En la plaza provisional de la Revolución en la localidad cabecera
de la provincia de Pinar del Río, condenaron el doble rasero de la
actual administración en Estados Unidos, al mantener en prisión a
cinco luchadores antiterroristas cubanos y encubrir una vez más al
responsable del luto en cientos de hogares latinoamericanos.
Solo contra Cuba, Posada intervino en la invasión por Playa Girón,
en acciones de la Operación Mangosta, fue coautor de la voladura de la
nave de Cubana de Aviación frente a las costas barbadenses y de planes
de magnicidio en 1997 y 2000, recordó el instructor de arte Agustín
Pérez.
En el acto, presidido por Olga Lidia Tapia Iglesias, primera
secretaria del Partido en la provincia, Midalys Valdés cuestionó cómo
olvidar el llanto de las familias dañadas, como la del joven italiano
Fabio di Celmo, uno de los más de 3 000 muertos por ataques
terroristas a la nación.
Aún con la voz quebrada, María Amelia Uranga recordó en la tribuna
de reafirmación revolucionaria que su hermana Nancy era una excelente
deportista, llena de sueños e hija ejemplar, cuya existencia fue
truncada hace 30 octubres por Posada Carriles cuando saboteó el avión,
y sin embargo el criminal está hoy en libertad.
En el acto, el estelar pitcher Pedro Luis Lazo no levantó su brazo,
sino la voz, para exigir el retorno a la celda del asesino y la
liberación de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, René González,
Ramón Labañino y Fernando González, Héroes de la República de Cuba
presos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
Lazo habló en nombre de los deportistas y de todo el pueblo cubano
que —ante las artimañas imperiales— ha dado muestras excepcionales de
apoyo a la Revolución.
Posada Carriles permanecía detenido en Estados Unidos. desde mayo
de 2005 por entrada ilegal a ese país, pero gozaba de la evidente
protección de las autoridades gubernamentales, que han desconocido
reiterados pedidos de Venezuela para que el criminal fuera extraditado
a esa nación, de donde se fugó de una cárcel en 1985.
El expediente del delincuente contiene más de 1 500 páginas sobre
su participación en el sabotaje a la nave de Cubana de Aviación,
además de la colocación de bombas en hoteles de La Habana que costaron
la vida a un joven italiano, entre otros asesinatos y graves acciones
delictivas.
Todo eso fue pasado por alto por la administración de W. Bush,
quien lo encausó solo por violar leyes migratorias y mentir, lo que
debe ventilarse en juicio señalado para el 11 de mayo próximo. (AIN)