WASHINGTON.— La agencia española EFE da cuenta hoy
que el gobierno de Estados Unidos acusó al connotado terrorista Luis
Posada Carriles, de entrar ilegalmente en su territorio, lo que podría
conllevar a su deportación.
La oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)
anunció en un comunicado la acusación contra Posada Carriles y dijo
que se ha fijado para el 13 de junio una audiencia ante un juez de
inmigración que decidirá si prosigue arrestado sin derecho a
libertad bajo fianza mientras se decide su caso.
El terrorista, quien fue detenido en Miami el martes
pasado cuando se disponía a abandonar EE.UU., había dicho que entró
ilegalmente al país a través de México a mediados de marzo.
Bajo las leyes federales, el Gobierno de EE.UU. tenía
un plazo de 48 horas para presentar cargos contra Posada Carriles por
las infracciones a las leyes de inmigración. La fuente precisa que
Posada Carriles, permanecerá en la cárcel de El Paso (Texas) a la
que fue trasladado el miércoles y sin derecho a fianza hasta que se
presente ante el juez de inmigración.
El más veterano de los terroristas es responsable de
la voladura del avión cubano en 1976 frente a las costas de Barbados,
donde perdieron la vida 73 personas; también se adjudicó la explosión
de varias bombas en hoteles y centros turísticos de La Habana en
1997, a consecuencia de las cuales murió el joven italiano Fabio Di
Celmo.
Fue juzgado en Venezuela, y se fugó de la cárcel en
1985 cuando todavía el proceso estaba en fase de apelación por parte
de la Fiscalía.
Aparte de su posible deportación a un país por
determinar, Estados Unidos podría considerar la opción de
extraditarlo a Venezuela, en respuesta a una solicitud de Caracas, o
permitir que se quede en suelo estadounidense y tramite un asilo político,
dice EFE.
Venezuela ha ofrecido garantías a Washington de que,
en el marco de un acuerdo bilateral de extradición que data de 1922,
no entregarían a Posada Carriles a Cuba ni a ningún otro país.
Expertos consultados hoy por EFE aseguraron que
cualquiera sea la decisión final de EE.UU., el Gobierno de Washington
afronta un dilema con claras repercusiones políticas en el caso de
Posada Carriles.
El presidente George W. Bush "ha dejado clara la
idea de que no toleraremos que ningún país dé refugio a
terroristas. Posada Carriles es un conocido terrorista y a EE.UU. no
le conviene darle asilo político", dijo Philip Brenner, profesor
de política exterior de American University en Washington.