Nicanor León Cotayo, periodista y escritor que por 30 años ha
investigado el criminal acto de la voladura de una nave de Cubana de
Aviación en Barbados, cuyo autor intelectual —confeso y aún no
juzgado— es Posada Carriles, explicó que existen múltiples pruebas que
lo incriminan, junto a su compinche Orlando Bosh y a dos mercenarios
venezolanos.
Pruebas contundentes, dijo, demuestran al mundo cómo el gobierno de
W. Bush protege a terroristas, mientras proclama la lucha contra el
terrorismo y, al mismo tiempo, mantiene presos a Cinco cubanos
luchadores antiterroristas. "Honor y gloria a ellos, absoluto
desprecio a Luis Posada Carriles", sentenció.
En el acto, presidido por Iván Ordaz, miembro del Comité Central y
primer secretario del Partido en La Habana, el joven Camilo Rojo,
integrante del Comité de Familiares de las Víctimas de Barbados que
perdiera a su padre en tan horrendo suceso, aseguró que el asesino
Posada Carriles "ha segado la vida a muchas personas inocentes, ha
dejado a hijos huérfanos, a madres sin hijos". Permitir que salga a
las calles, afirmó, es una patente de corzo para el terrorismo.
En representación de los 27 000 campesinos de La Habana, Héctor
Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños
en la provincia, recordó que el campesinado cubano ha sido también
víctima de estos actos terroristas a través de la introducción de
bacterias, virus y hongos en plantaciones y rebaños, con elevados
daños a la economía del país.
Representantes de organizaciones políticas y de masas manifestaron
también su indignación ante las nuevas patrañas de la administración
Bush. El sentir de los más jóvenes se sintetizó en las palabras de
Michel Núñez Rabre, primer secretario de la UJC en el territorio,
quien aseguró que "las nuevas generaciones, conocedoras de todos estos
sufrimientos causados a nuestro pueblo, juramos luchar por siempre
para que la injusticia tiemble".