantes a una verdadera esclavitud e incremento de la
violencia en todos los ámbitos.
En opinión de la
peruana Rosita Guillén, del Comité de Género de la Alianza Social
Continental, es preciso desenmascarar la falsedad del discurso ideológico
que acompaña a las políticas neoliberales y a su expresión
extrema en nuestra región, el proyecto de Área de Libre Comercio.
En nombre de la responsabilidad ciudadana, nos quieren hacer creer
que no es negativa la reducción del papel de los estados
nacionales, pues a nosotros como individuos nos toca
"participar", "asumir compromisos".
Con esa lógica
defienden las privatizaciones de los servicios de salud, educación,
la tierra, el suministro de agua potable, las prestaciones sociales;
plantean que las familias son las encargadas de asegurarse el acceso
a esas atenciones, mientras a instituciones como las médicas y a
sus profesionales, les dicen que el camino está en ser eficientes,
en convertirse en buenos gerentes, no importa ya curar a las
personas.
Cuando discutimos estos
asuntos, alertó la brasileña Miriam Nobre, debemos tener presente
que el ALCA expresa un fenómeno que ya estamos viviendo: las
concepciones neoliberales sufridas por nuestros pueblos y en
especial por las mujeres, las principales víctimas.
Nelcia Robinson, de
Trinidad y Tobago, fue otra de las defensoras de la necesidad de
aumentar la unidad en las acciones contra el ALCA, tras describir
las tristes realidades padecidas por las caribeñas.
UN PRIMERO DE MAYO
CONTRA EL ALCA
En el taller de los
trabajadores, con la participación de Pedro Ross, secretario
general de la CTC y miembro del Buró Político del Partido en
nuestro país, se propuso que la próxima celebración del Primero
de Mayo sea dedicada a la lucha contra el Área de Libre Comercio de
las Américas, como una forma más de contribuir al creciente
movimiento social de rechazo y a la necesaria profundización de la
conciencia popular sobre la verdadera naturaleza e intenciones de
los planes de Washington.
También existió
consenso de la importancia de avanzar en la integración regional
mediante mecanismos como el Pacto Andino y el MERCOSUR.
Coincidieron igualmente
en que no basta decirle No al ALCA, urge construir alternativas
viables y reforzar el apoyo a gobiernos como Venezuela, Brasil y
Argentina, cuyas posiciones se hallan en la avanzada del combate.
Para el cubano Leonel
González, dirigente sindical y miembro del comité organizador del
evento, en el contexto del creciente proceso de globalización
neoliberal, el movimiento sindical ha sufrido un golpe demoledor,
del cual solo ha empezado a recuperarse muy lentamente.
La privatización
acelerada de las empresas y servicios públicos, en muchos casos
vendidos, casi regalados, a inversionistas extranjeros y el
consecuente despido de millones de trabajadores y, por supuesto, la
desaparición y desarticulación de miles de sindicatos y gremios,
ha tenido un impacto tremendo, precisó.
Uno de los aciertos
fundamentales del movimiento sindical en su lucha contra el ALCA,
dijo, es haber entendido, aunque no suficientemente a tiempo, la
necesidad de alianzas con otras fuerzas sociales y populares, como
los campesinos e indígenas, las organizaciones de mujeres y
sectores de la iglesia más progresistas, entre otros.
RELIGIOSOS Y
CAMPESINOS
Los muchos quilates de
la batalla por un mundo mejor fueron fácilmente perceptibles en la
sala 6, sede de los religiosos, donde católicos, protestantes y tal
vez personas de alguna otra fe, llenaban el espacio en español,
inglés, portugués o portuñol, con términos que Washington
calificaría probablemente de comunistas.
Se citó el evangelio
para denunciar y pelear, para explicar experiencias y escuchar la práctica
de los vecinos, como el mexicano Efraín Rodríguez, cuya denuncia
del desastre provocado por el Plan Puebla Panamá en los campos de
su país dejó pensando a los presentes cómo será en otras
latitudes si se acepta un neoliberalismo igual.
Dyron Aranzález, un
ministro de la iglesia presbiteriana de Colombia, explicó fácilmente
cómo los grupos religiosos trabajaron bien fuerte en la base para
derrotar al Gobierno en un plebiscito que imponía nuevas medidas
neoliberales a las masas, a pedido del Fondo Monetario
Internacional, y daba mayores poderes al Presidente.
Una delegada del sur
brasileño, ministra luterana, expuso detalladamente la labor del
grupo religioso con el que trabaja para defender como punto central
el concepto de soberanía de los pueblos y promover conciencia en la
base.
Entre los campesinos e
indígenas, con problemas tan parecidos, un venezolano planteó que
habrá una lucha muy fuerte con la transnacional Monsanto, porque el
campesino que comienza a emplear semillas transgénicas, luego no
utiliza las tradicionales y el país pierde soberanía alimentaria.
Entre los hombres del
agro sorprendió Josiano Macena, joven brasileño, estudiante de
medicina en Cuba, quien al argumentar la necesidad de las alianzas,
de la unión entre el campo y la ciudad, propuso efectuar, el 16 de
febrero próximo, movilizaciones en todos los países ante las
embajadas de Washington para protestar contra el ALCA y demandar la
libertad de los Cinco Héroes Cubanos Prisioneros del imperio
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