Y no podía ser otro el dictamen emitido por la juventud cubana en
el juicio político. Luego del amplio material probatorio aportado por
la acusación y examinado por el Tribunal Antiterrorista sobraron
razones para la condena que no solo recayó sobre Luis Faustino
Clemente Posada Carriles, sino también sobre el gobierno de los
Estados Unidos que ha financiado y apoyado todos sus actos terroristas
contra la Revolución cubana.
En esta denuncia la presidenta del tribunal, licenciada Iala
Rodríguez Cruz, enumeró todos los hechos probados que demuestran la
culpabilidad de Posada Carriles y que reflejan la práctica del
terrorismo como un instrumento permanente de la política exterior del
gobierno norteamericano.
El extenso pliego da cuenta del tenebroso historial del verdugo,
con particular énfasis en su participación directa en la voladura de
una aeronave civil cubana en 1976 frente a las costas de Barbados,
sabotaje en el que perecieron las 73 personas a bordo, y otros hechos
como la serie de atentados contra instalaciones turísticas cubanas en
1997 y 1998, y de no pocos intentos de asesinato del Comandante en
Jefe Fidel Castro, algunos tan macabros como el que planeó realizar en
el paraninfo de la Universidad de Panamá ante miles de estudiantes, en
noviembre del año 2000.
Así recordó cómo hoy, respondiendo a un plan aprobado por el
presidente Bush, el gobierno de Estados Unidos lo protege para evitar
que revele la información sobre sus antiguas relaciones, compromisos y
vínculos en la ejecución de diferentes planes terroristas.
Para ello, la Casa Blanca, de conjunto con la mafia terrorista de
Miami, desarrolló maniobras seudolegales para imputarle mínimas
infracciones migratorias y torcer el curso del proceso hasta otorgarle
plena libertad.
Antes de la clausura de este juicio político continuaron
presentándose evidencias que prueban la culpabilidad del terrorista y
del gobierno norteamericano. El teniente coronel Roberto Hernández
Caballero, investigador cubano quien declaró en algunos procesos
judiciales realizados en territorio norteamericano, explicó que las
evidencias aportadas por Cuba sobre terroristas contra nuestro pueblo
han sido desestimadas por la justicia de ese país.
En el juicio a los autores del secuestro en Cuba de un avión para
viajar a la Florida, el jurado los declaró inocentes a pesar de que
tal acción, claramente probada, se califica como terrorista. Las
pruebas de inocencia presentadas en el juicio a Fernando González,
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González,
quienes finalmente fueron condenados por ayudar a evitar acciones
terroristas, también fueron desechadas, ejemplificó Hernández
Caballero.
En esa última sesión fue abordado también el caso de Fabio di Celmo,
italiano muerto durante la escalada de atentados con bombas, contra
instalaciones turísticas cubanas hace diez años.
Giustino di Celmo, padre del joven, expresó que la decisión de
liberar a Luis Posada Carriles constituye una burla a la memoria de
Fabio y de todas las víctimas del terrorismo, que ha costado la vida
de 3 478 personas y ha quebrantado la integridad física de 2 099.
Dirigentes de las organizaciones estudiantiles, juveniles y de
pioneros de Cuba, liderados por Julio Martínez, primer secretario de
la Unión de Jóvenes Comunistas, asistieron al juicio político en el
tribunal antiterrorista La juventud acusa a Luis Posada Carriles y al
gobierno de los Estados Unidos, que durante dos días sesionó en La
Habana.