17 de mayo de 2005
Salimos a pelear por la justicia
MARÍA JULIA MAYORAL
"Al
combate corred bayameses/ que la Patria os contempla orgullosa...":
Nuestro Himno Nacional se entona con vehemencia, por segunda vez en un
solo día frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba,
al pie del Malecón habanero. Y no es en balde... Más de un millón
200 000 personas salieron a las calles este 17 de mayo con Fidel al
frente para reclamar que tenga fin la incesante y feroz campaña de
terrorismo de que es víctima nuestro pueblo durante ya más de 45
años, y se haga justicia contra los criminales Luis Posada Carriles y
Orlando Bosch.
A los jóvenes
universitarios, cantando el Himno, les ha tocado el honor de cerrar la
marcha luego de más de seis horas ininterrumpidas de desfile popular
iniciado a las 8 de la mañana tras los pronunciamientos del
Comandante en Jefe.
Es otra jornada en pie de
guerra sin odios, como quería Martí; con toda la moral del mundo
para proclamar el derecho de esta nación a su desarrollo, la
justicia, la paz y la libertad. Nadie olvida la sangrienta dictadura
batistiana sostenida desde el exterior, ni cada uno de los actos de
terrorismo desde los primeros años de la Revolución hasta el
presente, acciones ideadas por los gobiernos y los servicios
especiales del vecino del Norte.
No son Orlando Bosch y
Posada Carriles obras de la casualidad, constituyen los más
sanguinarios exponentes de ese terrorismo imperialista, recalcó
Fidel.
En la avenida del Malecón
habanero y en numerosas calles aledañas no cabía un alma más. Todo
repleto de hombres, mujeres, niños, ancianos, familias y colectivos
obreros, agrupaciones de combatientes de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y del Ministerio del Interior, el alumnado casi
íntegro de diversas escuelas con sus maestros.
Han madrugado y están
allí, dispuestos a comenzar la caminata por la verdad y la justicia.
Junto a Fidel encabezan la
manifestación integrantes del Buró Político del Partido y otros
dirigentes de la Revolución. Raúl va junto a sus compañeros de las
FAR. Se anda como aconsejaba el Apóstol: cerrando filas frente al "gigante
de las siete leguas".
Hay banderas cubanas en
las manos de todos; son escudo y emblema de lucha.
Entre los primeros avanzan
los jóvenes de la Universidad de Ciencias Informáticas. Roberto
Pérez Amaro, estudiante de primer año, me cuenta que se levantaron
cerca de las cuatro y media de la madrugada, y en la escuela solo
quedaron los alumnos con algún problema de salud.
Unos se han agrupado por
sus colectivos docentes y laborales, pero la mayoría partió desde
sus municipios de residencia. Abundan las telas que identifican la
procedencia, como para decir: estoy aquí, no le fallé a la Patria.
También hay cientos de pancartas de condena al Gobierno yanki y a los
terroristas Posada Carriles y Orlando Bosch, y las que reclaman
justicia. Unas han sido elaboradas en imprentas, pero la mayor parte
es obra del ingenio de la gente, en ellas están el estilo propio, la
expresión clara de por qué en Cuba tenemos Revolución.
Al frente de los
familiares de las víctimas del odio imperialista caminan los padres,
las esposas e hijas de los Cinco Héroes prisioneros políticos en
cárceles de EE.UU. por el "delito" de luchar contra el terrorismo.
Ese es un bloque humano especialmente conmovedor. Una mujer canosa
lleva una foto amarillenta del hijo o el esposo asesinado. Otros
portan pancartas donde aparecen los rostros de seres queridos
ausentes, sus restos irrecuperables fueron a parar a las profundidades
del mar, porque manos terroristas volaron la aeronave donde viajaban
de regreso a Cuba procedentes de Barbados.
Jóvenes latinoamericanos
y estadounidenses hacen suya la marcha. Estudian Medicina aquí y
desfilan con sus banderas nacionales.
Termina el desfile como
empezó: "Al combate corred bayameses..." Ojalá el Gobierno del
imperio comprenda que los cubanos y la humanidad entera tienen ansias
de justicia, y actúen en consecuencia. De lo contrario, seguiremos
dando la pelea.
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