La mejor prueba de la inocencia de nuestros Cinco compatriotas injustamente presos en cárceles de Estados Unidos se llama Luis Posada Carriles, cuya liberación viola de manera escandalosa los propios preceptos enunciados por el imperio en su supuesta lucha contra el terrorismo.

Así lo destacó Ricardo Alarcón de Quesada, miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al hablar en el Encuentro Internacional de Solidaridad, que reunió ayer en el Palacio de las Convenciones a representantes de numerosas organizaciones sindicales, sociales y políticas de más de 70 países.

El titular del parlamento cubano se refirió al documento presentado a través de sus abogados por el propio Posada Carriles el lunes 30 de abril, donde el connotado terrorista afirma haber trabajado para la CIA durante más de 25 años, desde 1961.

Dicha declaración, subrayó, ratifica lo que Cuba siempre denunció: Posada era un hombre de la Agencia Central de Inteligencia en el momento en que ocurre la voladura del avión de Barbados, cuando estuvo involucrado en la Operación Cóndor, en la guerra sucia contra Nicaragua, durante el tiempo en que fue jefe de la Policía Política venezolana, y torturó y asesinó a muchos hijos de ese pueblo hermano.

Tras argumentar cómo esa declaración bastaría para armar un gran escándalo en la opinión pública de los Estados Unidos, Alarcón llamó a multiplicar el movimiento internacional en favor de la libertad de los Cinco, pues este año puede ser decisivo si tenemos en cuenta que la Corte de Apelaciones de Atlanta debe pronunciarse después de la audiencia oral, prevista para el 20 de agosto.

Solo la solidaridad de los pueblos nos permitirá a ustedes y a nosotros conquistar la justicia; todos los que nos sintamos parte de ese noble esfuerzo por crear un mundo mejor y combatir el terrorismo, estamos en la obligación de mantenernos vigilantes sobre el futuro de esa causa, sentenció.

Los participantes en el Encuentro reiteraron su apoyo a la Revolución cubana, exigieron la excarcelación de los Cinco Héroes, y condenaron la liberación de Posada Carriles.