17 de mayo de 2005
En la capital habanera la historia se
repite 25 años después
Los habaneros, en
representación de todos los cubanos, vuelven hoy escribir una página
histórica. Desde el amanecer, la capital es un torrente humano que
desfila frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba y
en voz unida reclama justicia y verdad
IRAIDA CALZADILLA
RODRÍGUEZ
Los habaneros, en
representación de todos los cubanos, vuelven hoy escribir una página
histórica. Desde el amanecer, la capital es un torrente humano que
desfila frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba y
en voz unida reclama justicia y verdad, en una marcha multitudinaria
que reafirma su defensa por las conquistas alcanzadas en un proceso
social que ha dignificado, como ningún otro, a sus ciudadanos, al
hombre en su concepción plena.
Obreros, intelectuales,
amas de casa, jubilados, estudiantes, jóvenes y niños, combatientes
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior,
federadas, pueblo todo, ha tomado la calles y especialmente el
Malecón habanero para denunciar el terrorismo, los métodos nazis, el
genocidio, y las mentiras, como expresó el Comandante en Jefe Fidel
Castro en la alocución que inició la marcha. En contraposición a
las viles acciones que desde el territorio norteamericano impulsa el
gobierno de esa nación, Cuba entera une su voz para cada vez más
trabajar por un planeta donde impere la verdad, la solidaridad, la
hermandad y la paz entre los pueblos, porque como enfatizó su líder
histórico, la humanidad tiene ansias de justicia.
La convocatoria a la
marcha ha tenido un respaldo firme y consecuente. Un joven estudiante
denuncia la doble moral del gobierno estadounidense que inmoralmente
intenta alzarse como paradigma en la lucha contra el terrorismo,
mientras cobija a Posada Carriles, uno de los más siniestros
personajes de la historia contemporánea de este hemisferio; un obrero
de la construcción dice que defender nuestra causa es defender la de
los pueblos oprimidos del Tercer Mundo; una cederista manifiesta que
no hay quien detenga a un pueblo cuando la justicia está de su parte.
Un niño afirma que va junto a sus padres para que la pañoleta azul
brille siempre como el cielo.
En esta marcha
combatiente, que como hace 25 años inició una peculiar forma de
manifestar los cubanos su denuncia ante las viles agresiones que se
gestan desde territorio norteamericano, el pueblo no solo exige
justicia contra los terroristas que el comprometido imperio crea y
anida, sino que reafirma también su voluntad de pervivir hasta la
victoria siempre.
|