La quinta edición actualizada del libro Crimen en Barbados, de
Nicanor León Cotayo, es una prueba irrefutable de la peligrosidad que
representa para el mundo el connotado terrorista Luis Posada Carriles,
cobijado por el gobierno de Estados Unidos.
Tubal Páez, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, al
presentar hoy el texto, en la capital cubana, agregó que el fallo
judicial que concede la libertad bajo fianza a Posada es una burla
macabra a la opinión pública mundial, justo cuando nuevas voces se
unen al clamor de justicia.
Recordó que este miércoles se cumplen dos años de la denuncia que
hizo el presidente Fidel Castro sobre la presencia de ese asesino en
Estados Unidos, un gobierno cuya doble moral califica a los
terroristas como malos o buenos en dependencia de sus intereses.
Precisó que esta obra, como refiere en el prólogo la periodista
venezolana Alicia Herrera, incluye la carta de la Oficina de
Inmigración de Estados Unidos a Luis Posada Carriles y la denuncia del
encargado de negocios de Cuba en la ONU sobre ese terrorista.
Acotó que además la minuciosa investigación periodística de León
Cotayo, incluye documentos parcialmente desclasificados por el
gobierno de la Casa Blanca relacionados con el caso, en el cual
tuvieron una acción directa Posada, Orlando Bosch y los mercenarios
Hernán Ricardo y Freddy Lugo, así como también la Agencia Central de
Inteligencia (CIA).
Una contundente denuncia contra el fallo dictado por Kathleen
Cardone, jueza de la Corte Federal de El Paso, Texas, el pasado
viernes, concediéndole la libertad bajo fianza a Posada Carriles,
devino, de igual modo, la Declaración del Comité de Familiares de las
Víctimas de la voladura del Avión cubano en Barbados, dado a conocer
hoy.
El documento, hecho publico por Ileana Alfonso, hija de Demetrio
Alfonso, quien ocupaba el cargo de presidente de la Confederación
Centroamericana y del Caribe de esgrima, exige que el gobierno de
Washington cese de proteger a Posada y honre los convenios de los
cuales es signatario y que le obligan a juzgarlo.
Asimismo señala que no es ético acusar a Posada Carriles por
mentiroso y engañar al mundo sobre su condición de terrorista, y
desencadenar guerras contra ese flagelo, provocando la muerte de miles
de ciudadanos en distantes lugares del planeta, mientras alberga a un
confeso y activo asesino.
El libro Crimen en Barbados fue concebido por Nicanor León Cotayo
desde el 15 de octubre de 1976, cuando fueron sepultados en La Habana
los restos que pudieron recuperarse de las aguas del mar Caribe.
Fue su objetivo desde el principio redactar un texto con lenguaje
claro, objetivo y desprovisto de adjetivos innecesarios y con
opiniones directas, dándole la palabra a la palabra misma.
Con este volumen, Cuba entrega al mundo otro imprescindible
documento para que se conozca a fondo como se fraguó esa conspiración
contra la Revolución cubana, que culminó con el derribo en pleno vuelo
de una nave de cubana de aviación, donde perdieron la vida 73
personas.
Al encuentro literario, asistieron también Camilo Rojo, coordinador
del Comité de familiares de las Víctimas del Crimen de Barbados, y
Giustino di Celmo, padre de Fabio, quien murió a consecuencia de la
explosión de una bomba colocada por mercenarios a sueldo en el hotel
capitalino Copacabana.
Di Celmo recordó que mañana se cumplen 10 años de la primera
explosión de bombas en hoteles habaneros, en tanto aseguró que no
cejará en la lucha hasta que prevalezca la justicia en alusión también
al caso de los Cinco Héroes cubanos que guardan injusta prisión
en cárceles del imperio. (AIN)