Como una reunión de combate de todos
los pueblos y las víctimas y familiares de los actos terroristas
organizados por las Administraciones norteamericanas y perpetrados por
sus servicios especiales en nuestro continente, calificó el
Comandante en Jefe Fidel Castro, Presidente del Consejo de Estado y
del Gobierno, el encuentro Contra el terrorismo, por la verdad y la
justicia, que sesiona en La Habana.
Este es un evento excepcional, dijo, en
el que se lucha por la vida, la independencia y en contra de la
dominación que la superpotencia estadounidense pretende imponer en
nuestro hemisferio. Es, además, un intercambio donde se han escuchado
testimonios y declaraciones maravillosas, conmovedoras, brillantes, en
el cual las madres han ocupado el lugar de sus hijos muertos o
desaparecidos, y los hijos, destacó, el puesto de combate de sus
padres que hoy desafortunadamente no están.
En otro momento de su intervención, el
líder de la Revolución cubana destacó que debe existir un avance y
una toma de conciencia en los pueblos del mundo. Albergo la esperanza
de que esto suceda rápidamente, resaltó.
Creo, además, que los periodos
históricos se van acortando y un ejemplo de ello es que hace solo una
semana estábamos preparando este foro, y hoy es una realidad,
precisó. También hace unos tres meses "colaron" a Posada
Carriles en EE.UU. y gracias a la rapidez e insistencia de nuestras
denuncias, se desató una cruenta batalla por la verdad y la justicia,
en la que esta reunión forma parte ella como un escenario para
remover y reconstruir la historia de los centenares de miles de
crímenes ocurridos hace medio siglo en Latinoamérica.
Veremos cómo termina nuestra lucha,
dijo, pero soy optimista pues confío en la capacidad de actuar de los
hombres y mujeres como ustedes que no han renunciado al paso del
tiempo y que tienen ansias de justicia.
proceso de observatorio del terrorismo
de Estado e imperial
Durante la segunda jornada de trabajo
del evento habló el prestigioso periodista argentino Miguel Bonasso,
quien aseguró que la reunión de La Habana es un primer paso de un
proceso de observatorio del terrorismo de Estado e imperial que
seguramente tendrá continuidad, regularidad y avanzará en sus
denuncias y protestas.
Bonasso dijo que nuestra presencia en
este foro no debe interpretarse como una visita académica de
interpretación del pasado, sino que significa un compromiso
irrenunciable con las dos naciones más amenazadas del continente:
Venezuela y Cuba.
El periodista argentino denunció,
además, la violación del Gobierno norteamericano de los artículos
del 7 al 15 de la Convención de la Comisión de Derechos Humanos en
la que es ley extraditar a terroristas para que sean juzgados en
territorios donde hayan organizado o cometido sus crímenes.
Hizo alusión también a la doble moral
y doble rasero de la política del Gobierno de EE.UU. y sus aliados en
su cruzada antiterrorista.
Bonasso puso de relieve otra forma de
terrorismo: el genocidio social y económico impuesto por el
neoliberalismo y su práctica en el hemisferio, el cual es responsable
de la muerte por hambre de millones de personas y mediante el que
muchos trabajadores se convierten en desaparecidos sociales.
Denunció también cómo los habitantes
de la Casa Blanca están implementando una nueva guerra con el
objetivo de apoderase de los recursos naturales de otras naciones. Al
respecto ejemplificó las pretensiones del Gobierno norteamericano de
adueñarse del acuífero Guaraní, situado en el norte de Argentina,
el cual constituye una reserva importante de agua potable, utilizando
como pretexto que en sus inmediaciones se encuentran terroristas
musulmanes.