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El caso de Luis Posada Carriles es la última oportunidad de Estados
Unidos para demostrar que efectivamente está interesado en la lucha
antiterrorista, aseguró el embajador venezolano en Washington,
Bernardo Alvarez.
La libertad bajo fianza de Posada, terrorista de origen cubano
acusado por el crimen de 73 personas al hacer volar un avión civil en
1976, es una decisión política de la administración del presidente
George W. Bush, apuntó Alvarez en entrevista con Telesur.
El diplomático advirtió que "es responsabilidad de la Casa Blanca
si Posada Carriles sale libre". "Es una decisión que está en manos de
la administración, y muy concretamente de la Casa Blanca", apuntó.
De acuerdo con su criterio, ningún funcionario burocrático de
primer, segundo o tercer nivel va a tomar una decisión sobre el caso
de Posada sin tener el visto bueno o la negativa de la Casa Blanca.
Alvarez consideró que la jueza Kathleen Cardone, quien concedió la
libertad condicional a Posada, espera una solicitud de detención por
violaciones migratorias o parte de la "abundantísima documentación"
que lo certifica como terrorista.
El embajador Alvarez estimó que el caso Posada no está concluido,
pues Estados Unidos puede presentar una solicitud de detención por
cargos migratorios o preventiva, en función del tratado de extradición
vigente con Venezuela.
Recordó que durante 22 meses el gobierno venezolano ha insistido en
la necesidad de la detención de Posada Carriles con fines de
extradición, pero hasta ahora no ha recibido respuesta.
Nuestra acción de solicitud de extradición -agregó- fue previa a la
captura de Posada y su encausamiento por delitos migratorios.
El terrorista de origen cubano se fugó de una cárcel venezolana
para evitar ser procesado por la voladura del avión civil, hecho que
fue organizado en suelo venezolano.
Por tal motivo el país sudamericano pidió la entrega del criminal
para juzgarlo, pero las autoridades estadounidenses lo detuvieron por
mentir a las autoridades migratorias y se niegan a acusarlo por los
cargos de terrorismo o detenerlo con fines de extradición.