Nosotros somos los dueños de la verdad
y debemos ser fieles defensores de ella, y, en su nombre, denunciar
cada hecho criminal ejecutado contra los pueblos del mundo y exigir
que se juzgue a sus autores y protagonistas, dijo el Comandante en
Jefe Fidel en la primera sesión del encuentro internacional Contra
el terrorismo, por la verdad y la justicia que sesiona en
la capital cubana.
En las acciones terroristas y en los
crímenes cometidos en el pasado por las dictaduras de las naciones de
América Latina con la anuencia y el apoyo de las administraciones
norteamericanas y sus servicios especiales, podemos encontrar
respuestas a las monstruosidades que hoy se comenten en el mundo, y de
esta forma enfrentarlas con mayor fuerza, precisó.
El líder de la Revolución cubana
aseguró que esta reunión es una razón, una esperanza para pensar
que podemos desterrar del planeta la amenaza que constituye el
terrorismo para la supervivencia de la especie humana.
Tenemos el deber, afirmó, de armar el
rompecabezas de las masacres cometidas en nuestro continente, de
encontrar las respuestas de muchos hechos oscuros, aún no
esclarecidos, y es preciso que los culpables sean enjuiciados por la
ley, destacó. Este, aseguró, es el momento de los pueblos, de la
verdad y la justicia.
Fidel recordó que fue el propio
Estados Unidos el autor del más horrendo y funesto crimen que se haya
cometido en la historia de la Humanidad: las bombas nucleares lanzadas
sobre la población civil de Hiroshima y Nagasaki.
En virtud de qué precepto legal el
Gobierno norteamericano realizó este hecho deleznable y otros tantos
en Cuba, Iraq, Afganistán, se preguntó Fidel, quien además aseguró
que el terrorismo contra la Isla comenzó desde el año 1959, fecha en
que triunfó la Revolución cubana.
Más adelante precisó que seguiremos
luchando, profundizando, buscando datos que permitan explicar por qué
el Gobierno de EE.UU. protege y apoya a connotados terroristas.
Al respecto, Felipe Pérez Roque,
ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo que según un
documento desclasificado recientemente y fechado el 13 de marzo de
1962, el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de la Armada
estadounidense le pedía al Secretario de Defensa de ese país, idear
un grupo de pretextos para invadir militarmente a la Isla.
Entre ellos enunció Pérez Roque la
realización de una campaña terrorista en Miami y varias ciudades de
la Florida, incluso en Washington con el objetivo de culpar a Cuba;
derribar aviones civiles en pleno vuelo y que llevaran la ruta de
EE.UU. hacia Jamaica, Panamá, Venezuela e incriminar a las
autoridades de nuestro país; así como simular ataques cubanos a
países caribeños y hacer colar embarcaciones en la Bahía de
Guantánamo en un incidente similar a la explosión del Maine, entre
otros hechos.
Y quiénes serían los autores de esos
actos criminales si no los hombres de acción entrenados por la CIA e
integrantes de la mafia cubano-americana; ellos conocen bien muchos
secretos del Pentágono y la Casa Blanca, de sus planes y operaciones,
lo que puede ser tal vez, dijo, una explicación a la seguridad y
protección que les brindan.