La prensa internacional ha informado que el día 11 de
enero de 2007 el gobierno de los Estados Unidos, que ha venido
protegiendo durante más de 18 meses al terrorista internacional Luis
Posada Carriles, se ha visto obligado a instruirlo de cargos por
fraude y haber mentido a la hora de solicitar la naturalización en los
Estados Unidos.
El gobierno de los Estados Unidos se ha visto obligado
a reconocer que nuestro Comandante en Jefe tenía razón cuando, en
abril de 2005, al comentar la información publicada por el diario
mexicano "Por Esto", denunció reiteradamente que desde hacía
prácticamente un mes, Posada Carriles se hallaba, con toda impunidad,
en el territorio norteamericano, al que había arribado a bordo de la
embarcación Santrina, procedente de Islas Mujeres, donde había sido
recogido por Santiago Álvarez Fernández-Magriñá y otros terroristas
para su traslado a los Estados Unidos.
Luego de que el gobierno norteamericano se viera
obligado a detenerlo el 17 de mayo de 2005, tras dos meses de
permanencia ilegal, pero permitida, en el territorio de los Estados
Unidos, el terrorista tejió una red de mentiras en el sentido de que
había ingresado por tierra al territorio de los Estados Unidos a
través de la ciudad mexicana de Matamoros, de que no había estado en
Cancún ni en Islas Mujeres, de que durante su paso por México no había
visto en ningún momento a la embarcación Santrina, y de que en ningún
momento tampoco había visto a Santiago Álvarez y a los demás
terroristas que, según fue denunciado por nuestro Comandante en Jefe,
lo acompañaron en la travesía desde México a los Estados Unidos.
En la instrucción de cargos del pasado 11 de enero, el
gobierno de los Estados Unidos aduce que Posada mantuvo una conducta
fraudulenta y mintió, pues, en realidad, "ingresó a los Estados Unidos
por mar a bordo de la embarcación Santrina
y Santiago Álvarez, Osvaldo Mitat, Rubén López Castro y José Pujol
estuvieron con él a bordo de la embarcación Santrina durante la
travesía de México a los Estados Unidos".
El gobierno de los Estados Unidos con frecuencia
olvida que la verdad ha sido siempre un arma fundamental de la
Revolución Cubana. Hoy, casi dos años después, no ha tenido más opción
que reconocerlo.
Por su parte, el gobierno de Vicente Fox en México,
ante la solicitud cubana de que investigara a profundidad el tránsito
por dicho país de Posada Carriles, le informó oficialmente a nuestro
Gobierno el día 25 de mayo de 2005, que en sus registros no figuraba
el ingreso del terrorista en el territorio mexicano. Indicaba, además,
que la embarcación Santrina había arribado a Islas Mujeres el 14 de
marzo de 2005 y aseguraba que dicha embarcación, después de haber sido
reabastecida, había partido de dicha localidad con los mismos
tripulantes que había arribado, sin que entre ellos se encontrara Luis
Posada Carriles.
En la instrucción de cargos del 11 de enero el
gobierno de los Estados Unidos no ha incluido mención alguna al
terrorismo. El gobierno norteamericano sabe bien, y tiene todas las
pruebas, de los innumerables actos terroristas cometidos por Posada
Carriles, incluyendo el derribo en pleno vuelo de una aeronave de
Cubana de Aviación en 1976 y los actos de terrorismo perpetrados
contra hoteles cubanos en 1997, uno de los cuales costara la vida al
joven turista italiano Fabio Di Celmo.
Para el gobierno de los Estados Unidos, el único
camino ajustado a los tratados internacionales sobre terrorismo de los
que es parte y porque está establecido por sus propias leyes, habría
sido calificar a Luis Posada Carriles, desde el principio, de
terrorista e instruirle cargos por terrorismo, lo que hubiera impedido
el largo proceso migratorio transcurrido en El Paso, cuyo único
objetivo ha sido protegerlo para evitar que haga públicos los muchos
secretos que conoce acerca de las acciones encubiertas, actos ilegales
y vínculos del imperio con la mafia anticubana, especialmente en el
periodo en que el padre del actual Presidente de los Estados Unidos
era el Director de la CIA.
El Ministerio de Relaciones Exteriores espera que esta
instrucción de cargos al terrorista Posada Carriles por delitos de
carácter migratorio de menor entidad, no se convierta en una cortina
de humo para extenderle impunidad por el grave delito de terrorismo, o
en un pretexto para seguir ignorando la solicitud de extradición de
Posada Carriles presentada el 15 de junio de 2005 por el Gobierno de
la República Bolivariana de Venezuela por su responsabilidad en la
voladura del avión de Cubana de Aviación, y sobre la cual no ha dado
respuesta todavía.
La siguiente prueba para el gobierno del Presidente
Bush será el próximo 1º de febrero. Ese día tendrá que responder a la
orden del Juez Philip Martínez de justificar que Posada Carriles debe
permanecer en prisión, de conformidad con la Sección 412 de la Ley
Patriota de los Estados Unidos y para ello estará obligado a reconocer
que "su liberación amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos
o la seguridad de la comunidad o de cualquier persona". Ha llegado la
hora de la verdad. Los familiares de las víctimas reclaman justicia.
El pueblo cubano los acompaña en el dolor y los apoya plenamente.
Veremos ahora qué hace el Presidente que se nombró a sí mismo "líder
mundial de la lucha contra el terrorismo".
La Habana, 15 de enero de 2007