2
de junio de 2005
El mundo debe exigir que extraditen
a Posada Carriles a Venezuela
El pedido fue hecho por Ricardo
Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de
Cuba, en el encuentro internacional Contra el terrorismo, por la
verdad y la justicia
RAFAEL PÉREZ VALDÉS
El mundo entero debe exigirle al
Gobierno de Estados Unidos que extradite a Luis Posada Carriles a
Venezuela, y que entregue todas las pruebas que ha tenido desde el
mismo día del sabotaje al avión de Cubana, en 1976, señaló Ricardo
Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder
Popular.
"No debemos darle un respiro en
esa exigencia", agregó al abrir la sesión de la tarde de la
primera jornada del encuentro internacional Contra el terrorismo,
por la verdad y la justicia, que sesiona en el Palacio de las
Convenciones, de La Habana.
Luego de dos meses de la llegada del
terrorista a Estados Unidos, el presidente estadounidense George W.
Bush le dice con su actitud en ese caso al mundo: ¿Pusimos la bomba y
qué?, dijo Alarcón en alusión al título del libro de la periodista
venezolana Alicia Herrera.
El señor Bush ha destruido los
convenios para proteger a la aeronáutica civil, los relacionados con
la lucha contra el terrorismo.
Alarcón, quien en el momento del
sabotaje era el embajador cubano ante las Naciones Unidas, explicó
que quería concentrarse en dos puntos: los intentos porque el
terrorista Luis Posada Carriles sea extraditado a Venezuela y la
maniobra para que sea trasladado a El Salvador.
Y llevándose por documentos oficiales
estadounidenses, ilustró que Carriles, desde su juventud, fue
entrenado por ellos, ha sido miembro de la CIA, hasta el día de hoy,
y apoyado y sostenido por el gobierno de Estados Unidos.
Ellos sabían desde tres meses antes
que Orlando Bosch y Luis Posada Carriles iban a destruir un avión
civil cubano en pleno vuelo, según documento del Buró Federal de
Investigaciones (FBI), desclasificado ahora.
"Pero este documento no lo
compartieron con nadie", señaló, a pesar de que a eso lo
obligaba el Convenio de Montreal, todos los principios, y la más
elemental decencia, comentó.
El 7 de octubre de 1976, al día
siguiente del sabotaje al avión, ya ellos dicen: "Alguien está
preparando para que Posada y Bosch se vayan de Venezuela lo antes
posible". La fuente reconoció que ellos habían dirigido el
bombazo al avión.
Y se prometió un informe para el día
siguiente. El 8 de octubre recibieron detalles de lo que se sabía
desde el primer día, que ambos individuos estaban hasta el cuello en
ese problema. Pero el informe prometido no fue revelado…
EL ASESINATO DE LETELIER
El día 17 hubo un documento interno,
muy revelador. Se le dirigió a Henry Kissinger, entonces secretario
del Departamento de Estado. Cuando se refieren a Orlando Bosch, por
quien no les interesó mediar antes en "una cuentecita
menor", dicen: "Seguimos tratando de que a Bosch lo deporten
de Venezuela a Estados Unidos". Era una forma de tratar de tapar
la voladura.
Se dijo ese 17 de octubre de 1976 algo
que el mundo no conoció hasta mayo pasado: que ellos sabían que
Bosch estaba comprometido con el asesinato del ex canciller chileno
Orlando Letelier, de lo cual incluso se había vanagloriado en
público. Y se refirió a las posteriores maniobras llevadas a cabo
para poder absorberlo.
En otro momento acotó: No sé como la
prensa sigue llamando fuga a la de Posada, cuando salió por la puerta
principal con toda tranquilidad, lo esperaban en un carro en la puerta…
toda una maniobra, su paso posterior a El Salvador, y como se
convirtió allí en Ramón Medina.
Se puede decir de Posada que es un
asesino, terrorista, narcotraficante, pero no que es un falsificador
de documentos: se los dio el gobierno de El Salvador, por
instrucciones del de Estados Unidos, refirió. Y si lo inventan ahora
es precisamente para protegerlo; los que se presten a esa maniobra se
están convirtiendo en cómplices del terrorismo y de un hecho
terrorista, comentó.
Alarcón recordó como Posada estuvo en
la embajada norteamericana en una entrevista de seis horas y media, y
luego se estuvo moviendo por Centroamérica con la anuencia de las
autoridades.
En algunos documentos desclasificados
recientemente por Estados Unidos se observan tachaduras negras, pero
quedan unas palabras que una vez traducidas al español se leen así:
"dice la CIA."
QUE PREVALEZCA LA VERDAD
Nos están recordando los miles de
asesinados y desaparecidos de aquellos años, en los cuales el crimen
se convirtió en política de Estado en algunos países, y también la
batalla que debemos dar por nuestros hermanos estadounidenses.
El 29 de diciembre de 1975 se produjo
una explosión en el aeropuerto estadounidense de La Guardia, en un
momento muy concurrido por la significativa fecha en que se produjo.
Trece personas murieron, más de 75 resultaron heridas. La prensa
recordó la acción como la más horrenda en suelo neoyorquino.
Apareció que el responsable era el cubano Rolando Otelo Hernández,
quien estaba en Chile, junto a Bosch, gozando de la protección del
señor Pinochet.
Lo extraditaron, los estadounidenses
saben de extradición, y lo condenaron a ocho años (siete meses de
promedio por persona muerta), y dos meses si sacamos la cuenta con
todas las víctimas, refirió.
Volviendo a Posada criticó:
"Basta ya de decir que se le trata como a un indocumentado",
se refirió a como no fue esposado cuando fue detenido recientemente,
y recordó como todos vimos un tiempo atrás por las cadenas de
televisión internacionales el caso de una niñita negra esposada.
Se refirió también a parte de la
documentación que el gobierno de Trinidad y Tobago le entregó
entonces al de Venezuela, en el cual se demostraba que Hernán Ricardo
y Freddy Lugo habían puesto la bomba, que el primero había
reconocido que era agente de la CIA, y que su empleador era el señor
Posada.
Terminó haciendo una exhortación para
mantener este esfuerzo de concertación, de denuncia hasta que se haga
justicia, y hasta que la verdad prevalezca, teniendo en cuenta la
memoria de miles de asesinados y desaparecidos.
A continuación de las palabras de
Alarcón se leyeron mensajes de solidaridad del argentino Adolfo
Pérez Esquivel, y los teólogos brasileños Frei Betto y Leonardo
Boff.
Esta jornada de la tarde se inició con
un saludo a la incorporación de una significativa delegación
venezolana, encabezada por el vicepresidente José Vicente Rangel, y
Nicolás Maduro, titular de la Asamblea Nacional.