ULTRAJE A LAS MILES DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO INTERNACIONAL

20 de mayo de 2005

Duro golpe a la perfidia y la felonía

Demostró Fidel una vez más la conducta intachable de Cuba en la lucha contra el terrorismo. Histórica denuncia en la Tribuna Antimperialista José Martí

María Julia Mayoral
FOTOS: JORGE LUIS GONZÁLEZ

El Comandante en Jefe Fidel Castro cumplió su palabra de asestar un nuevo y duro golpe a la perfidia y la felonía provenientes de la Casa Blanca, al demostrar ayer con abundantes evidencias el conocimiento que posee el Gobierno de Estados Unidos sobre la actividad de los terroristas.

Ante más de 200 000 capitalinos reunidos en la Tribuna Antimperialista José Martí, al pie de la Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana, tuvo lugar esta histórica denuncia que el propio Fidel tituló La conducta diferente, pues de eso se trató, de contraponer la postura hipócrita del imperio a la verticalidad de una Revolución que siempre ha dicho y dirá la verdad.

Fidel inició la relación de pruebas a partir de lo ocurrido en los años 1990, cuando integrantes de la red montada en Centroamérica por Luis Posada Carriles realizaron una cadena de sabotajes en instalaciones turísticas de La Habana.

A partir de los actos terroristas perpetrados desde el 17 de octubre de 1992 hasta el 30 de abril de 1997, precisó, se había confeccionado una lista de 13 hechos graves de esa índole, cometidos especialmente contra centros turísticos cubanos, financiados casi en su totalidad por la Fundación Nacional Cubano Americana.

Con esos datos, denunció, se elaboró un informe que se hizo llegar al entonces presidente de EE.UU., Bill Clinton, a través del prestigioso escritor Gabriel García Márquez, quien ahora fue consultado antes de hacer pública la amplia y detallada reseña que redactara sobre los resultados de su entrevista el 6 de mayo de 1998 con Thomas 'Mack' McLarty, amigo antiguo y cercano de Clinton, y con tres funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

En aquellos momentos fueron enviadas, además, numerosas notas al Gobierno norteamericano por intermedio de su Oficina de Intereses en nuestro país. Detalles de cada una de esas comunicaciones y de las respuestas de la Casa Blanca fueron revelados anoche por Fidel.

El relato de García Márquez y las notas diplomáticas testimonian que las informaciones brindadas por Cuba fueron apreciadas por las máximas autoridades del vecino país del Norte.

Como parte del invariable compromiso de la Revolución de combatir todas las formas de terrorismo, y ante el peligro de nuevos ataques con bombas contra aviones civiles, en junio de 1998 fue recibida en La Habana una delegación de especialistas del FBI, a la que nuestro Gobierno le proporcionó amplia y precisa información acerca de actos terroristas contra Cuba ocurridos entre 1990 y 1998, vinculados la mayoría a la FNCA, y también sobre la ubicación de Luis Posada Carriles.

Los especialistas se llevaron además muestras de las sustancias explosivas de las bombas traídas a nuestro territorio por los terroristas, 5 casetes de video y 8 de audio con declaraciones de mercenarios centroamericanos capturados aquí.

Pero a tres meses del hecho, señaló Fidel, no habían ofrecido la contesta que prometieron y ocurrió todo lo contrario a lo esperado: el jefe del FBI en Miami, Héctor Pesquera, un miembro de la mafia contrarrevolucionaria, logró total impunidad para los terroristas, y concentró sus esfuerzos en identificar, perseguir y enjuiciar a los cubanos, que infiltrados en organizaciones terroristas de la Florida, habían proporcionado parte fundamental de la información para contener a los asesinos.

Lo más dramático para el pueblo norteamericano, sentenció Fidel, es que mientras Pesquera y sus efectivos se consagraban con ensañamiento a la persecución, arresto y enjuiciamiento escandaloso de los cubanos (los Cinco Héroes prisioneros del imperio), no menos de 14 de los 19 participantes en los ataques del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York y otros objetivos, vivían y se entrenaban en el área de responsabilidad de Pesquera.

El Comandante en Jefe, quien culminó sus palabras con un viva a la amistad entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos, volvió a demostrar anoche que tenemos en las manos la poderosa arma de la verdad contra la cual se estrellarán todos nuestros adversarios.

   

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