Humilde
y combativo, Danny Rivera está convencido de que la cultura es un
arma de lucha para derrotar al Área de Libre Comercio para las Américas
(ALCA), a la que considera un fenómeno avasallador y letal.
El popular cantante puertorriqueño
por estos días vive, junto a su labor de músico y promotor artístico,
el compromiso ético de combatir por un mundo mejor, esta vez
involucrado en proyectos para formar a jóvenes artistas y denunciar
la hegemonía imperialista.
La cultura es un arma para desnudar
lo que hay detrás del ALCA, para develar los intentos de saqueo que
esconden sus postulados, y llevar un mensaje de amistad, solidaridad
y unión entre los pueblos, plantea.
En el Palacio de Convenciones, de la
capital cubana, fue otra voz que compartió con más de un millar de
delegados de 32 países los esfuerzos por derrotar ese engendro
imperial en el III Encuentro Continental de lucha contra el ALCA.
Con la misma sencillez con la que ha
expresado su arte señala que de muchas formas se puede proyectar
con un mensaje cultural lo que hay detrás del ALCA.
Convencido está de que son vitales
las culturas de los pueblos Latinoamericanos. "La gran variedad
de formas que tienen les posibilitan ser portavoces convincentes y
transformadoras de nuestros anhelos, y expresión de lo que no
queremos para el presente y futuro de millones de personas",
subraya.
Santurce lo vio nacer el 27 de
febrero de 1945 y Danny ganó la fama, discos dorados y de platino,
talla universal como artista, pero más que todo eso conquistó el
amor de miles de seguidores que valoran su humildad y entrega a
causas justas; entre estas, la autodeterminación de Puerto Rico,
defensa del entorno, ayuda a los desposeídos y lucha por la
devolución de Vieques a su pueblo.
Es así que ahora, muy contento,
coopera con quienes menos tienen, mediante un proyecto de formar en
Cuba como músicos y artistas de la plástica a jóvenes de sectores
pobres de América.
Inicialmente él y el pintor boricua
Pablo Marcano, plantearon a las autoridades cubanas la posibilidad
de hacer en la Isla una escuela internacional de artes para estos
muchachos sin medios para estudiar.
Acogida la idea, ya está en fase de
concreción bajo la forma de subcátedras en algunos de los
reconocidos centros de Cuba, que recibirán a parejas de jóvenes de
20 a 22 años, de los 12 países escogidos.
Después de dos años y medio
regresarán a sus naciones a llevar a través del arte o sus propias
vidas, un mensaje de fe y solidaridad, de compromiso y lucha,
enfatiza el intérprete de canciones antológicas como Tu Pueblo es
mi Pueblo, Madrigal, Alegoría y Canto a la Humanidad.
Así también anda realizando, por
Puerto Rico, Cuba y otros países, documentales para la televisión
sobre la música de cada lugar. Pronto Bolivia lo verá en esos
menesteres, lo que considera un esfuerzo modesto por exponer la
riqueza de la identidad y la cultura de Latinoamérica.
La música es mi vida, es la que me
lleva a toda esta lucha, si con ello llevo felicidad a las personas
me considero satisfecho, afirma.
En septiembre estaré en los
escenarios cubanos, anunció Danny al despedirse.