Edgardo Ojeda Serrano, hijo del patriota puertorriqueño
Filiberto Ojeda Ríos, asesinado por fuerzas del Buró Federal de
Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) el pasado 23 de
septiembre en Puerto Rico, asistió hoy en La Habana a una Tribuna
Abierta contra los crímenes imperialistas y en tributo al líder
independentista boricua y a los mártires del crimen de Barbados.
"Filiberto vive", reiteró Edgardo Ojeda en varios
momentos de su intervención durante el homenaje presidido por el
presidente cubano Fidel Castro en el teatro habanero Karl Marx.
El asesinato de Ojeda, precisó Edgardo, es otro intento inútil
para descabezar el movimiento independentista en Puerto Rico.
Relató que en el último mensaje que le escribiera su padre, el
incansable luchador boricua asevera que aunque él falte, ya nadie
puede parar el proceso; la ola soberana tiene claramente su rumbo
definido y no hay quien la detenga.
Edgardo calificó de "cuestionable" la herida de bala
no mortal que recibió su padre y denunció cómo lo dejaron morir
desangrado. El crimen fue tan evidente y bárbaro, resaltó, que la
respuesta de repudio popular resultó masiva y trascendió todas las
barreras políticas y religiosas.
Agradeció, en nombre de la familia, el homenaje póstumo de los
cubanos a su padre quien, dijo, fuera férreo defensor de Cuba y su
Revolución, y destacó la posibilidad de compartir públicamente el
dolor de las familias de las víctimas del crimen de Barbados, hecho
que, junto al asesinato de Ojeda Ríos, definió como acciones de
terrorismo político y de Estado.